El pasado viernes 29 de Diciembre, cerramos el año musical en Vitoria-Gasteiz, con una de las bandas de rock nacional con mayor crecimiento en 2017: Guadaña. Los gaditanos acompañaron en su gran fiesta de rock a los locales Grendel, que celebraron una edición más de este pequeño festival navideño, que empieza a tornarse ya tradición.
Grendel: Una fiesta entre amigos
La noche era fría y hostil en la capital vasca. La recientemente reinaugurada sala “Urban rock concept”, se convirtió en un aparente oasis de calor y cerveza; una especie de burbuja del tiempo, donde combatir el gélido aire gasteiztarra, a base de himnos clásicos roqueros servidos a mil decibelios.
Nada más traspasar sus puertas, ya pudimos empaparnos del excepcional ambiente de rock que los locales Grendel habían construido. El local presentaba una entrada que rozaba el lleno absoluto, y eso es mucho decir tratándose de un evento de producción local y humilde. No faltaron los amigos ni la cerveza, ni tampoco un buen puñado de seguidores de las dos formaciones que se iban a subir a las tablas esa noche.
El setlist de la banda Vitoriana se desarrolló entre grandes clásicos de formaciones como Iron Maiden, Judas Priest, Ozzy Osbourne o DIO, pero también por supuesto entre cortes propios. De hecho, Grendel aprovechó a adelantarnos en exclusiva su inminente entrada en el estudio para grabar su próximo álbum.
Después de algo más de 60 minutos, el grupo dio por concluido el show, cediendo las tablas a Guadaña, no sin antes desgranar algunos otros temas por todos conocidos. Incluso hubo tiempo hasta para una petición de matrimonio en directo, que es algo que no se ve todos los días en un concierto de rock. |
Guadaña: Cercanía, complicidad y potencia a partes iguales.
Los gaditanos Guadaña eran el plato fuerte de la noche, y es que ya solo por el viajecito y los kilómetros acumulados, se tenían ganado el respeto de los asistentes. No en vano, se trata de una de las bandas que más proyección tiene en la actualidad, dentro del panorama rockero nacional. Su último disco de estudio, “Kharma”, ha sido uno de los trallazos más destacables de 2017, y la experiencia acumulada por sus integrantes (ex-miembros de bandas como Huma o Sphinx) se notan en sus directos.
Están en muy buena forma, y se les ve disfrutar. El setlist lo compusieron gran parte de cortes del citado álbum “Kharma”, aunque también cayeron algunos cortes de anteriores trabajos. Si tuviera que destacar algunos, ejercicio que se me antoja difícil, quizás me decantaría por “El Bosque”, “Nemesis”, o “Nuestra Revolución”, tema este último, en el que consiguieron involucrar a todo el respetable (gracias en parte a la facilidad de su estribillo).
Hay que romper una lanza en favor de estos chicos: Se trata de gente que ha trabajado muy duro por el rock de este país, y que lo seguirán haciendo por muchos años más. El sonido fue impecable y la banda sonó compactada (gran trabajo también de Iker de Cynic Studios - Childrain en la mesa de sonido).
La mezcla entre los dos vocalistas es bastante novedosa e interesante, y para mí la combinación entre guturales y armónicos de Salva y Gloria, son el sello de identidad que más valor les aporta. No obstante hay que destacar el gran trabajo compositivo de todos los miembros, ya que tanto los mástiles como la percusión, son de sobresaliente. Especial mención me gustaría hacer para Pablo Casas, que demostró que además de ser un batería brutal, es una gran persona. ¡Cómo se le vio disfrutar!
Se lo pasaron bien, y consiguieron una comunión completa con el público. Regalaron gorros de navidad, consiguieron hacernos corear y dejarnos la voz, y aunque el setlist fuese un poco corto, podemos afirmar que consiguieron dejar en nuestro recuerdo un concierto memorable. Les esperamos con los brazos abiertos en Vitoria-Gasteiz, para cuando quieran volver. |