Cualquier día es bueno para asistir a un concierto y lo es más cuando se trata del primero de la semana y toca ver a un grupo de la talla de The Aristocrats, de gira europea presentando su You know what…, publicado el año pasado.. En mi mera opinión, no es equiparable a nada que haya visto hasta ahora por lo que podría decir que juegan en otra liga.

Para tratarse de un día laboral además de ser Lunes, había mucha gente entre la que pude reconocer músicos de bandas locales. Cuando los diferencias entre los asistentes sabes que lo que vas a ver va a superar tus expectativas y así fue.

Si bien estaba previsto que la hora de inicio fuera las 21:30 se demoró en torno a un cuarto de hora. Antes de que los músicos comenzaran a tocar nos comunicaron que estaba prohibido el uso de móviles (no podemos ni grabar ni sacar fotos).

Con una introducción musical animada que me recuerda al country arrancamos. Poco a poco los músicos van subiendo al escenario. Aún con la grabación puesta el batería comienza a tocar y posteriormente se unen sus compañeros. La batería marca el ritmo dando paso a las presentaciones.

El primer tema de la noche será “Blues Fuckers” que como se puede deducir tiene influencias bluseras combinándolo con el groove del funky. En ciertas partes la batería se lleva el protagonismo puesto que la dejan tocando sola mostrando así el virtuosismo de este músico que incluso llega a tocar de pie. Finaliza con una rueda de blues.

Antes de dar paso a “D Grade Fuck Movie Jam” nos dan la bienvenida al show, nos preguntan si conocíamos el título del corte anterior y aprovechan además para preguntarnos si tenemos en nuestro poder el nuevo álbum. Si no entendí mal el nombre que se le puso a la pieza que vamos a escuchar a continuación se debe a que según ellos podría pertenecer a la banda sonora de una película porno mala, ¡qué sentido del humor tienen!

“Spanish Eddie”, segunda del nuevo LP, según el guitarrista le suena a español incluso más que otras composiciones que llevan esta palabra en el título.  Al tener dos versiones del tema nos proponen adivinar cuál de ellas es. Una parte de éste nos recuerda al flamenco tradicional sin despegarse del funky. Distinguimos además el jazz. De aquí podemos destacar un breve parón que arranca con flamenco, da paso a una parte metalera y retomar el género con el que se nos caracteriza fuera de la Península.

El encargado de presentarnos “When we are together” será el batería y nos la presentara como una canción de beber ya que se le ocurrió cuando volvía del pub. Aprovecha para comentarnos que suena a folk y que su parte favorita es el duelo que se bate contra el guitarrista. Al  no tener efectos nos indican que aplaudamos en ciertas partes por lo que dan las instrucciones de cómo hacerlo en el momento exacto. Cuando participamos el único músico que toca es el guitarrista.

El origen de “The ballad of Bonnie and Clyde” es el siguiente: hará unos tres años al bajista le robaron todos sus bajos y gracias a Facebook y a que en una tienda de instrumentos encontró sus pertenencias llamo a la policía que se presentó dos horas más tarde. A pesar de haber reconocido a los delincuentes no pudo recuperarlas. Comienza con una parte lenta, otra con más intensidad para luego volver a la calma. Nos encontramos con un gran solo.

Después de preguntarnos si queremos temas de álbumes anteriores dan paso a “Get it like that” perteneciente al primer LP. Según palabras del batería cada noche suena diferente. De éste hay que destacar una especie de dialogo que se establece entre el guitarrista y el bajista y un periodo de tiempo en que la batería por la forma de tocar me recuerda al reggae.

Si hasta ahora nos habían ofrecido un espectáculo de alto nivel, lo que iba a ocurrir a continuación podría calificarse como dirían en el circo con el más difícil todavía: los músicos con instrumentos de cuerda se retiran a los laterales del escenario para sentarse y ver como su compañero ejecuta un solo de batería que sirve de exhibición de todos los géneros que puede abarcar. Vuelve a tocar de pie y de formas hasta ahora inauditas para mí. Lógicamente, ante semejante despliegue de técnica se ganó la ovación unánime. Esto fue lo último que vi porque al no disponer de vehículo propio y tener que depender del metro tuve que marchar antes de las 23:00. Por lo que me comentaron siguieron tocando hasta las 00:00.

Espero que en un futuro si nos vuelven a visitar la fecha programada sea en fin de semana y de no ser así como en esta ocasión pueda volver a casa por mis propios medios. El espectáculo de estos tres músicos consolidados es una magnifica lección de que el virtuosismo hecho con una buena dosis de humor y buena presencia en el escenario puede encandilar tanto a los entendidos de la música como a los que no tienen tantos conocimientos. Antes de ir a verlos me dijeron que me iba a divertir porque eran muy divertidos y ciertamente así fue.