El Rock está muerto”, Madrid, viernes, dos de febrero, Sala La Riviera, veintiuna horas, Tarque, por favor ¿podría usted acercarse un poco mas que va a salir el Señor Carlos Gonzalez Tarque a mearse en su cara? Gracias. Y es que esa frase la he escuchado mucho y la verdad, en cierto modo es cierto y me alegro, porque al igual que sucedió en la famosa “movida madrileña”, dos de cada 50 grupos de los que aparecían en la década de los ochenta y noventa eran basura, y lo que es peor aún, esos son, en un altísimo porcentaje, los que siguen tratando de adueñarse del estilo en la actualidad sin saber que ahora incluso dan mas pena que antes y solo son bien recibidos por ese puñado de semejantes a ellos que aun no han pasado la página del calendario de pared mugriento que le regalaron en el Monte de Piedad de Madrid que tienen en la cocina.
Pero volviendo a lo realmente importante, que brutalidad de banda, y digo banda porque estos Tarque, al igual que le sucede en otro ámbito, y quizás estilo, al bueno de Robe, Coki, Chapo y los dos Carlos son un auténtico espectáculo, una puta locomotora de las de vapor que no fallaban nunca si tenían “alimento”, no como los trenes de Extremadura, que literalmente te pasa por encima como un ciclón, o te apartas o te quedas pegado a las vías como una calcomanía. Son solo los discos lo que tiene en el mercado bajo su apellido y con la hermandad del enorme Carlos Raya, pero es mas que suficiente para asegurar que si de verdad hay alguna esperanza para el estilo, sin duda, este es el, difícil, camino a seguir para mantener la llama viva.
Tarque
Sobre un sobrio escenario en el que tan solo lucían cuatro rayos, a lo AC/DC, toda una declaración de intenciones, Tarque dio un repaso a su nuevo lanzamiento, sin olvidar los temas que mejor reacción obtuvieron por parte del público de su homónimo debut sin dejar pasar la oportunidad de regalarnos un par de versiones, si no consideramos como tal el tema “Maldigo” que es una adaptación de Willie Dixon. Esta seria una buena pregunta, pero a juzgar por lo que escuchamos, en el eterno debate The Beatles o The Rolling Stones, quizás, Tarque se decante mas por los de Liverpool por que lo que escuchamos ajeno a su propia composición fueron “Helter Skelter” y una “rockerizada” adaptación de “Jealouse Guy”, el tema de John Lennon.
No se prodiga mucho en la oratoria el bueno de Tarque pero fueron dos los comentarios mas destacados de la noche, uno sentimental al dedicarle un tema a su colega Alberto Marin (Def con Dos / Ankhara) que celebraba su cumpleaños y estaba por la sala y otro, muy significativo y a tener en cuenta, “Desde aquí veo pocos teléfonos móviles, eso significa que os lo estáis pasando bien y estáis disfrutando el concierto”, y de eso nos congratulamos también desde aquí, no pasa nada por grabar un tema para tenerlo de recuerdo y pasárselo a un colega pero de ahí a estar todo el concierto molestando al personal va un mundo. Finalmente parecía aquello “La noche de la esperanza” en muchos aspectos.
Tarque
Tarque estuvo sobre el escenario algo mas de hora y media, y se despidió del publico con el tema mas significativo de sus dos álbumes a modo de bis, “He vuelto para veros arder” y “Donde nace el Rock and Roll” alargado hasta casi los diez minutos, parecía que nadie quería largarse de allí ni arriba ni abajo del escenario, en cualquier caso, la noche reivindicativa del Rock del bueno toco a su fin, todos a casa felices después de haber disfrutado de una banda que suena de muerte y que da igual que conozcas o no todos y cada uno de sus temas, si te encuentras con ellos lo vas a disfrutar como un enano. Parece ser que aun, no todo esta perdido.