COLABORACIONES
 Crónica
 
Barna´n´Roll 2019
  03/08/2019     
  Ã‰     
  PATRIZIA CON Z
  Recinto, Barcelona, Barcelona
www.insonoro.com

Tarde de verano sin una sola nube y con un sol de justicia en Barcelona. Pese a todo, la gente comienza a agolparse en las primeras filas para no perder detalle de lo que está a punto de comenzar.

Dos banderas amarillas y enormes enmarcan el escenario. En una de ellas, el logotipo del Barna’n’Roll 2019. En la otra, la lista de bandas que están a punto de darle un buen meneo al Poble Espanyol de Barcelona en la IV edición del festival. Público variado para una colección de bandas de punk rock igualmente variadas aunque con un sonido y actitud absolutamente coherentes. 

La organización ha previsto una oferta gastronómica igualmente diversa, de hecho el puesto de pizzas las ha bautizado con el nombre de cada una de las bandas del festival, la cerveza está a 3 euros y a las 19:00h, con absoluta puntualidad, da comienzo una sesión que promete ser memorable.

Panellet, Blowfuse, The Baboon Show, Propagandhi, Talco y The Offspring. Cosa seria.

  
Ambiente
 

Panellet saltaron al escenario puntuales. “Som Panellet i venim de Terrassa”. “Scape Room”, de su último disco “Sputnik” dio inicio a la cuarta edición del Barna’n’Roll.

El sonido fue exquisito desde el primer tema. La Fender Jaguar y la Gibson Les Paul sonaron gruesas y, sin embargo, dejaron espacio suficiente para que el Jazz Bass sonase definido y sin embargo envolvente, perfectamente empastado con un bombo potentísimo.

Aunque el recinto no estaba lleno, las primeras filas tuvieron acción desde el principio y el público coreó cada uno de los estribillos demostrando que Panellet mueven a un montón de gente con ganas de punk rock melódico pero potente, con algunos momentos de ska y rock and roll que en ocasiones levanta un muro de coros y acordes al más puro estilo Phil Spector.

Piezas como “Les coses ara són diferents”, “Ocupat” o “Denver” sonaron potentes, desenfadadas, sólidas y bien estructuradas dando como resultado una propuesta redonda y muy divertida que el público disfrutó a lo grande.

Los músicos saltaron al escenario con barretinas y tibias cruzadas en la espalda. Un resumen preciso de lo que es Panellet (además de un dulce regional). Un viaje por una comarca catalana llena de colegas expertos en ir a buscar setas al monte, edificios abandonados habitados por espíritus y trenes de cercanías que transportan historias corrientes de chavales entre el pueblo y la gran ciudad.

  
Panellet
 

Blowfuse fueron los segundos en subir a las tablas. Un concierto de esta banda es un viaje en skate hasta los años 90, empezando por la música, siguiendo por la imagen de sus integrantes y acabando por el icónico tratamiento gráfico en el que se envuelven. Un maniquí haciendo el pino con la cabeza enterrada presidió el escenario desde el principio. “Daily ritual”.

Lo que siguió  fue una espiral de skate punk-hardcore ejecutado salvajemente, lleno de riffs y estribillos contagiosos, saltos entre escalas mayores y menores, baterías aceleradas, silencios milimetrados en medio de riffs endemoniadamente rápidos y cuatro músicos que no pararon de saltar y moverse por el escenario durante todo el show sin restar precisión a su ejecución.

Con Blowfuse se empezaron a ver los primeros pitt circles de la tarde. El recinto seguía llenándose y el movimiento en las primeras filas aumentó contagiado por los energéticos Blowfuse.

En algunos momentos bajaron de revoluciones sin dejar de lado las melodías ácidas, un bajo redondo pero con algo más de medios que en la banda anterior que no dejó de recorrer escalas y regalar detalles durante todo el show y unas guitarras que en ocasiones se sirvieron del wah wah para aumentar la sensación de viaje al pasado mientras el público, entregado, saltaba gritando al unísono: “Outta my head”.

Mención especial a la presencia escénica de los integrantes de la banda, repleta de referencias noventeras que empujaron la propuesta visual en la misma dirección que la música gracias, entre otros muchos detalles, a los pantalones estilo Ace Ventura lucían varios de los músicos.

Los coros y voces sonaron afinadísimos atreviéndose, incluso, con algún falsete que quedó sorprendentemente bien integrado en el conjunto.

Como guinda al pastel, el cantante hizo un stage diving de proporciones olímpicas que solo podía salir bien. A las fotos me remito.

