Hace más de un año que Ghost comenzó "The Ultimate Tour Named Death" por Europa (si bien es cierto que Ghost visitaron Madrid y Barcelona en mayo acompañando a Metallica como teloneros, muchos de los seguidores de ésta mítica banda descubrieron la esencia de los suecos y no dudaron en estar atentos a la los movimientos de Ghost, tal y como se escuchaba hablar ayer: “tras verlos tocar como teloneros, era obligatorio venir a ver su show en un concierto propio”).

Al fin, el Palau Sant Jordi de Barcelona y el WiZink Center pudieron disfrutar de la vuelta del ahora Cardinal Copia y los Nameless Ghouls para cerrar el año con un concierto impecable, mucho más perfeccionado de lo que ya de por sí acostumbra Ghost.

All Them Witches y Tribulation fueron los encargados de abrir el evento. Lamentablemente, por motivos laborales, no llegamos a descubrir a Tribulation de los que tan bien se ha estado hablando y del que presentamos a continuación sus álbums: "The Horror" (2009), "The Formulas of Death" (2013) con ritmos que pasan desde el death metal en estos discos, hasta el heavy metal tradicional o al rock gótico en su último álbum "Children of the Night" (2015).

Pasadas las 19:30 comienza a sonar la intro de All Them Witches. Se presentan dando las gracias por venir y comienzan a tocar sus temas con un rock psicodélico definido y unos toques de blues presentes en sus discos "Our Mother Electricity" (2012), "Lightning at the Door" (2014) y del álbum "Dying Surfer Meets His Maker" (2015). El público los recibió con aplausos y movían sus cabezas al ritmo del bombo. Al terminar, cerca de las 20:30, el cantante bajó al foso a saludar al público mientras una multitud de técnicos recogían el equipo del escenario rápidamente y, al final, dejaron caer el telón para encubrir toda la preparación de lo que iba a ser el gran show Ghost (llama la atención que cerraran  las cortinas hasta con pinza para que no se viera nada).

‌Minutos antes empezaba a visualizarse cada vez más una niebla tenebrosa que invadía las primeras filas mientras sonaba música eclesiástica. Muchos asistentes iban disfrazados, pintados e, incluso, llevan lentillas blancas como el Cardinal; y una niña llevaba un peluche con el traje rojo tal y como viste en esta gira.

Alguien del grupo gritó “son las nueve”, se apagaron las luces con "Ashes" de fondo y tras el “one, two, three” cayó el telón. Los gritos del público aumentaron y la música rompió con los primeros acordes de "Rats", single del último álbum "Prequelle" (2018).

El espectáculo iba intercalando temas de cada disco/álbum con los momentos que el Cardinal se tomaba para hablar con el público o hacernos reír al venir montado en bicicleta, salir vestido con el traje de Papa tocando el saxo o haciendo gracias.

Siguieron sonando a la perfección "Faith", "Cirice", "Miasma", "Zombie Queen", "Spirit" en el que aparece con el traje negro entre gigantes columnas de humo, "From the Pinnacle to the Pit", "Ritual"... hasta que <<el WiZink empezó a arder>> al sonar "Year Zero" con llamaradas muy bien marcadas en el momento exacto.

La melodía de "Spöksonat" dio pie a "He is", pero el ambiente de bala se rompió con "Mummy Dust" donde la integrante del grupo salió con un teclado eléctrico. El final se acercaba, con explosiones de confeti que también lanzaron los billetes de dólar con la cara del Papa.

Alguien del público le regaló una rosa tanto al Cardenal como a la Nameless Ghoul. Siguieron con "Kiss the Go-Goat", "Dance Macabre" que fue toda una fiesta de colores, confeti y baile y, cuando creíamos que iba a terminar, "Square Hammer" se encargó de la traca final para que nos fuéramos de allí casi en shock entre tanta calidad y estilo sobre el escenario.

Se despidieron tirando púas y el concierto terminó tras un espectáculo de dos horas sublime, mucho más perfeccionado técnica y visualmente que el último; en resumen, todo un éxito.