La verdad es que me pilló descolocado el anuncio del cierre de La Lambiona, ese local situado en la Plaza de la Llama en Torrelavega y que tanto he frecuentado, sobre todo en los recientes meses, por lo que decidí aprovechar los últimos eventos que iban a tener lugar en el mismo, ya que no sabemos lo que podremos tardar en disponer de otro recinto en esta ciudad que programe música en directo con la regularidad que éste lo hacía.
Y el primero de estos eventos me sorprendió bastante y es que nos iba a visitar William, el cantante y guitarra de la exitosa banda bilbaína Los Brazos, en esta ocasión en solitario, con una propuesta donde iba a contarnos parte de la historia del blues y del rock, en una especie de clase magistral, acompañándolo con la ejecución de algunos temas a modo de ejemplo.
Como viene siendo habitual, y más en estos días calurosos de verano, la gente se hizo bastante la remolona, por lo que el evento comenzó con algo de retraso, consiguiendo reunir a un buen número de personas realmente interesadas en lo que allí íbamos a presenciar.
Acompañado sólo de su guitarra y de un micrófono, comenzó su actuación con el “Baby, please don't go” de Joe Williams, tras la que se presentó tanto a el mismo como a este proyecto, que está llevando a diferentes localidades, explicándonos el origen africano del blues, mientras continuaba con ese “Take my hand, Precious lord” en su versión de Blind Connie Williams, ya que, como muchas de estos temas, han sido versionados por muchos otros artistas o, como en este caso, eran canciones populares americanas.
Nos recordó que, por cuestiones obvias, donde más cantaban era en el campo y buscaban que la voz fuese la que llevase el ritmo, poniendo como ejemplo la muy conocida “Fever” de Little Willie John, aunque popularizada por Peggy Lee, para seguir explicándonos como a veces lo que se hacía era una base simple para la canción que luego se iba llenando con adornos.
En lo que se refiere a la guitarra, lo fundamental era llevar el ritmo para que éste hiciese que la gente lo captase con facilidad, y en lo referido a las letras muchas veces eran sobre cosas mundanas, despreocupadas, y, como en la sociedad en la que se vivía, con visiones egoístas del amor, utilizando tono menores para dar aires más inquietantes a las composiciones, todo ello ilustrada por excelentes ejemplos, ejecutados de manera impecable por William.
William
Hasta el momento estábamos hablando de la parte del blues americana, porque en Gran Bretaña el blues lo entendían de manera diferente, como hicieron The Rolling Stones en su conocido “Paint it, black”, en donde incluyen elementos cercanos a la música clásica, para darlo, si cabe, un aire más grandioso a la composición, o como ese “Eleanor Rigby” de The Beatles, que junto a los anteriores revolucionaron la música de el Reino Unido.
Sin perder la interacción con los asistentes, que escuchábamos embobados todo lo que nos estaba contando, continuó con el “Hallelujah” de Leonard Cohen, una canción que reconoció que era muy bonita, aunque quizás haya sido demasiado versionada, en la que se combina lo poético y lo mundano, haciéndonos una impresionante interpretación del mismo.
No se olvidó de recordar al malogrado Ritchie Valens, del que tocó el “We belong together, antes de reconocer que ocurrían cosas curiosas con la guitarra, como ese guitarrista que perdió varios dedos y tuvo que reorganizar su forma de tocar para adaptarse a este estado, ejecutando una pieza que sonó realmente fantástico y es que parecía que hubiera más de un guitarrista en la sala.
También muy conocido es el “Mr. Sandman” de Pat Ballard, otro de esos temas muy versionados, para seguir comentándonos que la guitarra, cuando surgió, resultó ser un instrumento muy divertido para los músicos profesionales, reconociendo que algunas de las canciones que en los años 30-40-50 no tuvieron éxito, si lo tendrían años más tarde, como fue el caso de Nina Simone, cuya versión del “My baby just cares for me”, de finales de los años 50, fue popularizada 30 años después gracias a un anuncio de televisión: cosas de la vida.
Cuando el blues y la música americana comenzaron a ser populares, los autores cobraban por sus composiciones, mientras que los cantantes, como Elvis Presley, daban muchos conciertos, ya que muchas veces cantante y compositor no eran la misma persona, y se buscaba llegar a todo el mundo con temas como ese “Bring it on home to me” de Sam Cooke para el que nos pidió que diésemos palmas y que la gente cantase con él.
William
De todo esto que nos estaba contando, salió el rock and roll más primigenio y que contó con precursores como Jerry Lee Lewis y su exitoso “Great balls of fire” o ese inmortal Chuck Berry con la que puede ser la canción más famosa del rock, “Johnny B. Goode”, siendo, curiosamente, un tipo que lo tenía difícil para triunfar, pero que a base de tesón y sacrificio lo consiguió con creces.
Llegaba el momento de despedirse, invitándonos a adquirir algo del merchán, despidiéndose, por petición de uno de los asistentes, con un tema de Buddy Holly, concluyendo esta hora y media de lección magistral a cargo del cantante y guitarrista bilbaíno, que fue muy ovacionado por los presentes. .
Lo que vivimos aquella noche en La Lambiona de Torrelavega fue algo impresionante, un auténtico regalo, ya que recibimos un verdadero máster de blues y rock, a cargo de un músico que, no sólo ejecutaba todas las piezas referidas y alguna más con una solvencia realmente increíble, algo que, los que ya hemos visto a su banda, lo sabemos, porque es un gasendismo guitarra y un enorme cantante, sino que, además, se nota que le entusiasma lo que nos cuenta, lo cual nos supo contagiar.
Si tenéis la ocasión y os gusta la música y su historia, no dudéis en acudir a ver este proyecto que lleva a cabo William, acercando la historia del blues y del rock a todos los asistentes, donde descubriréis muchas cosas que, quizás, desconocíais.
Y así, tras charlar un poco con el propio artista, me fui de La Lambiona, después de haber disfrutado de uno de los eventos más destacados de los que he visto en lo que llevamos de 2019.
28/06/2019 
Txutxy Cano 
Txutxy Cano
La Lambiona, Torrelavega, Cantabria