En definitiva, los de Barcelona trajeron su último disco que sonó fresquísimo, potente y divertido tras haberlo presentado en su “Ritual Tour” por Japón y Europa durante los últimos meses. Blowfuse son un argumento más para constatar la calidad de la música que se factura en nuestro país. Sin complejos y sin límites.

  
Blowfuse
 

Habiendo dejado claro cómo se las gastan los de aquí, llegó el turno para las bandas internacionales.

Los suecos The Baboon Show descargaron su Hard Rock-Punk con aires épicos y machacones sobre Barcelona empezando por “No Afterglow” que sorprendente e irremediablemente trae ecos de los mejores Judas Priest a los oídos más heavy metal.

Los babuinos venían a presentar su último disco “Radio Rebelde” y lo hicieron por todo lo alto. Tras una intro instrumental, Cecilia Boström saltó al escenario con su aspecto de cantante interestelar de los años 40 y su rasgada y personalísima voz.

La Fender Telecaster sonó definidísima, con muchas aristas, el Jazzbass blanco lleno de pegatinas generó una base amplísima con un sonido que abrazaba a todo lo demás y la batería de Niclas sonó potente pero nítida, con unos platos muy presentes y un bombo en la línea de las demás bandas, redondo y en primer plano aunque sin interferir en las frecuencias ajenas.

La puesta en escena fue enérgica, con la vocalista como centro del show. Frida, al bajo, y Håkan estuvieron dando apoyo a las voces en todo momento. Todas las voces de The Baboon Show sonaron impecablemente bien afinadas y armonizadas combinando, por momentos, las voces principales masculina y femenina.

La estética retro de los músicos fue absolutamente coherente con el Hard Rock-Punk con tintes épicos que practican y la propuesta conceptual llegó a alcanzar momentos absolutamente reivindicativos envueltos en coros de lo más glorioso con la banda puño en alto y el público coreando, al unísono, “Raise your fist. The future belongs to you”. Perfecto. Nada que añadir.

El primer momento a destacar del show llegó cuando comenzó a sonar la esperadísima “Radio Rebelde”. Y es que, The Baboon Show es una de aquellas bandas que no componen canciones sino himnos. Y eso, sin duda, cala en la gente.

El segundo momento top llegó con el salto al público de Cecilia, que se dio un buen paseo por encima del respetable sin dejar de cantar en ningún momento.

Una auténtica lección de actitud y composiciones llenas de buen gusto sin demasiadas excentricidades. Les funciona. Ellos lo saben y el público también.

Esperemos que no tarden en volver.

  
The Baboon Show
 

Turno para los míticos Propagandhi. Seis años después de su última visita a Barcelona, los Canadienses volvían presentando nuevo trabajo, “Victory Lap”. Y eso hicieron. Se dieron una vuelta de la victoria en toda regla por el escenario de Barcelona.

La entrada fue potentísima. Las Gibson SG sonaron crujientes y muy compactas y la batería fue a todo trapo repasando cada uno de los silencios, cambios de compás y rolls sin perder inercia en ningún momento, con un sonido de tambores y bombo muy presente y la caja en primer plano durante toda la actuación.

Con una puesta en escena y una ejecución técnicas, sobrias y milimetradas hicieron hincapié en su último trabajo con temas como “Failed Imagineer”, “Coach Corner”, “Letters To A Young Anus” además de repasar temas clásicos como “Apparently I’m a P.C. Fascist”, “Fuck the border” o “Anti-manifesto”.

A estas alturas, el público estaba completamente a tope y en las primeras filas el movimiento no paró en toda la actuación. Se hicieron patentes las ganas de Propagandhi que tenía Barcelona.

Poderosos y reivindicativos, la propuesta de Propagandhi se mueve entre el Hardcore Melódico y el Skate Punk, acercándose al Thrash cuanto más avanzas en su discografía e incluso atreviéndose con métricas intrincadas y punteos más que interesantes.

Una banda con una trayectoria extensa que se encuentra en un momento de gran madurez compositiva en el estudio y que puede alardear de un magnífico estado de forma en directo.

  
Propagandhi
 

Los siguientes en subir al escenario del Barna’n’Roll fueron los italianos Talco. Sin perder ni un ápice de espíritu reivindicativo, esta vez desde una perspectiva Folk que mezclan de forma completamente coherente con el Hardcore-Punk con toques Ska que es la base de su propuesta. Una banda tan potente como melódica cuyos estribillos fueron coreados por el público de la primera a la última.

