El pasado 24 de junio nos desplazamos al auditorio del parque municipal de la localidad Madrileña de Pinto para ser testigos de la actuación de El Último Ke Zierre durante la segunda jornada del festival I Love Music.
La formación de Burriana, que llevaba cierto tiempo sin pisar Madrid -y más tiempo aún sin acercarse a Pinto- venía dispuesta a sintetizar en los poco más de 60 minutos en los que estaba programada su actuación, los 35 años de existencia de la banda (si bien es cierto que no nos ofrecen nuevo material desde El Mutante del Barrio Chino, publicado en 2017).
Tras una prueba de sonido que se alargó más de lo esperado, debido a que había más talento que medios sobre el escenario, fueron los acordes de “Mal Camino”, del álbum Esperando al viento (1995) los primeros en sonar en un recinto en el que aunque empezaba a caer el sol, aún reinaba un calor sofocante que intentaba ser contenido mediante vaporizadores de agua que dificultaban notablemente la obtención de fotografías nítidas y, posiblemente, causasen alguno de los problemillas de sonido que surgieron durante la jornada.
El Último Ke Zierre
“Olor a muerte” y “Refuckeado” se encargaron de terminar de meter al público en situación. Público entre el cual, al tratarse de un concierto de tarde, gratuito y al aire libre, abundaban las familias compuestas por fans de la banda que, habían crecido y habían tenido descendencia, perpetuando así la esencia del punk rock de los 90 y pasando el testigo a la siguiente generación.
Poco se puede decir sobre esta formación que no se haya dicho ya. Ritmos rápidos y letras explícitas, con una fuerte carga social y política de la que se puede apreciar una importante evolución entre sus distintos lanzamientos. Pero, sobre todo, se trata de una banda de directo; una banda con un directo atronador que exuda rabia y energía y que ha aportado varios himnos a la historia reciente del rock, como son “Soldadito español” (abiertamente antimilitarista) y “Fornicare est pecatum” (alegato al amor libre, que no fue interpretado en esta ocasión)
Y como no todo en esta vida es política, sino que también hay amor… y en ocasiones, sexo; no podían faltar temas como “Tus bragas” (Ay de mi!, 2003) y “Tú me vicias” (Que se repartan el mundo, 1993). Finalmente, fue “La lluvia y el sol”, tema que cierra su último trabajo de estudio, el tema elegido para poner fin a un concierto del que, sin ser el mejor en la historia de la banda, todo el mundo salió contento.
El Último Ke Zierre
Tras un descanso y un cambio de configuración llevado a cabo durante la celebración de otro concierto en un escenario cercano, fueron Los Chikos del Maíz los encargados de poner fin a la jornada festiva.
El Nega, Toni Mejías y Dj Plan B repasaron los temas más importantes de esta formación de rap nacida en Valencia y caracterizada por la explicitud de sus letras, que en alguna ocasión ya les ha supuesto campañas en su contra e incluso acciones judiciales; pero que ha sido y sigue siendo seña inequívoca de identidad.
No faltaron “La estanquera de Saigón”, “Anatomía de un asesinato” o “No pasarán” así como varios temas cantados a capela y acompañados del anuncio de una próxima visita al estudio, lo que hace augurar que próximamente podremos tener en la mano un nuevo disco de rap ácido, mordaz e ignominioso que seguramente no compren ni Zoido ni Becerril.
A esta hora ya no había tantos niños, pero el auditorio se encontraba prácticamente lleno de un público entregado que bailaba y cantaba todos y cada uno de los temas, desde “Comanchería” hasta “Pasión de Talibanes” o “Los hijos de Iván Drago” para terminar con “Libreros”, canción que Toni interpretó haciendo uso de una peluca con patillas y flequillo, pues el pueblo lo sabe, pero a él se la suda…
Nadye
Al igual que ya hicieran en su concierto del WiZInk Center en enero, la formación se disculpó públicamente por el tinte machista de algunas de sus primeras letras. Así mismo, El Nega se tomó unos minutos para reflexionar en alto acerca de la contradicción que reside en el hecho de que el que se autodefine como el “gobierno más progresista de la historia” vea con buenos ojos la muerte de treinta y siete migrantes a manos de la gendarmería marroquí. Ambas intervenciones fueron ampliamente aplaudidas; y lo único sobre lo que los asistentes no se pusieron de acuerdo es sobre si los minutos de DJ PlanB en solitario procedían o no.
Personalmente considero que para tratarse de un concierto en un parque, sin el equipo adecuado y con unas férreas limitaciones de horarios, tanto los músicos como todo el cuerpo técnico y el personal de producción realizaron un esfuerzo titánico para que el resultado fuera lo más satisfactorio posible. Y, salvo muy contadas excepciones, todo el mundo parecía haber disfrutado enormemente de la jornada.