Última noche del primer mes del año, con temperatura agradable para la época que nos encontramos.

Nos presentamos en la sala Moby Dick poco antes de las 21:00 y la sala aún se encontraba cerrada al público, así que nos fuimos a tomar la primera de la noche en un bar de los alrededores.    

A las 21:30 clavadas comenzaba Capitan Entresijos.  Clásico de clásicos de la escena madrileña.  Más de 25 años les avalan. Comenzaron con la cachonda "perseguida hasta el catre" de su último disco "Bola extra",  les siguieron "H.C.B" y "merienda de negros". 

El humor y la ironía son las señas de identidad del Capi que pronto se ganó a la audiencia con sus coñas y buen hacer. Para quien no conozca al Capitan Entresijos (ya estás tardando) decir que son un duo (anteriormente hubo diferentes formaciones) de bajo y batería. Esta vez solo tocarían a duo, en otras ocasiones suelen ir acompañados en algunos temas de Antonio, con su stick de hockey tuneado con una única cuerda de bajo y su pedalera  y de el Sali, Gran Garganta Profunda, con su alucinante actuación performance.

Perfectamente compenetrados, fueron empalmando un tema tras otro. Lo máximo que pararon fueron 15 segundos, más que nada por que tenían que hidratarse, el calor en la sala ya se iba haciendo notar. 

Había una buena entrada para ver al Capi con poco espacio en las primeras filas. 

Dani, el batería que haría doblete esa noche, (también le da a la bataca  en Motociclón) no paró en su función de aporrear la batería como pocos saben, junto a un Capi con su Rickenbaker al frente, conectado a una peladera que hizo las delicias de los amantes de los ritmos sucios y rápidos e hizo que nos olvidáramos de que no había guitarra.

Bastante humo la primera mitad del conci, alguien se pasó con la máquina, aunque le dio al conci un ambiente muy acorde con algunas partes densas de algunos temas. me comentaba después el Capi que ni veía al publico, solo sus manos sobre las cuerdas. 

Sonaron como un martillo pilón, así llegaron a "Polígono Bacala" con su estribillo a lo King Africa y hasta hubo momento para la reivindicación cuando el Capi le sugirió a los dueños de la sala que pusiesen un pinball para así empezar con "cervezas y pinballs" de su último largo. Con la cañera "los amigos de Luis" y "1:30" cerraron su conci, cuando llevaban poco más de 30 minutos.

Larga vida al Capitan Entresijos que nos hacen reír y flipar cada vez que se dejan ver.  Al día siguiente tocarían con Mordor Ruido en la sala Wurtlitzer Ballroom,  así que parece que están a tope.

Pasados 15 minutos y con una sala casi llena comenzaron Motociclón en un concierto muy especial ya que era su vuelta a los escenarios después de 7 años de parón (con algún conci entremedias hecho para alguna ocasión especial como el Pulpofest).  La vuelta parece ser que va a ser sólo para esta ocasión, cosa que me entristece enormemente ya que grupos como Motociclón no abundan por estos lares. 

"Poblao calé on fire" dio el pistoletazo de salida con ese guitarreo tan hardrockero del principio y un estribillo en el que ya se vio las ganas que tenia la peña de volver a verles coreado a pleno pulmón por los asistentes.  Siguieron con "Compadre" uno de sus hits más emotivos.

Caras felices abarrotaban la sala y ellos lejos de flaquear pese a su inactividad se dieron un conciertazo de aupa.

El sonido era bueno salvo por algún acople que hubo. El bajo estuvo correctisimo. El guitarra bordó un tema tras otro sin fallar una sola nota y mira que tiene su historia con esos solos que se marcaba, pura actitud heavyPunk.  Dani, el batería que repetía en su puesto sólo tuvo que cambiarse la camiseta para volver a dar otro bolazo y Robertez su showman que da la impresión de que no le costaría ganarse la vida contando monólogos e historietas para hacer reír a la gente pero que hostias, es que encima canta como Lucifer manda, llegando a unos tonos altos ideales para darle al grupo ese toque heavyrockero ochentero, que es a lo que suenan muchos temas como por ejemplo "Mutante" con un riff que no hace sombra sino que se folla a cualquiera de los de Motley Crew o Twister Sister.

Esto es autentico.  Recuerdo una opinión que leí un día en las redes que decían que Motociclón era como Extremoduro pero que Motociclón eran de verdad.  No hay más palabras señoria.

Mención especial para lo engrasados que estaban pese a llevar parados tanto tiempo como he dicho antes parecía que venían de gira. Siguieron desgranando temas e hicieron su particular homenaje al séptimo arte con "Warriors" y "El pico". 

Después de "Crapulismo" Robertez contó la historia de como un autobusero de la famosa ruta 130 escuchó su homónima canción.  "No habremos tocado en las mejores salas ni habremos vendido muchos discos pero para mi esto es mejor que cualquier mierda" decía el cantante con toda la razón. "Air guitar" y "Bocachanclas" cerraron el conci con esta última cantada a medias con el cantante de los míticos Keetchoop de Alcalá.

Como único reproche la duración del conci ya que tienen tantos temazos que faltaron unas cuantas, también es normal. Tocaron 40 minutos y que demonios no se les puede decir nada ya que dieron un bolazo y no cansaron.  No se les puede decir nada, bueno si, que vuelvan por favor que se les echa mucho de menos.  

Pasadas las 23:00 comenzaban lxs catalanxs The Capaces que celebraban sus 20 años como banda.

La noche fue *in crescendo* y esta vez teníamos dos guitarras compenetrados perfectamente para turnarse los solos y los riffs.  Las camisetas de grupos rockeros nórdicos de sus componentes nos pueden dar una buena pista de lo que pudimos ver en el escenario.

Comenzaron con un bloque de tres canciones y como de ingles ando más bien mal me llevé su set list. Que es el que pongo a continuación: "Isight, Black , Primit, In the rought, Shinning, Light the fuse, Roots, Ready, Break shores, On my way, Burning, Poison, Out of the past, Bad taste, Stay punk, Hammerstyle y for good".

El ritmo fue frenético, como el cuello de su cantante que no paró de moverse en todo el conci. Se notaba mucho la complicidad que tenían con el público, parecía que jugaban en casa.

El sonido al igual que con las anteriores bandas fue cojonudo y su directo sólo se vio interrumpido por la rotura de una cuerda en cada una de las guitarras y en canciones diferentes.
Muy cachonda su cantante Martillo, sugirió que les habían echado droga a las cuerdas.

Mucho meneo de cabezas, muchos cuernos y algún que otro vuelo dieron por finiquitado un bolazo que quedará seguro para el recuerdo de lxs asistentes.

Muchas caras conocidas de la escena madrileña, buen rollo generalizado y un peta en la puerta pusieron fin a una noche de 10 en el foro...