Revolver, tras la salida de su nuevo álbum “Capitol”, vuelven a la carretera, y tuvimos la suerte de coincidir con ellos el viernes 10 de marzo en la Sala Santana 27 de Bilbao, curiosamente días antes, el propio Carlos Goñí estuvo en acústico en la Fnac de la capital bizkaina haciendo lo propio, pero por fin, les vimos en eléctrico siendo Carlos Sánchez (batería), Josué Santos (teclados y saxo) y Manuel Bagüés (bajo) los escuderos de lujo del Sr. Goñi (guitarra y voz).
Sus últimas visitas se registraron en salas tan dispares como el Kafé Antzokia y la Sala BBK, pero ahora ha dado el salto a un local habilitado para 1500 personas como es la Sala Santana 27. lo malo que al ser tan grande, las 400 personas que acudimos parecíamos cuatro gatos, un dato que te hace pensar, no por ser un gran músico o tener un nombre dentro de la escena, tienes aseguradas un número fijo de seguidores, hay cosas que influyen como que la entrada estuviera a 21€ anticipada y 25 en taquilla, menos mal que días antes promocionaron el concierto mediante Oferplan a 15€ la entrada, un bonito detalle por parte de la organización, pero ni con esas consiguieron llenar la sala, son muy pocas veces las que se prodiga Revolver por el norte, ya os arrepentiréis!!
Diez de la noche, horario justo para disfrutar como se merece de una actuación de Revolver, hay que recordar que la Sala Santana 27 después de los concierto cierra sus puertas para luego volver a abrir como discoteca, y la hora límite es inamovible, si se retrasa un poco la actuación, hay que recortar set list, si se empieza a las diez, no da tiempo y también hay que recortar su set list. A todos los grupos les pasa lo mismo y el público que paga su entrada religiosamente se merece un respeto, con lo fácil que es abrir puertas más temprano como hacen en los conciertos internacionales, cuando actúan varias bandas... de lo malo malo, es anoche solo recortaron uno de los 19 temas que tenían apuntados, el sacrificado fue “Sacristán de Sacristanes” dentro de la parte acústica que tocaron antes de los bises.
Poco más de dos horas de concierto, Carlos Goñi y compañía encendían los amplis con “La Carretera” y “Sara”, primer contacto con el público, por delante tendríamos, seguramente, el peor concierto que hemos visto a Revolver en años, el sonido no les acompañó y hasta el sexto tema no se notó mejoría, tampoco Carlos estaba en su mejor noche, su voz no estaba al 100 por 100, aparte de que tenía en un atril las letras de las canciones, un detalle muy feo que más que ayudar al músico valenciano le perjudicó, hay otras soluciones, como unas pantallas a pie de micro y que a muchos músicos les hemos visto utilizar, como Manolo García, Antonio Orozco o a medina Azahara sin ir más lejos.
Tras un buenas noches Bilbao, Carlos nos comentó que había limitación de horario y que irían al grano, que no sería tan charlatán como de costumbre, pero al final no lo consiguió cosa que agradecemos, es un tipo especial y agradable, cercano y humano que se gana al público en cada momento de la actuación.
Revolver
“Premios y Cicatrices” fue el primero de los siete temas nuevos que sonaron esa noche, nuevas historias escritas por Carlos Goñi en un hotel de Madrid, el “Capitol” por eso el nombre del disco. Posteriormente recibimos uno de sus grandes himnos, destapando los primeros cantos del público y los brazos en alto con “El Roce de tu Piel”, continuando con el novedoso “Mustang Shelby”, compuesta en un atardecer madrileño en el parque de las tetas, como bien explicó Carlos, un lugar que pasó de ser una escombrera a un bonito jardín de césped gracias a los ambiciosos planes urbanísticos de nuestros políticos.
Siguiendo en un ámbito cercano, explicando y relatando los temas como “Ángeles de Alas Sucias”, escrita hace más de 30 años, mucho antes de aquel “Calle Mayor” como gritaron desde el público, un brillo angular de la vida y la necesidad ahora más que nunca de ayudarnos unos a los otros. “Frío en Madrid”, también nuevo, venía colorido y melancólico, con una letra que nos habla de la capital, donde Carlos seguía hablando sin parar, comparando temperaturas con la zona norte con una anécdota que tuvo hace años con un taxista en Bilbao que le decía que aquí había un clima tropical que a lo largo de los años se ha ido reafirmando. Una canción alimentada por los teclados, siendo los protagonistas junto con las guitarras que llevan el estilo Revolver más cercano a lo Rod Stewar.
“Odio”, donde las estrofas se presentan agresivas, reivindicativas y continuadas, obligando a la voz a llegar a registros altos, pero Carlos, lo pasaba mal, la gripe que llevaba en el cuerpo durante toda la semana le pasaba factura. Continuando con otro de los himnos, “Si es Tan Solo Amor”, el público explotó al grito de “lehendakari, lehendakari” (presidente, presidente).
Cambio de guitarra y a continuar con el concierto, era el turno del primer single del nuevo disco “Black Jack”, un corte que nos trajo los sonidos cálidos del saxofón a través de Josue Santos, una música americana bien influenciada por el bueno de Bruce Springsteen. Posteriormente apareció la parte acústica, la banda dejó solo a Carlos Goñi y a su corazón para interpretar “Dentro de Ti”, un terreno sentimental con esa imagen de chico triste, nostálgico y melancólico, pero no comparable con la vida real, Carlos es un tipo alegre e irónico.
Cuatro temas por delante con ambientes envolventes y cálidos, algo de rock con raíces armónicas dentro de su repertorio, entre ellas “Perdí lo que no tuve” y “Campanilla”, que en principio no la iba a tocar, pero como eliminaron “Sacristán de Sacristanes” ... pues apareció a escena, sin más. Momento en el que se acordó del juego de la botella con una chica llamada Virginia, que le jodió la vida con el cuento de Peter Pan, era otra época, un niño, y Campanilla la chica que no le dejó crecer.
Dos últimos temas para esta parte tan especial, “El Peligro” y “El Faro de Lisboa”, contando como invitada al acordeón con la bella rubia de San Sebastián, Karen Ortiz, dos canciones donde participó todo el público, llegando al momento final con tres himnos dejando el concierto en lo más alto posible, “No Va Más”, “San Pedro” y “El Dorado”, consiguiendo un clímax perfecto poniendo sobre las brasas la faceta más rockera de Revolver.