Vamos a lo importante. Una Riviera a más o menos la mitad, y una hora de inicio no respetada en quince minutos. El ambiente para comenzar el show de la Bee Week de  Anni B Sweet y Los Estanques no se podía calificar del mejor. Pero los que allí se congregaban, un jueves, estaban por lo que estaban. Así que en el momento en el que se apagaron las luces todos los ojos se centraron en el escenario.

Cuando Anni se arrancó con “He bebido tanto (que…)” prácticamente todos los asistentes empezaron a cantar con ella, entrando de lleno con el resto de su cuerpo en cuanto las atmósferas progresivas la acompañaron en la segunda parte, “(Estoy…) muerto de sed”.

Aunque son varias las presentaciones que Anni B Sweet y Los Estanques han realizado de su debut, “Burbuja Cómoda y Elefante Inesperado”, para mí era la primera. Sí, había disfrutado del directo de la primera pero no de los segundos, así que me encontraba ciertamente descolocado, sin saber qué esperarme. ¿Cómo van a estructurarlo? ¿Tocarán el álbum completo? ¿Seguido? ¿Se intercalarán temas de ambos? Por suerte se aclaró rápido como iba a transcurrir ya que tras las dos primeras, o primera a secas si las consideramos una sola, le siguió “Bla, bla, bla” y “Tu pelo de flores”, es decir, el concierto iba a consistir en presentar el disco.

Y así una tras otra, con un problema de sonido en “Yo me voy de aquí”, que les obligó a repetir una parte, aunque sin parar. Fueron desgranándolo, con prácticamente sólo una parada a, más o menos, la mitad de camino, y con un público volcado, que sabía perfectamente lo que iba a escuchar, pidiendo silencio para poder disfrutar cómo se debe de la final “Vuelve a oscurecer”.

Encontré a Los Estanques ciertamente estáticos, pero se compensó con Anni, que, aunque tampoco se pudo mover mucho de su sitio debido a su sintetizador, transmitió muchísimo con cada uno de sus gestos mientras interpretaba cada una de las canciones.

¿Y ahora qué? Francamente se me hacía interesante saber qué venía después. Desde abajo se oían gritos para que repitieran algunas piezas, y arriba se intercambiaban miradas, como si no supieran cómo continuar.

En un alarde de genialidad, o de locura, a estas alturas sigo sin saber cómo calificarlo, tocaron una versión de Magma, “Ïma Sürï Dondaï”. Atreverse con Magma está a otro nivel.

Desaparecieron del escenario y volvieron, comenzando de nuevo con “He bebido tanto (que…)”, dejando que el público cantara, pero antes de la transición a la segunda parte lo dejaron ahí.

Tras esto vino “No hay vuelta atrás” de Los Estanques, y después “Juramento” y “Buen viaje” de Anni B Sweet, para despedirse, tocándola prácticamente juntas y mucho más progresivas que sus versiones originales.

Poco más de una hora de actuación, con poco contacto con el público, pero, salvo el problema de sonido en “Yo me voy de aquí”, con una interpretación impecable, sacando todo el partido a La Riviera. Eso sí, creo que su show se verá beneficiado de más temas propios.