Noche de lujo la del jueves 18 de abril en la Jimmy Jazz de Vitoria-Gasteiz con Blowfuse, Good Riddance y Sick of it All como protagonistas.

La Semana Santa arrancaba en la capital vasca de la mejor forma. Con las actuaciones de los catalanes Blowfuse, los californianos Good Riddance y Sick of it All que llegaban desde Nueva York.

La de Vitoria-Gasteiz fue la primera fecha de un tour en el que las tres bandas pasaron por escenarios como el de la sala Sir Laurens de Oviedo, la Playa Club de A Coruña o la Sala Mon de Madrid.

La gira, que unió a dos potentes bandas del hardcore y el punk-rock norteamericano, arrancó en suelo vasco la noche del jueves santo con Blowfuse como banda encargada de abrir fuego.

Los de Barcelona, que ya habían actuado con anterioridad en Vitoria-Gasteiz, nos ofrecieron uno de esos conciertos locos que solo grupos como el formado por Oscar, Sergi, Victor y Ricard, y otros pocos son capaces de ofrecer. Iniciaron con fuerza su show y cuando pidieron al público que diese un paso hacia el escenario para sentir su calor, este respondió.

Los presentes se divirtieron con un concierto rápido y alegre en el que el cuarteto nos deleitó con innumerables saltos, poses y la descarga de temas como "Behind the wall", "Ripping out", "Charge your mind" o "Sunny daze", algunos de los cuales forman parte de "Daily Ritual" su última entrega. Un disco que ha visto la luz este mismo año y que ya han podido presentar por infinidad de localidades: Valencia, Logroño, Torrelavega, Oporto, Lisboa...

El momento de su actuación llegó cuando el inquieto vocalista de la formación barcelonesa ascendió a la planta superior de la Jimmy Jazz para lanzarse al público desde allí. Oscar cayó sobre los brazos de los presentes tras realizar una voltereta en el aire.

Minutos después llegó el turno de los californianos Good Riddance, otra veterana banda con la que la audiencia gasteiztarra ya había podido disfrutar en la edición 2015 del Gasteiz Calling.

El cuarteto de Santa Cruz salió con apetito a escena y durante los primeros minutos de su espectáculo apenas realizó pausas entre canción y canción. "Weight of the world" fue la primera de las descargas y tras ella cayeron otras como "Yesterday´s headlines", "Letters home" o su himno "Dry season".

Una veintena de temas formaron el repertorio preparado por Russ Rankin (voz), Chuck Platt (bajo), Luke Pabich (guitarra) y Sean Sellers (bateria) para la ocasión. Un set list formado por canciones melodiosas que aúnan Skate-punk y Hardcore, y en el que se incluyeron tanto canciones más veteranas de sus comienzos en la escena, allá por los 90, como otras más recientes. Su última publicación data de 2015.

El respetable coreó sus melodías y vibró con clásicos como "Last believer" o "A credit to his gender". El cantante de la formación se encargó de animar al personal y de pedirles algo más de calor y es que, buena parte de los asistentes estaban reservando fuerzas para la actuación con la que se iba a cerrar la velada.

Tristemente el concierto de Good Ridance no se vivió con tanto ímpetu bajo el escenario como el concierto de Sick of it All, el plato fuerte de la noche, pero la banda, que lo dio todo sobre las tablas, sintió el apoyo de sus partidarios, que no eran pocos, en todo momento.

Con Sick of it All, uno de los grupos más celebres que ha dado el Hardcore neoyorquino, se cerró la noche del jueves 18 de abril en Vitoria-Gasteiz. Una noche redonda para los amantes del Skate-Punk y el Hardcore.

El cuarteto volvía a visitarnos para presentar su última entrega, "Wake the sleeping dragon", trabajo que vio la luz en 2018 de la mano de Century Media y que la crítica pronto situó entre uno de los mejores discos de Hardcore/Punk del pasado año.

Con los de Nueva York en el escenario la sala al completo se volvió loca. Los golpes, saltos y circle pits se sucedían a la vez que la descarga de Sick of it All la protagonizaban canciones como la inicial "Take the night off", "Road less traveled" y "Friends like you", composiciones que cayeron en un arranque de concierto de infarto. Sick of it All con su empuje y cercanía hacía su parroquia pronto tenían al público en su bolsillo.

Los entusiasmados seguidores que llenaron la planta baja del local, vibraron por igual con los temas más clásicos como con los más recientes. Los cuales se corearon con la misma intensidad que si de temas emblema se tratasen. Mientras, los cuatro músicos transmitían una intensidad envidiable desde el tablado y contagiaron a la sala su energía y buen rollo.

El show duró aproximadamente una hora, sesenta minutos de puro derroche sonoro sobre las tablas y que trajo consigo contusiones y sudor en la pista, que tuvieron su remate con la interpretación de "Scartch the surface" y "Step down". Canciones insignia con las que se cerró un show en el que Sick of it All descargaron, para deleite de los suyos, una veintena de temas.
El sonido acompañó durante todo el acto y Blowfuse, Godd Riddance y Sick of it All rozaron la perfección en una noche para el recuerdo.