El de Iván Ferreiro no fue uno más de esos conciertos de mesa camilla que tanto proliferan desde que vivimos en la nueva normalidad; aunque Iván estuviera en Alcalá de Henares únicamente acompañado por su hermano Amaro, sentados los dos y rodeados de televisores antiguos (de tubo de rayos catódicos). En la gira “Cuentos y canciones” pesan tanto las historias como las canciones.

Nada más salir a escena, Iván explicaría que la velada iba a consistir básicamente en que irían repasando cronológicamente su carrera con una canción de cada álbum publicado. Todo ello aliñado con fotografías en blanco y negro y alguna que otra imagen en movimiento que aparecerían en la gran pantalla mientras los Ferreiro (sobre todo Iván, pero con la inestimable aportación de Amaro) irían relatando los acontecimientos, publicaciones, anécdotas y personas con las que se habían ido topando durante la carrera musical en solitario de Iván; quien advirtió que no sonarían todas las canciones que el público esperaba escuchar. Y lo demostró desde el principio, interpretando ”Espectáculo” tras contar cómo se gestó “Canciones para el tiempo y la distancia”, su primer álbum en solitario, publicado en 2005, dos años después de la disolución de Piratas.

Después, partiendo de que Ferreiro significa herrero en gallego y mediante el infalible método de la reducción al absurdo llegaría a la conclusión de que ellos (Amaro e Iván) habían llegado a ser la legítima versión galega de The Smiths cuando giraron por los pubs de Vigo. Y cantaría un tema en inglés. No recuerdo si era de The Smiths o de The Smithereens, pero éste quizá no resulte un dato relevante para quien ni sea gallego ni mayor de cuarenta años.

De esta manera nos iríamos enterando de quienes, cuándo y por qué habían producido sus discos; de en qué momento y circunstancias los diferentes músicos fueron entrando a formar parte de su banda… Todo contado siempre de forma amena, con modestia y distanciamiento desmitificador de su trayectoria y de sus logros, y con gran sentido del humor; hasta con cierta retranca.

Sirva de ejemplo la anécdota del día en que Keanu Reeves se empeñó en tocar el bajo con él. “Le dije a Keanu que tocara `Sweet Home Alabama´ mientras yo hacía “Miña terra galega”, explicó Iván.

Pero el bajista de su banda acabaría siendo Pablo Novoa (quien había sido guitarrista de Golpes Bajos). Aunque su primera colaboración consistiera en tocar el piano durante la grabación de “Mentiroso mentiroso”, no sería hasta “Picnic extraterrestre” cuando Pablo Novoa se incorporara definitivamente a la banda para tocar el bajo.

De “Mentiroso mentiroso” sonaría “Secretos deseos”; de “Picnic extraterrestre” (al que una web calificó como “disco infantil y medio esquizofrénico”),”Paraísos perdidos”.

A pesar de que pueda presumir de que Keanu Reeves le pidiera tocar el bajo mientras él cantaba “Miña terra galega”, Iván Ferreiro siempre ha confesado, y confiesa, que su grupo favorito de todos los tiempos es Golpes Bajos; sumado esto a que Pablo Novoa ha declarado que Siniestro Total y Golpes Bajos se llevaban como el Betis y el Sevilla -pese a haber compartido cantante en sus inicios o precisamente por esto-, cabe inferir que el susodicho Iván Ferreiro no hará un disco homenaje con motivo del cuadragésimo aniversario del primer concierto que dieron Siniestro Total, efeméride que tendrá lugar el próximo mes de diciembre. (En el momento de cerrar esta crónica ignoramos si los propios Siniestro Total harán algo, pues llevan demasiado tiempo callados.)

Sin embargo sí hizo un disco homenaje con las canciones de Germán Coppini y Teo Cardalda, ayudado por Pablo Novoa. El álbum “Cena recalentada” no se publicaría hasta cinco años después del fallecimiento de Germán Coppini.  

Mientras tocaban en Alcalá la canción que da título a este disco -la preferida de Iván- fueron apareciendo en la pantalla del escenario los tuits que les dedicaron los asistentes al festival Portamérica de 2014 donde se presentó el homenaje (cuatro años antes de grabar el álbum) sin que el promotor hubiera advertido en la publicidad que en dicho concierto solo tocarían canciones de Golpes Bajos. 

Les dijeron de todo en los tuits, pero nada bueno.

Nos contaría también uno de los trucos más habituales de las compañías discográficas, que consiste en sacar discos de grandes éxitos encubiertos al grabarlos en conciertos y con colaboraciones de otros artistas. Como uno en que pudieran aparecer “Años 80” y “Turnedo” para conseguir pingües beneficios: “Confesiones de un artista de mierda”.

Sin embargo, de Piratas interpretarían “Sondear”, que no está incluida en ese disco. Y “El equilibrio es imposible” sonaría a continuación sin avisar; sin presentación ni historia previa. Quedó claro que no quería cantar “Años 80”.

Una fotografía de Suso Sáiz aparecería en la pantalla para recordar que había producido la mayoría de sus discos hasta que el relevo lo cogió Ricky Falkner. Fue cuando marcharon a Barcelona para grabar “Val Miñor-Madrid. Historia y cronología del mundo” con la colaboración de “peligrosos independentistas catalanes con los que trabajaron muy a gusto”.

Todas las canciones de este disco llevan títulos de películas o de series. El tema original de “Twin Peaks”, serie de David Lynch, había sonado mientras salían al escenario.

Una imagen recurrente que fue apareciendo en la pantalla durante el concierto sería la de Miguel Bosé. El ídolo icónico de la música comercial española desde la década de 1970 frecuentemente es utilizado como meme en el siglo XXI a partir de sus sorprendentes declaraciones durante el confinamiento de esta pandemia. 
 
Colaboraciones con otros artistas, Iván Ferreiro ha hecho bastantes. Recordó las que  realizó con Xoel López, Santi Balmes, Andrés Calamaro, Café Quijano… Pero interpretaría la que hizo con Coque Malla: “Me dejó marchar”. Se la escuchamos cantar al propio Coque Malla en la edición del año pasado de Alcalá es Vida.

No dejaría pasar la ocasión sin recordar y dar las gracias al también vigués Nicolás Pastoriza (“¿Bromea o qué?” se llamaba su banda de los años 80) por todas las composiciones que éste le ha regalado y las que Iván Ferreiro ha utilizado para convertir en canciones propias, como “Tupolev” o “El bosón de Higgs”. De él cantaría “Plutón”.

De “Casa”, su último disco de estudio con todas sus canciones inéditas sonaría “El pensamiento circular”, dedicándosela a todos sus compañeros con los que este verano no ha podido coincidir porque no ha habido apenas festivales. 

Al final ofrecería “Puede que mi casa sea una trinchera pop”, la última transgresión que ha escrito y que canta sobre la música de “Las cuatro estaciones de Vivaldi”  recompuesta por Max Richter, quien se está pensando si autorizar al gallego que la publique usando su deconstrucción del clásico. Al menos eso nos contó.

Pero el público que estuvo la noche del 11 de septiembre de 2021 en la Huerta del Obispo de Alcalá de Henares volvería muy satisfecho a casa tras poder cantar con los hermanos Ferreiro “Turnedo”, tema compuesto por Amaro que apareció en el primer disco de Iván pero que éste se había reservado para cerrar el concierto de “Cuentos y canciones”. Pillín pillín…