Hacía ya mucho tiempo, concretamente 8 años, que no me dejaba caer por los conciertos que se suelen celebrar en el exterior del Palacio de la Magdalena con motivo de las fiestas de Santiago en Santander,  unas veces por coincidencias y otras veces por ser día laborable y acabar generalmente bastante tarde, pero en esta ocasión nos visitaba una artista como la copa de un pino como es Bonnie Tyler, una autentica celebridad dentro del mundo del rock.

A la galesa la había visto en directo hace 15 años en Santoña, dentro de los conciertos organizados por el Año Jubilar Lebaniego 2006, demostrando aun estar en una gran forma y estaba seguro, como así fue, que, pese a estar ya en los 70 años, nos iba a dejar una noche para el recuerdo.

La verdad es que hasta esa misma mañana no tuve claro si iba a poder ir, pero fue una gran alegría comprobar que todo encajaba y que incluso la salida del trabajo cuadraba con la hora de acceso al recinto, con lo que para allá fui con cierto tiempo de antelación para poder aparcar cerca, ya que nada más acabar había que marchar a casa, no solo porque al día siguiente era día de trabajo sino también por el maldito toque de queda.

Una vez ocupé mi localidad, pude observar el poder de convocatoria de la británica, con solamente la zona de las gradas sin llenar, y congregando a gente de diferentes edades y gustos musicales, aguardando con ganas el inicio del concierto, que se retrasó media hora, lo que hizo acrecentar el miedo a que nos pillase el toque de queda.

Y eso de las 22.30 comenzaba la actuación de la artista, subiendo primero los integrantes de la banda y luego la propia Bonnie, recibiendo muchos vítores y aplausos y arrancando con la versión del “Flat on the floor” de Carrie Underwood, que ella grabó para su álbum del 2013 “Rocks and honey”, con un aire country tranquilo en el inicio, pero metiendo caña en algunas partes, siendo muy aplaudida.

Se mostró agradecida por nuestro recibimiento y muy dicharachera, hablando con los presentes entre canción y canción durante toda la velada, para seguir con otra pieza tranquila como es “Hold on”, la que abría su anterior disco “Between the earth and the stars” del 2019, aunque manteniendo ese estilo tan personal, sobre todo en el estribillo, para lanzarnos el primer tema clásico de su trayectoria como es el mítico “It's a heartache”, que iniciaba su segundo trabajo “Natura force” de 1978, casi nada, siendo uno de sus primeros éxitos y que supo defender con mucha dignidad pese al paso de los años y siendo, como es lógico, muy celebrada.

Otra canción que nunca suele falta en su repertorio es ese homenaje a los indispensables Creedence Clearwater Revival de la que tocaron ese “Have you ever seen the rain?” que abría su exitoso disco de 1983 “Faster than the speed of night”, dándole ese toque especial y con unos bellos efectos de lluvia en los paneles del escenario, siendo también muy cantada, reiterando siempre esos agradecimientos y hablando al público, antes de acercarse a la máxima actualidad discográfica de la cantante como es “The best is yet to come”, la obra que han publicado a principios de año y de la que nos anticiparon “When the lights go down”, con un sonido accesible pero guitarrero, como es marca de la casa, con una buen puesta escénica y una clase increíble, dejándonos un corte muy pegadizo.

Retrocedíamos un par de años atrás para regresar a su anterior obra en la que estaba incluida “Let's go crazy tonight”, con una buena presencia de los teclados y siendo una pieza muy pegadiza y animada, demostrando que la que tuvo retuvo y sigue haciendo canciones que enganchan, mientras continuaba trasmitiendo buen rollo y esas ganas de pasarlo muy bien, para dar paso al tema con el que fue conocida allá por 1977, es decir “Lost in France”, incluida en su disco debut “The world starts tonight”, con imágenes de Paris en el fondo del escenario, siendo una de los cortes más míticos y de los que más me gustan, con un bien solo de guitarra que le dio más cuerpo y más garra, con muchos aplausos al final del mismo.

De vuelta a la máxima actualidad, llegaba el momento de la que da nombre a su reciente obra, “The best is yet to come”, con un ritmo muy animado y pegadizo, arropada por un buen solo de guitarra final, para llegar a uno de los momentos cumbres en sus conciertos como es cuando suena la muy esperada “Total eclipse of the heart”, de su disco de 1983, muy bien acompañada de esos coros y con un buena muestra de imágenes como si fueran estrellas, defendiéndola bien y llevándola a su actual registro, con toda la gente entregada a este momento tan esperado y dejando un bello final, que estalló en una prolongada ovación.

