Otro domingo más, la gente del Alquimia Tavern de Los Corrales de Buelna se remangaban y volvían a ofrecernos un concierto en sesión vermú, algo que retomaron a principios de febrero de este año con la actuación de Los Panojos y que se repetiría, dos semanas antes de éste del que os voy a hablar, con el que dieron Green River Tribute y, como en las dos anteriores ocasiones, no me lo pesaba perder bajo ningún concepto.

Y es que no era para menos, ya que al citado local le visitaban ni más ni menos que Hendrik Röver & Los Míticos Gt´s, o lo que es lo mismo, esa banda que une a Hendrik Röver a la voz y las guitarras, conocido por ser miembro de Los Deltonos, y a Los Míticos Gt’s, que son Goyo Chiquito al contrabajo y los coros y Toño López-Baños a la batería y percusiones, los cuales ya llevan una década de trayectoria y que ya habían visitado este recinto hace más de 5 años.

Nos acercamos con cierta antelación para coger un buen sitio, viviéndose ya un buen ambiente, aunque había mucha gente en el exterior, aprovechando el buen día que hacía, mientras hacíamos tiempo al comienzo del concierto charlando con algunos de los presentes, tomando algo y observando el puesto de merchán para escoger las habituales compras de fin de concierto.

En este ambiente distendido, comenzaba la actuación del trío, con algo de retraso y con “B.L.U.E.S”, del profético trabajo de 2019 “Vamos a morir”, muy movida y que realmente me gusta mucho, tanto la canción como el disco, pasando a saludarnos con un “buenas noches”, siendo el turno de la versión del “Don´t keep me wondering” de The Allman Brothers Band, con un sonido más relajado, pero crudo al mismo tiempo y que verdaderamente quedó muy bien.

Regresando a su discazo de hace 4 años, que, por cierto, está descatalogado, tal y como nos dijeron desde las tablas, era el turno de “Hmm, hmm, hmm”, pegadiza y con un ritmo tranquilo, pero intensa al mismo tiempo, tras la que llegaba un tema de esa obra del 2020 llamada “Blues”, concretamente su versión del “Give me back my wig” de Hound Dog Taylor, con ese comienzo bailable y es que es una pieza muy movida y con un pegadizo ritmo, que hizo animarse, todavía más, a un público que había acudido en buena cantidad a esta cita.

Manteniendo esa alternancia entre los dos últimos discos de estudio de la banda, era el momento de la genial “Luego (No es ninguna hora)” de su obra del 2019, muy movida y pegadiza, manteniendo la atención de la concurrencia, para regresar a su Ep de versiones del blues con ese “I can´​t be satisfied” de Mudy Waters, la que lo abría, muy movida y entretenida y con la esencia de los creadores de este estilo que ellos practican.

Era el momento de afinar, para pasar a tocar un par de cortes que estaban englobados en su disco del 2019, el último con nuevos temas propios, siendo el primero el que lo daba nombre, “Vamos a morir”, un temazo, con un ritmo movido y con la anécdota de una frase que tuvo que recordarlo Goyo a Hendrik , interpretando, después de que se produjese un cambio de guitarra, a “Homer”, esa pieza que está dedicada a su padre espiritual, Homer Simpson, recordando que estábamos en el templo de la cerveza Redneck, una canción muy movida y pegadiza, de esas que se te meten rápidamente en la cabeza.

Confesaron que, pese a todo, ellos siempre dan el “Cien por cien”, como dicha canción, que estaba incluido en el primer disco de esta formación llamado, “¡Incluye futuros clásicos!” de 2014, también una pieza muy animada y que es una de las más esperadas en sus directos, igual que lo es “Podré con ello”, de su “Fetén/Fatal” del 2017, que fue presentado como su “Take it easy” particular, en referencia al tema de los Eagles, otra gran corte y muy pegadizo.

