El exitoso tour “Cuando te muerdes el labio” de Leiva llega a su fin, apenas un par de fechas le quedan y aprovechando la navidad, Madrid se vestía de gala y se ponía guapa para salir en la tele, carteles en los alrededores del madrileño Wizink Center asi nos lo hacía saber, “desde este punto usted puede ser filmado por el equipo de Leiva, si no autorización la cesión de su imagen tiene usted que enviar un email a la siguiente dirección…”, quien sabe, quizás este “Cuando te muerdes el labio tour” vea la luz próximamente en formato audio visual.
En cualquier caso, más de uno, y más de una se frotaban las manos y los ojos al ver que el artista invitado de estas fechas en la capital era Rubén Pozo, en nombre de Pereza volvía a la cabeza de todos, y no nos equivocamos. Para empezar Rubén disfruto de alrededor de cuarenta y cinco minutos para hacer llegar su música, y como no, temas de Pereza, a un publico mas extenso del que disfruta habitualmente y es que a nadie se le escapa que el trozo grande, enorme, de pastel de la banda en la separación se lo ha llevado “el flaco”, Leiva.
Rubén Pozo
No sabía “el por qué” pero viendo a Rubén no podía dejar de pensar en lo sabio del público en la elección de su favorito de la pareja, no estaba sonando muy bien, no solo por los problemas de sonido que estaba teniendo, sino también en conjunto. Ganas de agradar, todas las mundo, errores, desgraciadamente, también, y es que el bueno de Rubén solo conseguía enganchar algo con el publico en los temas de los desaparecidos Pereza.
“Yo nací para estar en un conjunto”, “Matar al cartero”, “Pirata” y sobre todo el tema con el que cerro su descarga, “Margot”, fue de lo poco que saco del despiste al respetable, y no les culpo del todo por ello, bueno, a los que no entraron a verlo y a los que aún no han descubierto que ir a un concierto a contarle su vida a su colega mientras están tocando sobre el escenario una banda es de una falta de respeto tremenda para los que tienes alrededor, a los que nos importa una mierda tu vida, y sobre todo al artista que está dejándose el alma sobre el escenario, si, a esos si les culpo, al resto pues…no conseguimos enganchar con Rubén, y yo voy a echarle la culpa a lo que nos enteramos un rato después por boca de su ex compañero.
Rubén Pozo
Leiva con una puntualidad exquisita, y muy de agradecer, tras una cuenta atrás de 10 minutos aparecía sobre el escenario a lo vaquero, como es habitual, con su sombreo y únicamente iluminado por el radiante sol sobre una pantalla gigante que hacía las veces de telón trasero, y es que no voy a sorprender a nadie si os menciono la fobia a la luz del artista, que, si pudiera, estoy seguro que tocaba a la luz de las velas. “Sincericidio”, “Guerra mundial” y “Lobos” sonaron de carrerilla con el único interludio de un rápido saludo a los presentes.
Y es que el de la Alameda de Osuna no se caracteriza principalmente por su gran retorica, algo que tampoco importa en exceso a sus seguidores que lo quieren es escucharle cantar, que para eso estamos allí. Parco en palabras, cuando abre la boca es para bien, y lo hizo para agradecer al público el haberse acercado, y llenado el Wizink Center, en “una fecha muy extraña en la que lo que apetece es estar en familia”, y agradeciendo el respeto y el esfuerzo de acudir a un concierto, el pacto con su publico dar todo de si para agradecérselo.
Leiva
Leiva, entre agradecido y triste, le cedía el protagonismo a Esmeralda Escalante, de la que mientras se deshacía en elogios anunciaba que la echaría mucho de menos al finalizar esta gira en la que la artista abandonaría la banda. Pero los aplausos que recibió Esmeralda no fueron nada al lado de los que atronaron al anuncia la primera colaboración de la noche, Ivan Ferreiro y Amaro Ferreiro, amigos que conocía “desde que tenia 19 años”, y es que, “la vida es mejor con amigos para compartirla” como bien nos dijo antes de dar paso a “Turnedo” y una improvisación en la que sonaron trozos de “It´s only Rock and Roll” de Rolling Stones, pasando por “No te preocupes por mi” del propio Leiva o “insurrección” de El Ultimo de la Fila, aquello se vino abajo. Pero ya se encargó Leiva de aplacar los animo y poner la piel de gallina a todos, no sin antes lanzar un reto y una propuesta, “esto empezó como una broma y ahora es un reto, a ver si conseguimos dejar el móvil en el bolsillo en este tema, se que es muy difícil pero vamos a intentarlo y ya, si conseguimos que 17.000 personas guarden completo silencio, seria de récord Guinness”, y…casi casi lo consigue, aun asi, “Vis a Vis” sonó impresionantemente emocional en su comienzo y tremendamente arrolladora en su parte final cuando toda la banda se apunto a la fiesta.
Pero llegaba el momento álgido de la noche, Leiva se deshace en elogios mientras presenta a su compañero en Pereza, una banda que desapareció en su mejor momento y que, en palabras del propio Leiva, fue “una decisión muy madura que no todos lograron entender, pero teníamos que decidir si queríamos seguir manteniendo nuestra amistad” y ya sabemos todo que sucedió. Rubén Pozo salió, esta vez sí, al escenario con una tremenda ovación que se volvió ensordecedora cuan Leiva nos comunicaba que la noche anterior su compañero de viaje estaba ingresado en el Hospital de La Paz con neumonía y desoyendo los consejos de los médicos había decidido, “como en las películas antiguas con el pijama de esos con el culillo al aire, abandonar el hospital para estar con todos vosotros hoy aquí”, “Si he de morir quiero que sea delante de todos vosotros cantando”. Ahora ya entiendo el porqué de su actuación, e incluso en ese momento le di muchísimo más mérito por el esfuerzo y la profesionalidad exquisita.
Leiva
Rubén tras agradecer el trato recibir en La Paz y lanzar alabanzas a la sanidad pública se marcó un “Madrid” genial, al que siguieron “Pienso en aquella tarde”, “Como la tienes tu” y la despedida con “Estrella polar” con un Wizink Center patas arriba y eufórico como pocas veces. Nos quedaban únicamente los bises, y que bises, “No te preocupes por mi” y, el que para mi es uno de sus mejores temas en solitario, “Como si fueras a morir mañana”, servían de tremendo aperitivo a dos nuevos temas de Pereza, uno interpretado por el y su banda en solitario, “Princesas” y otro, el de la traca final, “Lady Madrid” nuevamente con Rubén sobre el escenario al que acompaño un exultante como nunca Ivan Ferreiro, quien le ha visto y quien le veía, si no lo veo no lo creo. En cualquier caso, la despedida fue inmensa.
Leiva cierra el concierto agradeciendo la fidelidad y la lealtad a la vez que nos felicitaba las fiestas, y el público desfila eufórico hacia la fría noche madrileña propia de las navidades en la capital con la sensación de haber pasado unas navidades mágicas, se nos olvidó mirar hacia el techo del Wizink Center, quizás habríamos visto al gordito bonachón vestido de rojo partir hacia la Ponía después de disfrutar de una de las ultimas fechas de este “Cuando te muerdes el labio Tour”.