Parece que poco a poco se van normalizando las cosas, aunque sea de aquella manera y, con las pertinentes medidas y con la precaución que hay que tener, todo el asunto de la pandemia va superándose pese a que no hay que bajar la guardia pero si recuperar todos aquellos hábitos que habíamos dejado atrás.
Y una de las cosas en la que más lo estoy notando es en la programación de las ya pocas salas que quedan en Cantabria, que, de nuevo, vuelven a organizar conciertos de manera frecuente todos los viernes y sábados e incluso algún otro día como es el caso del Rock Beer The New, esa batalladora sala próxima a cumplir 35 años al pie del cañón que se dicen pronto.
Y aunque siempre que les han dejado han estado ofreciendo música en vivo, como he podido comprobar en diferentes ocasiones, la última hace menos de 2 semanas, ahora ya se han lanzado a traer propuestas de bandas también de fuera de nuestras tierruca como eran los protagonistas de esta velada del último viernes del mes de septiembre.
Esta jornada visitaban el histórico local los madrileños Transmisión N junto a los bilbaínos Big Mouth, dos bandas con ya un largo recorrido pero con los que aún no había llegado a coincidir y que iban a tocar de manera gratuita, eso sí con aforo reducido, por lo que no me lo pensé dos voces y para allá que fui.
Tristemente y pese a lo mencionado anteriormente, había mucha gente consumiendo en la terraza exterior del local pero no fueron muchos los que se animaron a entrar, encontrándome prácticamente sólo cuando, de manera puntual, comenzaba el evento. ¿Dónde está toda esa gente que tenía tantas ganas de conciertos durante la pandemia? Ellos se lo pierden, pero luego no lloremos.
Los primeros en salir fueron los veteranos Big Mouth, fundados en el año 2006, aunque nada más editar su primer trabajo tuvieron unos cuantos años de parón hasta que en el 2014 vuelven con su segundo disco, estando la banda integrada en la actualidad por el fundador Kepa a la guitarra y voz, Javi al bajo e Iñaki a la batería y voces.
Big Mouth
Hasta el momento el grupo ha registrado 5 trabajos desde sus inicios, siendo el más reciente “The Attack On The Thin-Skinned Planet”, un disco que publicaron a finales del 2019 y al que por motivos de la pandemia no han podido dar el recorrido que hubieran querido, por lo que ésta era una buena oportunidad para hacerlo.
Y precisamente con un corte que aparece en dicho disco, concretamente en la edición vinilo del mismo, “Hell on earth”, arrancaron su velada a toda velocidad, siendo unida con “T-Rex on your back”, la que daba nombre a su tercer trabajo allá por el 2015, con un cierto aire más rockero pero manteniendo la intensidad del concierto.
Sin pausa alguna llegaba el turno de “Rise and fall of the teenage mutant snowflakes from outer space”, una de las que aparecen en su actual obra y donde se pueden apreciar ese gran trabajo que hace Iñaki con los coros, para continuar con la rápida y pegadiza “I don't wanna lose my brain”, presente en su segundo plástico “We have no time” del 2014.
Se tomaron una breve pausa que utilizaron para agradecer a la sala el haber contado con ellos, así como a sus compañeros de cartel y a los presentes, que íbamos aumentando lentamente en número, nuestra asistencia, para pasar a tocar la que da nombre a su actual referencia, “The attack on the thin-Skinned planet”, a toda velocidad y metiéndonos aún más en el concierto, pasando, sin parar, a “Killer klowns from outer space”, en la que cantó su batería, dando al tema un sonido más crudo por la voz de Iñaki.
Regresaron a su tercer disco con el corte que lo abría, “Sick city”, con un sonido más intenso y elaborado que los anteriores, pero sin tanta velocidad, para volver a su actual referencia con “Pulling the strings”, que quisieron dedicar a un amigo que ese día hubiera hecho años, una de las canciones que más me gustan, con esa buena combinación entre las dos voces.