Hendrik bromeó sobre que la siguiente es la única en que puede garantizar que no se iba a olvidar de la letra y es que llegaba el turno de la instrumental “Hallertau Hop”, de su trabajo del 2017, muy festiva y movida, siendo este el momento en el que la dirección del Alquimia nos deleitó con unas patatas con chorizo, que fueron muy bien acogidas, para pasar al corte que, en parte, da título al mismo disco, es decir, el genial “Fetén”, que es lo típico que nos pasa a todos, como nos dijeron desde el escenario, un verdadero clásico de la banda, al menos para mí.

La siguiente canción, “Tatuaje” del mismo disco de hace 6 años, se la dedicaron a unas chicas que se las habían pedido, muy pegadiza y con un muy buen solo de guitarra, antes de lanzarse a una adaptación al “Back to Memphis” de Chuck Berry, rebautizada como “Vuelvo a Cantabria” y que dijeron que es el himno que anda buscando Revilla, el actual presidente regional, una muy buena versión, la cual fue prolongada y con un final tocado de manera muy delicada.

De vuelta a sus temas propios, era el turno de regresar a su trabajo del año 2017 con el corte que lo abría, es decir, con “Las muchachas”, desmontando ese mito de que en el rock and roll se liga mucho, una pieza muy pegadiza y bailable, tras la que nos recordaron que allí al lado tenían su puesto de merchán, en donde, por cierto, ya podíamos adquirir el nuevo disco de Los Deltonos “Mueve!”, continuando en el mismo orden de esa obra de hace 6 años con “Rodar”, otra de esas canciones que enseguida se te quedan y que, además, es muy movida.

Nos anunciaron que iban a ir terminado, pero que no lo podían hacer sin tocar “Howard Johnson´s got his Ho​-​Jo Working” de NRBQ, que sirvió para presentar a los integrantes de este trío, también un corte muy animado y que hizo que siguiésemos disfrutando por todo lo alto de su actuación, siendo unido con “Cambio de aires”, del disco de Hendrik Röver “No temáis por mi” del 2010, con ese bonito sonido de guitarra, dentro de un tema relajado, pero con muchos detalles.

Se despidieron, recordando que tenían vinilos y cds a la venta, pero la gente quería más y, lógicamente, la banda nos iba a dar más de su música, continuando en ese disco de hace 13 años con “Casa abandonada”, anunciada como una canción triste, más relajada, pero con un muy buen solo de guitarra, que acabó en una exhibición musical, siendo enlazada con “Uh Las Vegas”, que cerraba el álbum de Hendrik Röver “Esqueletos”, del 2008, muy movida y animada, subiendo la intensidad y bajándola de golpe, con un genial Hendrik unida con un fragmento de otro corte en la parte final.

De esta manera y dándonos las gracias por nuestra acogida, concluía la actuación de Hendrik Röver y Los Míticos GT´ s en el Alquimia Tavern, después de más o menos una hora y cuarta sobre las tablas, donde dieron un fantástico concierto, demostrando la clase y la calidad de sus músicos, algo que, no solamente está fuera de toda duda, sino que se ve refrendado cada vez que podemos disfrutar de una velada de este trío.

Pero no solamente es que sean buenos músicos, es que las canciones que componen tienen mucho gancho y la gente las disfruta, ya que contienen esa parte pegadiza que hacen que se te queden rápidamente, pero, por otro lado, introducen muchas gotas, más que visibles, de esa calidad, por lo que todos quedamos contentos, siendo, además, temas bastante variados ente sí, pero sin perder la esencia de la banda.

No vamos a descubrir ahora a Hendrik Röver y Los Míticos Gt´s, ya que su cantante y guitarrista es una persona de sobra conocido en el panorama musical, pero sí que os quiero recomendar, sobre todo a aquellos que nunca los habéis visto en directo, que lo hagáis y disfrutareis de una gran velada de rock and roll.

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Una vez terminada la actuación, tras adquirir algo de merchán y saludar a algunos de los presentes, continuamos la jornada por otros locales, después de haber disfrutado de este gran concierto que Hendrik Röver y Los Míticos Gt’s nos ofrecieron esta mañana de domingo, en otra de esas sesiones vermuts con que la gente del Alquimia Tavern nos sigue deleitando cada cierto tiempo, algo que siempre agradecemos y a las que acudiremos siempre que nos sea posible, ya que se vive un gran ambiente.