Nuestro último concierto al que asistimos en el 2017 se produjo el sábado 30 de diciembre en la Sala Jimmy Jazz de Vitoria-Gasteiz, que mejor manera de terminar el año que con Evaristo Páramos y sus compañeros de Gatillazo, formación que allá donde van cuelgan el cartel de entradas agotadas.

Cartel que vino con novedades respecto a las últimas semanas, se calló del mismo Manolo Kabezabolo ya que tuvo que suspender toda la gira por problemas de salud, en su lugar tocaron los siempre divertidos Distorsión, que actualmente están celebrando su gira 30 aniversario de su primer disco “Ke Buen Dios”, y, por otro lado, Delitos Menores tampoco podían tocar, en su caso fueron Penadas Por La Ley las que cerraron el cartel por las diversas bajas.

Los primeros en subirse al escenario con puntualidad absoluta, la banda originaria de Argentina afincada en Bilbao desde hace muchos años, Penadas Por La Ley, formación que desde hace muchos meses abandonaron el formato trío pasando a ser un cuarteto con la ayuda de Fran MalaNoche, además esa noche nos presentaron a su nueva y joven batería, desde Barcelona, Inés Parrapatam, que sustituye a Galder que afrontará otros proyectos en Tacoma y Cavalier.

Cuarenta y cinco minutos por delante con diecisiete temas apuntados, presentando su nuevo disco “Malos Tiempos para La Libertad”, un trabajo de diez canciones de tono reivindicativo y aclamo social hacia todo lo que les y nos molesta, un altavoz para luchar, un granito de arena en esta guerra sin fin.

Rápidamente lanzaron algunos temas nuevos como “Tumbas en el Mar”, grito al aire sobre las muertes en el mar de los refugiados, o “Ciegas y Ciegos”, con esas crudas y rebeldes guitarras con contacto constante con el punk combativo y estribillos directos. Demostrando que su nuevo trabajo suena mejor que nunca, tanto en directo como en estudio, se nota que lo han grabado en los Sonica Estudios de Alicante, gracias a Oscar Martínez.

Como bien dijimos, nos presentaron a su nueva batería, y la mejor forma de hacerlo es tocar y tocar, también está Fran MalaNoche, apoyando a la guitarra y también a los coros, impulsando con fuerza a un grupo ya mítico por nuestras tierras, suenan compactos y son necesarios.

Temas rápidos y concisos de poco más de dos minutos, pasando rápidamente con “Tu Suerte” y “Real Decreto”, un ritmo afilado contrastado por las voces de Fabi y Naty, mientras “Lejos”, nos dejaba las primeras palabras de Naty, que se acordó de su tierra natal, respirando aires de nostalgia.

Poco a poco, los temas de su anterior trabajo, “Hirugarrena”, iban teniendo más presencia en el concierto, como “Traidor”, “Despierta” o “Monedas de Cambio”, siguiendo con el combate rabioso, pasando a “El Miedo”, buena representación de su novedoso disco, brillando en melodías con un sonido limpio y contundente, con ese punk primitivo que bien practica esta gente, una declaración de principios en toda regla.

También escuchamos “No Nos Vamos a Callar”, sobre el acoso machista, o “Malos Tiempos para la Libertad”, título que da nombre al disco y que está de actualidad hoy más que nunca por los arrestos y condenas que están sufriendo muchos de nuestros músicos, cribando el derecho fundamental como es la libertad de expresión.

Llegaba el final, bastante acelerado la verdad con “Invisibles”, uno de sus últimos videoclips alojados en su anterior trabajo, también “La Piel”, rescatado de su primera maqueta “Sexo Débil”, y no podía faltar a la cita, su himno contra la violencia de género, “No es No!!!”, un grito al aire contra el acoso a las mujeres.

Ahora le tocaba el turno a Distorsión, con la mitad del aforo de la Jimmy Jazz expectante, allí estaba Josu y Iñaki, pero no Ganso, batería de la banda, que por culpa de la gripe tuvo que ser sustituido por un amigo de la banda, Eduardo, músico experimentado que lleva toda la vida dándole a las baquetas, que últimamente le habíamos visto en el concierto especial que se rindió a la mítica banda de Sestao, Éxodo.

