Con el objetivo de cumplir escrupulosamente con las medidas de seguridad que impone la nueva normalidad, la entrada a La Riviera se produce con parsimonia. Mientras esperamos a que se llene poco a poco la sala, se nos ameniza con una selección de boleros que hacen juego con la escenografía de lamparita y palmeras que adornarán a Iseo esta noche. Una estampa retro que produce un fuerte contraste con la distopía de las filas de sillas y las mascarillas. |
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Una vez que hemos comprobado que la acústica de La Riviera sale bien parada con este tipo de propuestas sonoras, Iseo cambia ligeramente el rumbo de la noche al añadir el pedal de loop a la ecuación. No sin antes explicar su mecanismo, por si alguna persona suspicaz no ha estado en un concierto en lo que llevamos de siglo. En adelante, irá loopeando los sonidos que saca de su guitarra y su boca para hacer bases rítmicas o coros en canciones como “Vampire”, la versión de Chris Isaak “Wicked Game” o “Quemando”. El final de este bloque llega con una versión de “La flaca” de Jarabe de palo llevada a su terreno y dedicada a las víctimas del COVID-19, con palabras de apoyo a la sanidad pública y de recuerdo emocionado a Pau Donés. |
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