Casi sin darnos cuenta se nos ha ido este mes de enero, primero del año, un mes que ha estado repleto de conciertos, sobre todo teniendo en cuenta la época del año en la que estamos, pero todavía nos quedaba el último fin de semana que, como los precedentes, tenía mucho donde elegir, aunque yo tenía claro desde hacía algunas semanas que era un  buen día para acudir de nuevo a El Surtidor de Sarón, más de tres meses después de hacerlo por última vez.

Y es que ese último viernes del mes de enero, iban a visitar el citado local los santanderinos Maxwell y Smarts, una formación fundada hace más o menos 5 años, a los que ya había visto en sus orígenes, causándome una grata sensación, algo que fue refrendado en la segunda vez que pude disfrutar de ellos, aunque fuese sentados y en plena pandemia.

Ahora llegaban con su segundo disco bajo el brazo, denominado “Ferralla”, editado a finales del pasado 2022 y que sucede a su inicial “Primus” del 2019, habiéndose reducido la formación a Agapito a la voz, armónica y teclados, Liuco a la guitarra y coros, José al bajo y coros y Pedro a la batería, que serían a los que veríamos en directo esta noche, todavía fría y lluviosa como manda la época del año en que estábamos.

Llegué a la mencionada sala con bastante tiempo, lo que me permitió ver todo el montaje del grupo y la prueba de sonido, en un bar prácticamente vacío todavía, aprovechando para cambiar impresiones con un viejo amigo al que hacía tiempo que no veía, entre trago y trago y mientras, como suele ser habitual, la gente iba acudiendo a medida que se acercaba la hora fijada de inicio de la velada.

Dicho inicio se retrasó un poco, pero enseguida estaba sobre el escenario el cuarteto que lo primero que hizo fue saludarnos, arrancando con la pieza más extensa de su último trabajo, el cual repasarían en su totalidad, es decir con “Lo que pudo ser”, con ese sonido tan envolvente, metiendo bien de caña, demostrando su calidad y con ese cambio de ritmo tan pegadizo y que les queda tan bien.

Nos anunciaron que tanto el anterior tema como el siguiente eran de su nuevo trabajo, el cual podíamos encontrar en las redes sociales, continuando con “Remontar”, con un sonido contundente, pero pegadizo y que logró conseguir la atención de los presentes, muchos de los cuales no conocían al grupo, antes de continuar con el que es su corte más conocido probablemente, “Cionín y Amparo”, del que incluso han hecho un video clip, una gran pieza, muy movida y quedona y que enseguida te engancha.

Habitualmente, en sus conciertos siempre hay hueco para hacer alguna versión, como fue el caso del “Rollin' stoned” de los norteamericanos Great White, cantada en castellano, muy animada e improvisando, algo que les quedó realmente bien, para recuperar sus temas propios con el genial “¡Jesus y adentro!”, contándonos un poco en que estaba basado dicho corte, una gran composición en la que juegan con muchas intensidades, con los teclados sobresaliendo y dejándonos un temazo que te mete directamente en la historia que están narrando.

En esta vida hay que intentar hacer todo lo posible para que todo vaya bien, aunque al final es probable que “Todo sale mal”, la inicial del disco, con la armónica presente, teniendo un tono más rockero clásico, muy pegadiza y con la guitarra luciéndose, como durante toda la velada, antes de dar paso a la que es probablemente la canción que más me gusta de este nuevo trabajo como es “Sumisión”, de la cual nos comentaron su temática, más metalera, muy cañera, que te engancha y con la que disfruté mucho.

Aún quedaban un par de temas de su actual disco, comenzando con ese himno que es “Maxwell”, muy pegadizo y coreable, que sirvió como presentación de los músicos que forman parte de la banda, para pasar a interpretar “Ferraille”, el que de alguna manera da nombre a su presente álbum y es que hay cosa que no podemos cambiar, empezando con un tono guitarrero, pero con esos cambios de ritmo, introduciendo muchos contrastes, siendo una pieza muy elaborada y con una impresionante exhibición musical en la segunda parte de la misma.

Llegaba el momento de la despedida, pero como ellos mismos nos confesaron, era solo temporal, para lo cual se lanzaron a interpretar “Tenso”, la única pieza que caería de su ópera prima, vacilando Agapito sobre que era de cuando estaba soltero, muy intensa y pegadiza y que te engancha por su contundencia, sobre todo en la parte vocal.
 
Nos animaron a que pidiésemos más si nos estaba gustando lo que estábamos escuchando, lo cual hicimos, lanzándose a tocar un par de versiones, siendo la primera “Maxi ha vuelto”, de los murcianos M-Clan, muy pegadiza y festiva, para despedirse con una castellanizada revisión del “Gone Shootin'”, de los AC/DC más setenteros y que fue un brillante final para este concierto tras, más o menos, hora y media de actuación.

En mi opinión, Maxwell y Smarts dieron un gran concierto, demostrando que en directo todavía son mejores y más potentes que en estudio, sacando mucho jugo a estas composiciones tan elaboradas, especialmente en este segundo trabajo “Ferralla”, que es un gran salto adelante, con más fuerza y complejidad, algo que se observa tanto en el disco como especialmente en vivo, demostrando su gran calidad como músicos.

Una de las cosas que más me gusta de esta banda es que suena muy compacta, pese a la variedad de su sonido, que bebe de diferentes fuentes musicales, pero que en todo momento sigue un estilo propio, el cual, por su diversidad, puede gustar a un amplio abanico de seguidores del rock potente, con unas letras también muy trabajadas y que ponen la guinda a este pastel musical que nos ofrecen.

Sin duda una gran experiencia ver en directo a Maxwell y Smarts, algo a lo que os animo y que espero repetir en cuanto me sea posible.

www.facebook.com/maxwellandsmarts
www.youtube.com/channel/UCGPVy3rV1rySHz6yNIU1MLQ
www.youtube.com/channel/UCImVjCJ4ZtCDcQI_B0VXWyw

Una vez terminada la actuación de Maxwell y Smarts me despedí de la banda y puse rumbo para casa, que al día siguiente había que trabajar, muy contento por haber disfrutado con dicho grupo, una de esas formaciones a las que espero poco a poco la gente preste más atención, en un lugar tan entrañable como es El Surtidor de Sarón, uno de los pocos sitios en Cantabria donde se programan conciertos con regularidad; que sea por mucho tiempo.