Era el momento de recuperar la velocidad previa en “We don't care”, de su segunda referencia, y en donde de nuevo pudimos destacar esa buena apuesta por los coros más agresivos que contrastan con la voz de Kepa, dejándonos un corte pegadizo que fue seguida por la guitarra que dio paso a “Newton's third law”, de su actual obra, con Iñaki cantando y dejándonos una pieza que enseguida te engancha, con mucha fuerza y potencia y un estribillo muy quedón.
Nos agradecieron nuestra acogida y esos aplausos que los presentes les estábamos brindando, para hacer la única incursión en su disco anterior, “The Smoke seller” del 2017, con “Am I being...?”,algo más tranquila pero dejándonos un bello tema que gustó mucho, contrastando con la velocidad y rapidez de “Lose the control”, de su tercera obra, con ese estribillo tan pegadizo y que nos hizo seguir moviéndonos con su música.
Big Mouth
Todavía más rápida y cañera fue “Girls & birds”, también de ese disco del 2015, y que es de las de cantar con muchas ganas, para volver a su más actual trabajo con ese “Safe space”, asimismo muy veloz en su inicio pero con un cambio de ritmo en la parte final que le dio un toque diferente y con una importante presencia del bajo.
Y aunque todavía les quedaban unas cuantas canciones por tocar, el tiempo se les echaba encima y tenían que dejar paso a sus compañeros de cartel, por lo que se despidieron de todos nosotros, no sin antes dejarnos con su particular versión del “Eres tú” de Mocedades, al mismo tiempo que presentaban a los componentes de la formación, siendo Iñaki el que se puso a la voz a esta muy original adaptación.
Y así, tras algo menos de una hora sobre las tablas, se despedían la gente de Big Mouth que, pese a la escasa concurrencia presente, sacaron adelante un concierto muy ameno, con una propuesta muy intensa y cañera que me gustó mucho y que espero ver en otra ocasión y, a ser posible, con algo más de público.
Son una banda que ofrecen una propuesta no muy habitual por estas latitudes y demostraron ser músicos muy curtidos y con temas muy variados, pero que te atrapan con mucha facilidad, lo que hace que, aunque, como era mi caso, no conozcas muchas de sus canciones, enseguida las pillas el punto.
La segunda y última banda de la noche eran Transmisión N, un grupo que se forma en el 2013 en Turín como The Night Transmission, pero cuando su fundador Mark, guitarra y voces, regresa a Madrid y se asienta en dicha ciudad, tras dos discos más y con el castellano como único idioma, toma el actual nombre, estando la formación completada en la actualidad por Willi guitarra y coros, Txetxu bajo y coros e Iván a la batería.
Este cuarteto ha publicado hasta la fecha 6 trabajos, contando las dos fases, repartidos en 3 con su primera denominación y otros tantos con la actual, el último de los cuales, “Día a día”, fue editado el 1 de abril de este año y es uno de los motivos por los que se iban a dejar caer por tierras cántabras.
Y presentándose antes los asistentes, dieron comienzo a su actuación de la misma manera que lo hace su actual disco, que repasarían en su totalidad, concretamente con “Dolor”, con bastantes problemas con el sonido, sobre todo con las guitarras que casi no se oían, recordando que era su primera vez en Cantabria, para continuar con “Navegando”, publicado hace 4 años en su “Zombie urbano”, tercero en su trayectoria y cuando aun tenían su denominación original, muy movida y para la que consiguieron las palmas de la gente.
El sonido no acababa de estar bien y, tras algunos ajustes técnicos, retornaron a su actual disco con “Eh!”, un buen tema que quedó deslucido por esos problemas de los que hablaba, llevándolos a cambiar el amplificador para ver si esto mejoraba, continuando el repertorio con otro corte de su actual obra como es “Entre cartones”, una canción cantada por el bajista que se la dedicó a un amigo, con una muy bonita y sentida letra, siendo una de las de cantar con ganas.
