El ‘sold out’ ya llevaba un par de semanas en el cartel de sala Mon de Madrid el sábado 25 de mayo. Era hora de que la argentina Sara Hebe pisara la capital para presentar su último trabajo “Politicalpari”, que ya había exhibido en algunas ciudades del país. Además, el concierto no podía ser más redondo, puesto que Tribade vino desde Barcelona. Las raperas Bittah, Masiva Lulla y Sombra Alor junto al Dj Big Mark también presentaron, en este caso, su primer disco “Las desheredadas”.

Al rato de abrir las puertas, las primeras filas ya empezaban a llenarse, y como suele pasar en los conciertos en el que las artistas son mujeres, el público era mayoritariamente femenino, pocas cabezas de hombres rondaban entre la multitud.

Antes de que las raperas encendieran el caldero, Big Mark calentó el ambiente con “Banzai”, como homenaje a la eterna Gata Cattana. Después, una voz recomendaba que las primeras filas fueran reservadas para personas con diversidad funcional, trans y bolleras. Además, si en algún momento había una actitud o agresión machista, al lado del merchandising había un punto lila.
Al grito de “que empiece el matriarcado” y encapuchadas, Tribade salió al ritmo de “La purga”, dando leña y autocrítica al feminismo. Pero la revolución no había hecho más que empezar, puesto que con “Resiste” el flow y las reivindaciones de estas chicas estallaron.

La puesta en escena fue de lo que más impactó, ya que fueron apareciendo con pasamontañas y cadenas, linternas en la cara, chaquetas brillantes... Además, el outfit era impecable, puesto que lucían camisetas en las que se podía leer la palabra “pussy”, y que pertenecen a la marca autogestionada “ArtePorvo”.

Uno de los momentos más tranquilos y solidarios fue con “Vamos pal mar”, con el que dieron apoyo a las personas migratorias, y criticaron así el racismo institucional que siguen sufriendo muchas personas en nuestro país.

La sororidad estuvo más que presente, pero sobre todo en la canción “Mujeres”. Asimismo, defendieron el feminismo como “un sistema basado en la vida y en el cuidado”.

Para terminar, no podía faltar el hit que les llevó a darse a conocer, “Gaupasa” y junto a este, el tema que da nombre al disco, “Las desheredadas”, con el que terminaron de revolucionar a todo el público de la sala.

Después de dejar el ambiente tan a fuego, era turno de la argentina que pone patas arriba por dónde pisa, Sara Hebe, que junto a Ramiro Jota transforman cada ritmo en éxito. El concierto empezó criticando a aquellos que corrompen el mundo desde el poder, a través de “Fck the power”, tema de su nuevo disco “Politicalpari”. Y hay que decir que si Sara Hebe nunca solía tener pelos en la lengua con este disco no ha tenido ninguno, y es que de nada sirve callarse.

Llena de energía revolucionó con temas como “Rayan” o “Mándame tu luz”, y los movimientos alocados de cabeza y los bailes no hicieron más que empezar. Aunque tocó casi todo el último trabajo, también hubo tiempo para los clásicos, como “Histórika” o “Asado de fa”, en los que la cerveza o el kalimotxo ya empezaron a volar por encima de nuestras cabezas.

“Nadie se suicida en una comisaría, yo abortaría por si se hace policía” sonaba con “A.C.A.B.”. Uno de los temas con más crítica de la carrera de la artista. Y junto a él, la reivindación aumentó cuando el público le lanzó un pañuelo verde, todo un símbolo de la lucha a favor del aborto en Argentina.

Uno de los momentos en los que la fiesta saltó por los aires, fue con la versión de “I follow rivers”, de Lykke Li, canción que suena en la película “La vida de Adele” y que se ha convertido en todo un símbolo del colectivo LGTBI. Asimismo, con otro de sus últimos temas “El deseo” al ritmo de cumbia, defendía: “que no me digan como tengo que amar”.

Pero si algo caracteriza a esta artista es su comportamiento con el público. Todo el concierto mostró una actitud muy espontánea, aceptando regalos que le hacían, como cartas, o cogiendo el móvil con el que la grababan. Asimismo, uno de los momentos más efusivos, fue en el que invitó a unas cuántas chicas al escenario para que perrearan con ella.

Durante todo el directo, fueron varias las chicas que pedían a gritos que cantara “Tuve que quemar”. Y como se esperaba que fuera muy solicitada, la argentina se la dejó como plato último de la noche. Además, la cantó con una base más reggaetonera con la que la gente lo terminó de dar todo.

Fue una noche en la que las mujeres nos fuimos con ganas de seguir luchando, y mucho más empoderadas. Así que solo puedo decir: gracias a todas por seguir construyendo desde la música.