Actualmente Distorsión están preparando una nueva gira para celebrar el 30 aniversario de su primer disco de estudio, “Ke Buen Dios”, será un tour especial, pronto tendremos noticias y fechas. Arrancaron con problemas de sonido propiciados por un maldito jack que no dejaba oir la guitarra de Josu, el check que realizaron antes de empezar no sirvió para mucho más, estas cosas pasan en el momento más inesperado.

Lo curioso fue lo del batería, en menos de dos horas y antes de subirse a la furgo camino de Gasteiz, tuvo que aprenderse el concierto, y la verdad que no lo hizo mal, salvaron y cumplieron, una anécdota más para una banda que lleva mil años en esto. Aparte está la faceta divertida e irónica de Josu, dando rienda suelta a lo que le pasa por la cabeza en el momento que menos te lo esperas.

Nos dejaron un buen legado de temas en los cincuenta minutos de actuación, tiempo que cumplieron a rajatabla. “Ke les Den”, dedicado a la clase política y corrupta del país, y “Puta Sociedad”, empezaban un concierto que fue a todo trapo, con un público coreando las canciones, sobre todo la de sus primeros discos, cuando la margen izquierda estaba ardiendo con bandas como Parabellum Putakaska, Audiencia Nacional o ya en Bilbao, con unos MCD.

“Ke Buen Dios” sirvió para recordar que pronto iniciaban la gira celebración del disco, o “Civilizate” más “Lázaro”, también escuchamos, pasando a su segundo disco con “Esto es para quitar el Stress” del año 91, y no la única ya que “El Video” estuvo entre las elegidas, con ese sarcasmo ácido y divertido que muestran sus canciones, y ya para el final, “Buenos Ratos”.

También nos recordaron “Ramoniana”, uno de sus últimos temas grabados, recordando con especial cariño a grupos con los que comenzaron, como Eskorbuto, RIP o Cicatriz. Siguiente con esos matices ramonianos, finiquitaban con “Niño Pojo”, también recordaron al gran Chuck Berry con “Jhonny Rotten”, y no se olvidaron del clásico “Lakasitos”, luego, se fueron por todo lo alto.

Gatillazo cerró de manera soberbia la velada. Los años parecen no pasar por un enérgico Evaristo que una noche más estuvo perfectamente respaldado sobre las tablas por Txiki y Ángel a las guitarras, Mikel al bajo y Tripi a la batería.

El quinteto convirtió la Jimmy Jazz en un infierno. Con su presencia en el escenario la temperatura en la sala ascendió varios grados y el calor, por momentos, fue agobiante. Pero eso importó poco a unos espectadores que se dejaron llevar por el potencial del quinteto y que poguearon y bailaron sin descanso.

La banda que desplegó toda su artillería ante la audiencia gasteiztarra, arrancó la actuación con "La familia unida" y la finalizó con "Odio a lo partidos". Entre medias descargó otra treintena de canciones. Canciones pertenecientes a sus seis trabajos de estudio con alguna inclusión en los temas más emblemáticos de La Polla Records. "Txus", "Lucky man for you" y "Johnny" no podían faltar en el último concierto del año.

El ambiente en la Jimmy Jazz fue excelente y los músicos procedentes de Agurain se mostraron invulnerables sobre el tablado. Ofrecieron una notable actuación y fueron encadenando tema tras temas si apenas pausas.

El público se entregó al máximo y con composiciones como "Nº1 en USA", "Vendido" o "Tortura" la revuelta en la sala fue aún mayor. Varios seguidores se subieron al escenario y el vocalista gallego, aunque no del todo convencido, lo aceptó e incluso en alguna ocasión cedió el micro a sus incondicionales.

Y así entre escupitajos, patadas al aire y otras piruetas de Evaristo íbamos llegando a la recta final de la descarga punk. Tras un breve descanso la cita iba a concluir de la mano de "Pijos powers", "Casi famosos", "Seguratas blindaos" y "Odio a los partidos", tema clásico con el que, de manera delirante, se despidieron de los suyos hasta el año que viene.

La Sala Jimmy Jazz de Vitoria-Gasteiz cerró el año musical de la mejor forma, con un lleno y siendo testigo de una comunión plena entre músicos y fiel público.