Transmisión N
No querían perder más tiempo y, sin preocuparse ya por un sonido que no les iba a acompañar durante toda la velada, continuaron con otra pieza de su disco de este mismo año como es “Hermano”, otra muy buena canción y muy pegadiza, casi un himno, tras la que reconocieron que es fácil tocar ante mucha gente pero hoy, aunque éramos pocos, lo iban a dar todo como veríamos en “La fiesta”, siguiendo el orden en que aparecen registrados en su álbum, pidiendo palmas y siendo un tema muy cañero y movido.
La primera incursión en su anterior trabajo, “El odio me alimenta” de hace 2 años, fue con “Odio”, que fue cantada por Willi y anunciada como una canción de amor, aunque lógicamente era una contundente pieza que muestra la calidad de su propuesta como también lo hace ese temazo que es “Los 5 de Harlem”, de su actual obra y para el que, como nos recordaron, habían grabado un videoclip, siendo para mí uno de los mejores temas que tienen publicados.
Continuaban el repaso a su más reciente trabajo con “Menta mata mente”, para el que nos pidieron que los acompañásemos con unas palmas en el inicio, siendo un tema pegadizo y que enseguida se te queda, con esos coros que, como toda la noche, tan bien quedaban, anunciando que poco a poco iban llegando al final de su conciertos, siendo el momento de dedicar la siguiente canción, “Punk rock” del mismo álbum, a sus compañeros de cartel y a la sala por contar con ellos, cantando Willi y dando mucha contundencia a la interpretación de este auténtico himno.
Unida a la anterior llegaba el turno de “Perdido en un bar”, otra que aparece en su disco de este 2021, también muy animada y de las que te hace moverte con ganas, tras la que nos preguntaron qué tal lo estábamos pasando en esta especie de fiesta privada, con positiva repuesta, regresando a su anterior trabajo con “Estrellas”, precisamente la que la abría, muy cañera y animándonos a movernos en las sillas ya que teníamos que estar sentados.
Transmisión N
Nos retaron para comprobar cuántos nos sabíamos la siguiente, que era la inmortal “Historia triste” de los Eskorbuto, con Willi haciéndose cargo de la voz principal y siendo uno de los momentos más festivos de todo el concierto, tras la que anunciaron que se iban pero que la siguiente, ese “Todo ha cambiado” que daba nombre a su disco del 2018, primero con su actual nombre, pero que han recuperado para cerrar el actual, la teníamos que cantar, como así fue y con Willi bajando a tocar entre el público, algo que no es muy habitual en estos tiempos.
Pero nadie quería irse de allí y la gente quería otra, preguntando la banda si daba tiempo a una más, con afirmativa respuesta de la dirección del New, dedicándonosla a todos los que habíamos venido, siendo el momento de “Baladas a la soledad”, de su segundo disco de allá por 2015 “Fugándonos al pasado”, con la gente colaborando en los coros y sirviendo de presentación de los componentes del grupo, concluyendo así su hora sobre las tablas.
Es una pena que la actuación de Transmisión N quedase minada por el sonido, pero consiguieron que tanto ellos como la gente lo pasase bien, entregándose como habían prometido, pese a la escasa afluencia, y demostrando que son una gran banda, con muy buenas canciones, especialmente las de este último disco que tanto me ha gustado.
Una banda muy interesante estos Transmisión N, que hacen un punk rock con mucha variedad de registro, algo que además vienen reforzado por el contar con hasta 3 personas que se hacen carga de la voz, lo que le da frescura a sus temas, ya de por sí bastante pegadizos y que te entran rápidamente.
Y tras hacerme con merchán de ambas bandas, estuve charlando con algunos de los miembros de ambas formaciones, demostrando cercanía y buen rollo tanto entre ellos como con los presentes, para luego irme del Rock Beer The New con ese sabor agridulce que se te queda cuando te lo has pasado bien, has disfrutado de los grupos y de las canciones, pero el sonido no ha acompañado, aunque, como me dijeron los músicos, ellos se lo habían pasado bien y nosotros también y eso era lo importante.
24/09/2021 
Txutxy Cano 
Txutxy Cano
Rock Beer The New, Santander, Cantabria
