Tras una dura sanción administrativa por parte del ayuntamiento de Bilbao, de un mes de cierre por sobrepasarse en el aforo permitido, el kafe Antzoki ha vuelto abrir sus puertas para continuar ofreciendo atractivas actividades culturales.
Sin embargo el problema sigue patente y sin síntomas de solucionarse puesto que el consistorio no está con la labor de realizar una nueva estimación del aforo real, aunque los dueños de la sala lleven a cabo unas obras para garantizar aún más la seguridad. Una injusticia pura y dura que acarrea la frialdad y fatalidad consecuencia que solamente cada noche 440 personas puedan disfrutar de la música en vivo.
Un hecho bastante lamentable e incompresible, tal como ocurrió el día 6 de Marzo, mucha gente tuvo que quedarse en la calle sin poder ver a Zea Mays y El Deseo Del Doctor. Dentro, la sala también presentaba una visión bastante triste, multitud de huecos en la parte de arriba y abajo, eso si, sin los agobios de otras citas musicales. Esperemos que pronto se llegue a un acuerdo entre ambas partes porque sino poco a poco se va ir perdiendo el encanto y prestigio de ser una de las mejores salas bilbaínas.
El Deseo del Doctor
La mayoría sabíamos que detrás del Deseo Del Doctor se escondían algunos miembros de Doctor Deseo y es que bajo ese nombre ya habían actuado en un par de ocasiones y la razón de esconderse de nuevo tras ese seudónimo fue sencillamente la siguiente, tal como nos hizo saber Francis en el transcurso de su actuación. “Los deseos juegan, se pegan y tropiezan con la realidad, deseos que matan y otros que hacen que estemos necesitados. Doctor Deseo también desea por eso el Deseo Del Doctor”
En un formato acústico, Francis con la ayuda de sus dos compañeros inseparables, Raúl a los teclados y Josi a las percusiones, si, no me he confundido esta vez aparcaría su instrumento, el bajo, para demostrar su valía a la batería y la participación estelar de Agus a la viola y Aiora Renteria (Zea Mays) esporádicamente en “Que No Se Me Escape Nada”, “Esta Noche” (Esta Puta Noche)” y, “Abrázame”, fue interpretando con mayor emotividad y belleza algunas de las canciones más emblemáticas de su carrera, “Huyendo Del Gris Que Mata”, “Ahora Que Estás Dormida” e “Isla De Cielo”.
Una vuelta de tuerca realmente exquisita y cautivadora. Fueron solamente seis composiciones pero en las que la magia y los sentimientos fueron los auténticos protagonistas. La solidaridad también estuvo presente a través de unas palabras muy elocuentes, llenas de razón y sabiduría por parte del carismático artista: “No está bien que un local como este solo quepan 400 personas porque entonces esto se supone que la distancia en la que nos relacionamos es tan lejana, coño a mi me gusta estar así al lado, no pasa nada, que jodida manera tiene la gente de protegernos de aquello que nos les hemos pedido que nos proteja”.
El Deseo del Doctor
Como ya hicieran con su anterior disco los bilbaínos Zea Mays quisieron realizar un concierto muy especial en su ciudad, con todos los ingredientes de un espectáculo inolvidable e irrepetible y creerme que así lo fue. 19 temas en los que los músicos con pasión y entrega nos fueron adentrando en su universo, un rock personal hecho con el corazón, muy ambiental, lleno de exquisiteces y en el que su multitud de influencias musicales quedan a la luz.
Para ello se hicieron acompañar de amigos, como fue el caso de Raúl (Doctor Deseo), Aitor Abio, Naroa (Amaiur), Los Fenómenos de la Naturaleza… Entre el público también se pudo ver otras caras conocidas de la escena vasca, por citar Rafa Rueda.
Con un montaje hecho para la ocasión, un escenario donde colgaban decenas de bombillas que iban siendo encendidas en los momentos que requerían una mayor ambientalidad, salieron los músicos dispuestos a encarrilar rápidamente su actuación, solo les bastó un par, “Mikelot” y “Abiadura Handian”, para sacar su casta y afrontar con más tranquilidad y garantía el resto del show.
En los compases iniciales sufrieron algunos problemillas, los cuales fueron subsanados de inmediato por su fantástico técnico de sonido, José Lastra, quien una vez más con astucia y las experiencia de tantos años a sus espaldas, consiguió que la banda sonase a las mil maravillas.
Zea Mays
A medida que avanzaba la actuación se fueron encontrándose mucho más cómodos sobre las tablas y precisos en la ejecución de los temas, tras un par de composiciones de su último disco “Morphina” y “Circus, con unos sonidos frescos y renovados, el homenaje a Mikel Laboa con “Gogo Eta Gorputzaren Zilbor Hesteak” y “Elektrizitatea” en la que la bailarina Uxuri con sus movimientos supo adornar y dar mayor sentido a dicha atmosfera sonora.
La voz de Airoa sonó inmejorable, Piti nos enloqueció con su infernales riffs de guitarra, Rubén dejo muestras suficientes de su elegancia y veteranía y como no, Asier, maquina indiscutible a las baquetas, volvió a deleitarnos con su soberbia pegada, eso si rompiendo alguna que otra baqueta. Mirando al pasado, ¡Quien pensaba que esta banda iba a llegar tan lejos! Sinceramente se lo han ganado a pulso y es que con cada disco nos han ido sorprendiendo con nuevos sonidos y una estupenda evolución y progreso. Quizás ese espíritu de superación sea una de sus mejores virtudes, además de ser una valiosa arma para que por fin sean reconocidos como una de las mejores bandas vascas.
Esa noche recurrieron a composiciones que muy pocas veces suelen tocar “18/98”, la canción que compusieron para el disco a los imputados en el macrosumario 18/98 y “Grabitaren Aurka” en la que Airoa y Raúl (Doctor Deseo) a los teclados estuvieron sembrados, mostrándonos con ternura una mutua complicidad y admiración.
Zea Mays
Destacar una contundente e intensa “Gauaren Argitan”, cuyo desenlace final fue espectacular y es que de la nada apareció en escena Aitor Abio, pegándose unos berridos infernales, para acabar tirado por los suelos, tal vez recordando esos conciertos vividos con Pilt ¿Algún día volverán?.
Con ésta abandonaron por primera vez el escenario, tras unos minutos de incertidumbre, llegó el momento de Iban Nikolai que esta noche como en multitud de ocasiones volvió hacer un magistral alarde de cómo se debe tocar el Didjeridou, instrumento de viento australiano, dejando con la boca abierta a más de uno.
Ya no quedaba mucho por disfrutar, lo que no nos imaginábamos es que fuera tán sublime e intenso. “Besterik Ez Naiz”, una versión de Soulwax, “Ondarrutik Ondarrura" y el colofón final con “Kukutza III”, la canción que grabaron para celebrar el décimo aniversario del Kukutza, Gaztetxe de su barrio (Rekalde) y en la que participaron Naroa (Amaiur) y Los Fenómenos de la Naturaleza.
Plena satisfacción en el rostro de los protagonistas quienes fueron despedidos con una estupenda ovación. Esta banda sigue demostrando que esta hecha para los directos además de ser muy querida en su tierra. Solo me queda la asignatura pendiente de poderlos ver por fin en un festival grande, tipo Azkena Rock ó BBK Live, espero que si algún organizador lee esto satisfaga mi deseo.