Si el Azkena Rock está de celebración, la ciudad de Vitoria-Gasteiz también. Y es que el festival y la ciudad están hermanados desde hace dos décadas y así han querido hacerlo notar. En el centro de la ciudad se ha colocado un paseo de las estrellas en el que se han puesto 75 nombres de artistas que han pasado por el festival a lo largo de estos años.

Un código QR en cada nombre nos acerca a conocer alguna curiosidad de los artistas en su paso por la ciudad. Nombres imprescindibles del rock internacional y estatal, como Bob Dylan, Kiss, Sex Pistols, Deep Purple, Alice Cooper, Blondie, Pearl Jam, Los Enemigos, Loquillo o S.A.

Último día en Mendizabala, aunque las fuerzas escasean tenemos varias citas pendientes con las que cumplir y el calor no nos detiene. La programación de hoy nos anuncia que va a ser un día en el que las mujeres del rock van a ser las grandes protagonistas.

Hoy de nuevo empieza la jornada con el concierto de La Virgen Blanca, el calor sofocante de esta edición ha hecho que mucha gente no acuda a la cita gratuita del medio día en la ciudad. Aún así Theo Lawrence and The Possums pone sobre las tarimas las primeras notas de rock del día.

Esta banda se incorporó al cartel a última hora tras la cancelación de Kim Lenz por enfermedad. Tendremos que esperar a otra ocasión para escuchar a la galardonada como la mejor artista femenina del Rocabilly.

Después de hidratarnos y reposar en una de las muchas sombras que ofrece esta maravillosa ciudad, acudimos al escenario God donde los vascos Wicked Wizzard nos traen su rock psicodélico que nos recuerda a grupos como Black Sabbath. Un comienzo en el que la lluvia cayó sobre el respetable que no dudo en quedarse hasta el final.

El escenario Love en esta última jornada nos trajo canciones en euskera de la mano de Joseba Irazoki. El navarro con su particular interpretación de las letras deleitó a los asistentes junto con su banda.

Una de las grandes sorpresas de la jornada, nos ha resultado DeWolff, cuya presencia y actitud nos ha enamorado en un concierto también amenizado por la lluvia. Las tablas que posee este trio de los Países Bajos engatusaron hasta a los más escépticos, y es que los toques de rock sureño y el innegable talento de la banda, volvían a Euskadi para constatar que les queda mucho por ofrecer.

Como decíamos, las grandes protagonistas de la jornada han sido las mujeres. Que gusto nos da ver como el cartel de este año incorpora más grupos femeninos y poco a poco podemos mostrar el talento de tantas artistas de este género.

Patti Smith era una de las más esperadas de esta edición, ya que su confirmación en el cartel del Azkena de 2020 nos ha hecho esperar dos años para poder disfrutar de esta reina del rock. Sus letras reivindicativas, su look genuino y su gran presencia la han consagrado como una de las mejores artistas del rock, no en vano.

En el concierto que nos ofreció tuvimos el lujo de poder escucharla junto a otra grande que nos había ofrecido un gran concierto momentos antes, Emmylou Harris. Cayeron temas imprescindibles como “Because the Night” o “Gloria”, que el público acompañó en todo momento. Patti se despidió del respetable con la imprescindible “People have the power” dejando un público emocionado y muy satisfecho.

Otras agrupaciones en las que las mujeres reinaron en las tarimas en la última jornada del Azkena fueron: Tiburona, Black Mountain, Suzi Quatro y Messer Chups. Las primeras que se dejaron ver en la zona Trashville, son tres madrileñas que trajeron un garage yeyé descarado y reivindicativo.

Black Mountain nos ofreció un concierto de rock psicodélico en el que el público coreó las canciones desde el primer momento. También destacaron Messer Chups que desde San Petersburgo nos hicieron mover el esqueleto al más puro ritmo rockabilly.

Cayó la noche y con ella nuestra última visita a las atracciones que ofrece el festival, en esta edición The Wall of Death y coches de choque. Impresionados podría ser un adjetivo que describiese como nos quedamos con el espectáculo de los moteros acróbatas de The Wall of Death.

Esta atracción que venía siendo muy popular en anteriores ediciones, no venía al ARF desde hace unos años, sin embargo, ha llenado aforos en todos sus espectáculos. Cinco euros te permiten ver como unos motoristas suben por una pared vertical mientras leen un libro o disparan un globo. Mientras, una banda de rock ameniza con su potente batería y sus riffs de guitarra lo que parece un espectáculo de locos. Sin duda, 100% recomendable.

Así nos despedimos del Azkena con la mirada puesta en la próxima edición que ya tiene su cita programada. De nuevo en el formato de tres días el 15, 16 y 17 de junio de 2023.

Larga vida al rock.