Pero como ya he venido diciendo a lo largo de estas líneas, la artista sigue sacando buenos discos como ese que salió hace 2 años y cuyo tema título, “Between the earth and the stars”, fue el siguiente en sonar, una bella balada y con las cortinas de la parte trasera del escenario ayudando a ambientar la canción, para, tras motivar algo más al público, regresar a su quinto plástico con la que le daba nombre, “Faster than the speed of night”, otra muy esperada, con esos teclados muy presentes, pero también con unas crujientes guitarras y una potente batería que arropaban su gran ejecución, dejándonos un gran final, muy machacón y muy cañero, acelerándose en la parte final con una gran exhibición del guitarra, siendo quizás de lo mejor de la noche.

Para muchos la siguiente canción será más conocida por la versión de Tina Turner, pero lo cierto es que “The Best” fue incluida un año antes por la protagonista de esta noche en su disco “Hide your heart” de 1988, siendo recibida con la gente dando palmas desde el principio y aclamando el tema, con muy buenas luces de acompañamiento en los paneles, gustando mucho a los presentes y quedándoles muy bien, tras la cual se despidieron del escenarios tras más o menos una hora.

Lógicamente la gente quería más y la petición de vuelta fue seguida por el regreso de todos ellos, siendo el momento en que Bonnie Tyler presentó a los músicos que la acompañan, incluidos técnicos y a su marido, para pasar a tocar la versión del “Turtle blues”, compuerta por la legendaria Janis Joplin para la banda Big Brother & the Holding Company y que la galesa registró en su disco de 1988, un blues muy movido y animado que nos hizo balancearnos en nuestra sillas, con una buena presencia del teclado, que nos dejó un buen solo el cual fue seguido por uno de guitarra, tocando con ésta por detrás de la cabeza y ganándose una calurosa ovación.

A veces la vista falla en los setlist a los artistas y esto fue lo que la pasó a Bonnie Tyler que estaba anunciando una canción que iba después, por lo que pidió perdón al público y a sus compañeros de escenario, siendo el turno de “Slow walk”, de su anterior trabajo, con ese sonido blues que posee, resultando ser un corte animado y con unas bellas animaciones en la pantalla, antes de llegar la muy esperada y aclamada “Holding out for a hero”, que apareció en la banda sonora de “Footloose” en 1984, siendo luego recuperada para el disco de la cantante “Secret dreams and forbidden fire” de 1986, muy bien defendida por la banda y la cantante, con toda la gente cantándola con ganas.

Tras la ovación que despidió a la anterior canción, nos anunció que la siguiente era la última, poblándose el recinto con las linternas de los móviles que sustituyen a los mecheros de tiempos pretéritos y es que llegaba el turno de “Older”, de su anterior disco, con la parte trasera del escenario con imágenes de velas, siendo un bello y lento tema, que puso un precioso final a la actuación.

Y así, tras más o menos una hora y media sobre las tablas, concluía la velada de Bonnie Tyler, con la protagonista y sus músicos saludando desde el escenarios, dejándonos un concierto muy ameno y donde supo combinar buena parte de esos temas inmortales con otros de más reciente factura y que tienen también muy buena pinta, demostrando que no vive sólo de las rentas.

La cantante ha sabido adaptar las limitaciones vocales propias de su edad a unas ejecuciones más acordes a su actual registro, buscando ese en el que se encuentra más cómoda y no forzar hacia registros más altos, pero sin que ello desmerezca unas canciones que, además, fueron muy bien tocadas por los músicos que la acompañan, sin olvidar el buen trabajo desde la mesa de luces, con esa imágenes que iban acompañando la actuación y que fueron un aliciente más.

Sin duda alguna, fue un maravilloso viaje a nuestra juventud con la artista galesa, una de las últimas viejas rockeras que siguen actuando con asiduidad y calidad y esta noche demostró que la edad no puede con ella y que sigue sabiendo engancharnos con sus interpretaciones.

¡Leyenda!

bonnietyler.com
www.facebook.com/BonnieTylerOfficial
www.youtube.com/bonnietylerofficial

Y no había tiempo para más, ya que era más de media noche y había que llegar a casa, soportando el atasco que se genera a la salida de estos eventos y con la espada de Damocles del toque de queda sobre nuestras cabezas, pero, eso sí, muy animado por esta velada y contento porque esta noche sonó rock del de toda la vida en el Magdalena Deluxe.