El periodo que transcurre entre las fiestas de primeros de diciembre y los fastos navideños acostumbra a ser un espacio de tiempo en el que la gente suele aprovechar para cumplir con las habituales cenas de empresa, de amigos y demás, pero, afortunadamente, también es una época de música en vivo, como la que esta noche íbamos en El Surtidor de Sarón a disfrutar a cargo de Archipiélago, una banda a la que no conocía, y los amigos de Patente.
Así que para allá que me fui, exactamente 3 meses después de mi anterior visita al popular local de Sarón, en donde iba a haber una buena afluencia de gente, sobre todo teniendo en cuenta las fechas en las que estamos, siendo, además, un público muy dispuesto a disfrutar de esta experiencia única que es la música en vivo.
Archipiélago
Y con mucha puntualidad estaba sobre las tablas el trío Archipiélago, una banda instrumental de los que había conocido su existencia ese mismo 2024, integrada por Joselo, guitarra, Sonny, bajo, y Juan, batería, todos ellos viejos conocidos de la escena local, y que han publicado diversos temas en sus redes sociales como carta de presentación y así que la gente sepa lo que hacen.
El sonido de la batería fue el que comenzó la velada, siendo el turno de “100 tumbas”, un tema que empezó relajado y tranquilo, pero que luego fue cogiendo más fuerza y potencia, para continuar con “Archipiélago”, una pieza de las que tienen en redes, con un inicio intenso y contundente, endureciéndose más paulatinamente, contando con una potente batería y siendo una canción con unos instrumentos muy nítidos y poderosos, acelerándose más adelante.
Otro de los temas que la banda ha subido a las redes sociales ha sido “El farero”, el cual tuvo un inicio potente y cañero, sonando con fuerza, pero siendo un corte animado y movido, con una buena demostración de las cualidades de sus músicos, para continuar con “Nudo”, una pieza que comenzó sosegada y tranquila y que contó con un bello sonido y una batería constante, endureciéndose más, para luego calmarse de nuevo y manteniendo esa energía, dejándonos una canción extensa y que tuvo un buen solo de guitarra.
Archipiélago
Con fuerza comenzó “3-0”, un tema con contundencia y en la que nos hicieron mover la cabeza, mostrándonos un corte con un ritmo potente, acelerándose más adelante, contando con un buen solo de guitarra y un machacón final, para seguir con “Jota, caballo, rey”, una pieza que se inició de manera calmada, con una suave batería y cogiendo potencia progresivamente, rompiendo de golpe el ritmo por uno más constante, dejándonos una canción con un bello sonido y que se relajó en su parte final.
Vamos con otro de los temas que habían publicado en su bandcamp, “Monte tormento”, el cual empezó con potencia, siendo un corte con un machacón sonido y con mucha energía, para luego calmarse, pero sin perder esa contundencia, antes de retomar la intensidad previa, rotura de cuerda de guitarra incluida, para concluir con “Fuzz truck”, una pieza que comenzó cañera y poderosa, muy constante y potente, dejándonos una canción con mucha fuerza, que se volvió lenta y pesada y que tuvo un prolongado y continuo final.
De esta manera y tras estar sobre las tablas unos 45 minutos, concluía este muy buen concierto de una banda, estos Archipiélago, con una propuesta muy buena e interesante y que gustaron mucho a los allí congregados, algo que no es de extrañar, habida cuenta tanto la calidad de los músicos que la integran, como la grandeza de los temas que allí sonaron.
Archipiélago
Siempre es bueno que músicos como éstos, con una amplia experiencia y de mundos tan diversos como los que integran este trío, se aventuren a crear nuevas propuestas y sobre todo con la calidad de la que este grupo hace gala, lo que demuestra la ambición por seguir creando que estos tienen y la generosidad para hacernos llegar a los demás su oferta musical y, además, poder disfrutarla en directo.
No dudes en ver en concierto a estos Archipiélago y déjate llevar por su música en vivo y su interesante propuesta; seguro que lo disfrutarás.
Después de un ágil cambio de equipo, estaban sobre las tablas los chicos de Patente, un cuarteto formado hace más de 3 décadas y que está compuesto por Yayo, voz, Raúl Fernández “Rubio”, guitarra, Jaime, bajo, y Pedro “Pier”, batería y coros, contando, hasta el momento, con un disco, llamado “Brilla la oscuridad”, del 2002, además de alguna maqueta, y a los que veía por tercera vez en vivo, siendo la última apenas cuatro meses antes.
