The Niftys abrían la noche presentando su segundo álbum, ‘Sweet bloody Trip’ lo que les dejo demostrar su potente directo con el que consiguieron conectar con el público de Santander mediante un show contundente, enérgico y divertido. Nada más saltar al escenario hizo hasta que les perdonásemos el tener que madrugar al día siguiente, pues el concierto fue en jueves.

Mostraron una evolución mucho más personal y madura con sus nuevas canciones. Cayeron los mejores temas de sus dos discos y descargaron un directo arrollador, un sonido genuino, clásico pero moderno. Nos recordaron a los mejores tiempos del rock’n’roll pero pisando muy fuertemente el presente. Filtraron sonidos de garage, rock duro, blues, stoner o incluso punk.

Una demoledora sección rítmica que funcionó como una atronadora tormenta. Seis cuerdas afiladas como cuchillas partían el escenario en dos. Toneladas de actitud por parte de toda la banda desplegadas durante todo el concierto, sublimes con la versión del “Rock And Roll” de The Led Zeppelin con la que cerraron una más que potente y soberbia actuación.

Llegaba la hora de Nikki Hill. La artista, natural de la ciudad de Durham, en Carolina del Norte, presentaba en vivo su nuevo disco, ‘Feline Foots’. El directo estuvo lleno de canciones con mucha alma y repletas de influencias, desde un fuerte Rithm and Blues al rock and roll boogie. La poderosa banda ofreció un show magistral.

Marty Dobson a la batería y Nick Gaitán al bajo, atronadora base rítmica, una gran Laura Chávez a la guitarra mientras que el matrimonio Hill demostraba el porqué de su fama y éxito. Contundencia del sonido y la forma de tocar de Matt con versatilidad, tan sutil a veces como agresiva cuando la ocasión lo requiere, la voz de Nikki es una mezcla infalible.

Los solos de guitarra te transportan a cualquier lugar de Alabama. Nikki Hill es actual, muy actual aunque conserva sus inflexiones vocales del blues, su poder de atracción, su capacidad para ensimismar. Fueron cayendo temas como la electrificante “Hotshot” a lo Marc Bolan, "Oh my", "Ask yourself", "And I wonder", "I´ve got a man".  No podían faltar referencias a su ciudad de residencia: la estupenda New Orleans hizo disfrutar a todo el ES.

La guitarrista Laura Chavez hace lo que quiere con las seis cuerdas, toca de modo magistral. Unos solos bestiales, con momentos emotivos. Por otro lado está Matt Hill, guitarrista, su aspecto y la manera de utilizar las seis cuerdas, nos recuerdan más a un guitar killer que a un fino guitarrista de blues. Cuando esta banda toma posesión del escenario aparece su lado más salvaje, un corazón indomable, el del más genuino rock and roll y Nikki Hill desata su talento y habilidad escénica, su pasión sin límites. Un set list bastante completo y ajustado a una hora y media de concierto. Sonaron tanto temas de su primer album como de su último trabajo; “Poisoning the well”, “Get Down Crawl”, “Just Can't Trust You”, “Can't Love You Back (It's a Shame)”, “Might Get Killed Tonight”, “Tell the Next World”, “Heavy Hearts, Hard Fists”, “Mama Wouldn't Like It”, “Struttin'Oh My”, Para finalizar la noche, una brutal versión electrificante del “Rocker” de AC/DC.

Una vez terminado el concierto, la banda al completo bajo a su puesto de Merchan, y la propia  Nikki fue la encargada de vender sus discos, chapurreaba un poco el castellano, bastante divertida y amable con todo aquel que solicitaba fotografías o firmas.