Nos quedan pocas “leyendas” en el panorama musical de este país así que hay que aprovechar cualquier oportunidad para disfrutar de ellas, y si la gira es de un Manolo García plenamente recuperado pues mejor que mejor. A sus 68 años Manolo esta pletórico, me atrevería a decir que incluso excesivamente pletórico, efusivo, exaltado y reivindicativo quizás en un plano que por momentos rozaba la sobreactuación, pero, es Manolo Garcia, que os voy a contar a quien lo haya visto en alguna que otra ocasión, se cayó en la marmita de pequeño como le paso al bueno de Obelix, y se le quiere.
Tras comenzar el concierto con un auténtico himno inmortal, “Insurrección”, y metido como en una especie de cabina con cortina antimosquitos, Manolo lanza el primer speech de la noche, un mensaje claro y contundente en el que dedicaba el concierto al pueblo Palestino que “esta siendo injustamente masacrado”, una dedicatoria recibida con un atronador aplauso que dejo pequeño al posterior que dedicaba también la noche “a los autónomos y demás currantes”. El del Poblenou esta más hiperactivo que nunca, completamente recuperado de su problema que le obligo a cancelar la gira hace dos años y que puso a todo su público al borde de la asfixia incapaces de seguirle el ritmo.
Manolo García
Repartió estopa a diestro y siniestro, comenzando por YouTube, “podéis grabarme videos, hacerme fotos hasta del pito, me da igual, pero no subáis los videos a YouTube, YouTube, mierda, hay un tío en Los ángeles forrándose, tocándose los huevos con vuestros videos, si los subís ahí los borro, os advierto” …y esa fue la primera por que no se escapo nadie, ni los banqueros, ni los políticos, menos el uruguayo José Mujica sobre el que dijo tener “un par de huevos”.
Los temas iban y venían, los mensajes en mayor o menor medida también, pero fue con “A San Fernando…” cuando se vino arriba del todo, el punto de inflexión, “tira a la puta mierda el puto móvil, estoy hasta los cojones de “wasas”, a la puta mierda no sirve pa´na, los putos móviles, las putas redes” …y de ahí para arriba al ritmo del tema. No sé cómo consiguió hilar el tema para terminar imitando a Chiquito de la Calzada, fue…30 segundos. Al igual que el bueno de Robe, Manolo Garcia nos dio 12 minutos para que fuéramos “a hacer pipi o bebiéramos agua”, todo un detalle.
Manolo García
El descanso trajo de vuelta a un Manolo Garcia aún más espidico, diciéndonos que había un “casi récord Guinness esa noche en Madrid, más de medio pueblo de Olmedo de las Fuentes” estaba allí esa noche, y pidió un aplauso y un abrazo para ellos, así como para la gente que hace cola desde primera hora de la mañana para entrar al concierto.
Ni comenzar sentado en un sillón le tranquilizo, de hecho, lo tiro para atrás diciendo “a tomar por culo sillón”, y es que llegaba la parte del repertorio con sus temas mas reconocidos, y era como para pasearse entre el publico como hizo en un par de ocasiones, al más puro estilo del que toca en una sala de 50 personas, sin miedo. “Prefiero el trapecio” le sirvió para cagarse en las latas de calamares enlazándolo de tal manera que los que se la llevaron ahí fueron los bancos, pero “Si te vienes conmigo” fue el desparrame ya, con “guau guau”, “miau miau”, “pio pio”, “oink oink” …etc. Ahí si que tiro de repertorio del todo, incluso de vacas, leche, y demás animales, la granja completa tuvimos.
Manolo García
Llegábamos a las 3 horas y no había personal de seguridad que consiguiera echar del escenario a Manolin (como el mismo se presentó), “iros a vuestra casa que mañana es lunes y hay que madrugar”, no es una errata mía, es un desliz suyo…o eso espero.
El caso es que tuvimos tres regalitos más, “Nunca el tiempo es perdido”, una nueva dedicatoria, en este caso a Pepe Robles de Los Módulos con un trocito del impresionante “Todo tiene su fin” …con gallo incluido, y como no podía ser de otra forma, comentario, “ayyy un gallo, soy humano tronco, aquí no hay autotune de los cojones, si hay gallo hay gallo, kikirikiiiiiiii”, estaba en su salsa el bueno de Manolo. “La Bamba” y la ranchera “El Rey” ya con las luces del Wizink encendidas a modo de “amenaza” cerraban tres horas de un Manolo Garcia con unos 68 años que para si los quisieran muchos…incluso yo cuando llegue a esa edad…si llego.