La formación compuesta por batería, bajo, dos guitarras, trompeta y saxofón sonó compacta, los arreglos de viento fueron súper oportunos y le confirieron el carácter característico a la banda. La sección rítmica sonó con muchísima inercia. Las cuerdas sonaron con mucho cuerpo, muy potentes pero en segundo plano cuando entraban los vientos. El bajo no dejó, en ningún momento, de bajar y subir escalas. Sonó potente, reclamando su espacio y cierto protagonismo.
Las voces sonaron afinadísimas y los coros, milimetrados, denotaban un gran trabajo de armonía detrás. Una ambientación musical perfecta y festiva para envolver el mensaje de “Justizia Planetaria” que traía Talco. Furiosos y contestatarios pero con ganas de juerga y movimiento. Justo como el público de Barcelona.

Para cuando Talco subieron al escenario, el recinto estaba completamente lleno. Los circle pitt no pararon durante el tiempo que duró la actuación de los italianos.

Con temas como “St. Pauli” o “La Danza Dell’Autumno Rosa” el público se vino arriba coreando hasta la última nota de las melodías que escupían la trompeta y el saxo, que no dejaron de animar el ambiente cuando salían de escena.

En resúmen, Talco ofrecieron un show sólido, con un sonido muy equilibrado, potentísimo, sin perder ni un matiz de lo que es su música en su segunda visita al Barna’n’Roll (habían participado en la primera edición). Sin fisuras. Como un puño en la cara pero con la alegría de una fiesta popular en la que nadie puede no moverse, zanjaron la presentación de su disco de Punkchanka “And The Winner Isn’t”, y de qué manera.

  
Talco
 

Grand finale para el Barna’n’Roll 2019. Diez años después de su última visita a Barcelona, The Offspring entró al escenario con una estrategia que nunca falla: “Barcelona” de Freddie Mercury y Montserrat Caballé. Apostaron sobre seguro. Tras la intro, una colección de canciones Punk Rock americano con las que muchos crecieron en los 90. Corrección. Con las que muchos crecimos en los 90.

The Offspring entraron a saco con “Americana” y “All I Want”. Ritmos frenéticos, cuerdas que crujían furiosas y voces afinadísimas muy cercanas a los discos de estudio. El sonido espectacular y entre el público, apretado hasta el límite, se formó un mosh pitt que duró hasta la última canción.

Básicamente repasaron éxitos de “Smash”, “Ixnay On The Hombre” y “Americana” con alguna pieza de alguno de sus otros discos.

Las tres guitarras sonaron como una, el bajo envolvió todo el Poble Espanyol de Barcelona y la batería sonó tan potente como lo hicieran las bandas que les precedieron.

La nota de color fue la versión del clásico de AC/DC “Whole Lotta Rosie”, tema que suelen llevar en directo y que, sin duda, es otra apuesta sobre seguro por parte de The Offspring. Nunca falla.

  
The Offspring (foto proporcionada por la organización)
 

El momento emotivo de la noche llegó con “Gone Away” interpretada por Dexter Holland al piano y en solitario.

Más adelante en el set list llegó “Why Don’t You Get A Job” y, con ella, una lluvia de balones hinchables cayó sobre el público de Barcelona. En aquel momento el Barna’n’Roll era una auténtica fiesta, no había nadie que no estuviese saltando o intentando rematar uno de los balones gigante.

Oficialmente, el concierto acabó con “The Kids Aren’t Alright” y con el público completamente entregado. Pero entonces llegaron los bises.

El primero de ellos fue la emocionante “You Are Gonna Go Far, Kid” y a continuación llegó uno de los momentos más impresionantes del concierto: el Poble Espanyol de Barcelona coreando, al unísono, la intro de “Self Esteem”, tema con el que The Offspring dio por cerrada la IV edición del Barna’n’Roll.

Los californianos tienen claro cuáles de sus éxitos funcionan en directo y demostraron sobradamente que siguen en forma para defenderlos sobre el escenario. Un concierto redondo.

En definitiva, una noche con bandas de mucho nivel independientemente de su procedencia o trayectoria previa. No importó. Todas ellas dieron la talla de forma rotunda y unánime. Sonaron contundentes y absolutamente nítidas. Mérito de las bandas y mérito de los técnicos de sonido.

Un sold out perfectamente justificado para un festival que, ya consolidado, conserva la capacidad de mantener un nivel muy alto en lo que a organización y bandas se refiere.

El año que viene más. Almenos por nuestra parte.

  
The Offspring (foto proporcionada por la organización)
 
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