Comenzaron su andadura con una breve intro que dio paso a “Dead souls”, un tema con fuerza y en el que la batería estuvo en primer plano, intensificándose por momentos y siendo un corte que se fue acelerando, para, tras algunos ajustes previos, tocar la primera canción que interpretarían de ese disco, “No soy nadie”, una pieza que fue empezada por su vocalista y que tuvo un inicio más electrónico, para luego endurecerse y volverse más machacona y potente, alternando partes más calmadas con otras más contundentes.
Continuaron con “La suerte está echada”, un tema que empezó con un sonido de guitarra potente y que fue cogiendo velocidad y fuerza, hasta volverse un corte muy contundente, siendo unido con “Los perros” por ese ritmo machacón de la batería, una pieza que luego fue relajándose, para volverse más poderosa y cogiendo más fuerza en el estribillo, dejándonos una canción con un cañero final y esos sonidos de ladridos grabados.
Patente
El comienzo de “Pereza” fue guitarrero, siendo un tema muy intenso y potente, contando con un gran solo de guitarra y una sección rítmica machacona, parándose dicho corte y recuperando la fuerza y velocidad previa, para pasar a avisarnos de que hay que saber beber, ósea, “H.Q.S.B”, una pieza que se inició con energía y de manera pesada, cogiendo más rapidez y constancia, aunque se relajó, para volverse más contundente y poderosa, combinando diversos matices y acelerándose al final.
Un nuevo paso por su disco nos llevó a “Yo”, un tema que ese inició con una intro grabada y que fue prolongada por el sonido de la batería, comenzando con mucha fuerza, mostrándonos un corte muy quedón y poderoso, además de muy potente, contando, como durante toda la noche, con unos muy buenos coros de Pier, para comentarnos que no se iban todavía, pero que la siguiente canción se llamaba “Adiós”, la cual empezó lenta y calmada, pero que fue cogiendo energía poco a poco, aunque manteniendo ese tempo pausado, antes de intensificarse y dejarnos con un buen solo de guitarra.
De vuelta a su disco, llegaba “Cortina de humo”, un tema que se inició con fuerza y contundencia, teniendo un ritmo pesado, siendo un corte muy machacón y que tuvo un juguetón solo de guitarra, mostrándonos una composición muy potente y cañera, que se aceleró en su parte final, para pasar a tocar una versión de “Planeta azul”, de los SuperSkunk, la cual tuvo un comienzo progresivo y pegadizo, dejándonos una muy buena canción, muy movida y quedona.
Patente
Y llegaba el final de su actuación y lo iba a hacer con “Dime por qué”, un tema que estaba recogido en su disco y que fue unido a la anterior por el sonido del bajo, empezando con fuerza y con mucho ritmo, siendo un corte potente y con el bajo tomando protagonismo en esa parte en que se relaja, antes de recuperar la energía previa y dar por concluida su velada tras casi una hora sobre las tablas.
Patente dieron un muy buen concierto, demostrando ser una banda que sigue creciendo y añadiendo más elementos a su sonido y, sobre todo, sonando cada vez mejor, y es que se nota la ambición del cuarteto por pulir su estilo e incorporar aquello que pueda hacer que sus temas sean de más calidad, algo que no sería posible sin la buena ejecución de sus músicos.
Patente
Y eso se nota, tanto en la frescura con la que suenan las nuevas composiciones, como en ese aire renovado que les han dado a las canciones que ya tienen un tiempo, siendo todas ellas muy bien interpretadas y demostrando lo interesante de una propuesta que no es la más habitual en la escena cántabra, pero que, poco a poco, va ganando adeptos y llegando a más gente.
No te pierdas a Patente, si tienes la ocasión de verlos en vivo, y de los que esperamos tener música más reciente en poco tiempo, ya sea de manera digital o física; síguelos la pista porque merecen la pena.
Y después de despedirme de algunos de los presentes y de los miembros de las bandas, me fui de El Surtidor de Sarón, tras haber disfrutado con los muy buenos conciertos de Archipiélago y Patente, dos grupos que demostraron que se les ha de tener en cuenta en los próximos años dentro de la escena local, ya que calidad y temas tienen de sobra, tal y como pudimos apreciar esta noche en este local, siempre activo en el panorama musical, algo que siempre es de agradecer.