En lo que está pareciendo un verano infinito, se reunían cientos de personas en el WiZink Center para disfrutar de una de las mejores bandas de rock que ha dado Glasgow. En un tour que se vio aplazado, por covid, hasta hace un par de semanas, Franz Ferdinand empezó su gira de canciones recopilatorias Hits to the Head en Mánchester, Inglaterra. Madrid fue la tercera ciudad fuera del Reino Unido en la que la banda escocesa salía a dar su show, tras Aix en Provence y Barcelona.

Pese a que solo se abrió la pista en el WiZink Center, donde se respiraba un aire más íntimo, el ambiente del pabellón era expectante. Ayudaron los más de diez minutos de retraso en los que la banda tardó en iniciar el concierto. Pero lo hicieron a lo grande. Teniendo en cuenta que el tour es una recopilación de los mejores temas de los británicos, el espectáculo estaba asegurado. Empezando con The Dark Of The Matinée, la banda pondría el tono de lo que sería una maravillosa actuación.

Empezaba una función en la que Alex Kapranos sería la luz más brillante. Tras finalizar la primera canción, el cantante y cara visible de Franz Ferdinand se dirigía al público, para dar las gracias y prometer un espectáculo a la altura de lo esperado. El cantante principal y guitarrista sería el centro de atención con sus bailes, saltos y poses fotogénicas, llevándose los vítores y los aplausos de los allí presentes.

El primer gran momento de la noche vendría con Do You Want To. Una de las canciones más icónicas de la banda, título insignia del segundo álbum de estudio del grupo. Los escoceses alargaban hasta el infinito la canción, haciendo de una canción de unos tres minutos, una de prácticamente ocho minutazos. Un Alex Kapranos pletórico, formaba una gran conexión con el público, yendo hacia la pasarela al final del escenario para fundirse con todos los amantes del rock. Un Kapranos, dicho sea de paso, que cambiaba hasta 2 veces de guitarra durante todo el espectáculo.

Gestionando bien el ritmo del concierto, entrelazando canciones e interacciones con los asistentes, el segundo gran momento de la noche se daba en la que es la canción más representativa de Franz Ferdinand. Hablamos, como no podía ser otra forma, de Take Me Out. Segundo sencillo del primer álbum de la banda con título, nada más y nada menos que, Franz Ferdinand  Los más de cuatro minutos que duró la canción estuvieron llenos de frenesí, show y rock. Grupo y público se fundían al unísono saltando, bailando y cantando el que fuera éxito de listas en el Reino Unido durante el inicio de siglo.

No obstante, sería en el ocaso del concierto donde se viviría el momento más mágico de toda la velada. Con Kapranos dando el foco a Audrey Tait, baterista entrada al grupo a finales de 2021, la escocesa fue el centro de atención durante unos minutos. Montando unas baterías al centro del escenario, Tait empezó a dar rienda suelta a su talento. En segundo plano, el resto de integrantes iría uniéndose a la batería del fondo para acompañarla . Todo terminó en un apoteósica performance llena de ritmo y dadaísmo, donde yo, personalmente, nunca había visto nada igual.

Tras hacer el amago de irse, el show concluiría con otra de las canciones insignia de la banda de Glasgow, This Fire, quinto sencillo del debut de Franz Ferdinand. Una gran puesta en escena sumada a un increíble juego de luces daban al espectáculo la sensación de estar flotando en un videoclip de la banda. Ya con el concierto terminado, la banda volvía a dar las gracias a los allí presentes y concluían la quinta parada de la gira. Tour que finalizará el próximo 15 de noviembre en Oslo, en el Sentrum Scene.