El viernes seis de junio, alrededor de ochocientas personas se dieron cita en la Sala Kaya de Guadarrma (Madrid) para recibir a Rulo y la Contrabanda, quienes ya son conocedores desde hace tiempo tanto de la sala como del increíble ambiente que se forma.
Y en esta ocasión no podía ser menos. Un rato antes de la apertura de puertas ya se empezaba a formar una fila importante de personas que venían desde muy dispares puntos de la península a disfrutar de la música del cántabro y los tremendos músicos que componen la formación. Fueron minutos de sonrisas, de nervios, de reencuentros e incluso de conocer gente nueva.
Con una puntualidad casi absoluta, las primeras notas de “Confeti” anunciaron el inicio del concierto mientras la sala reventaba en aplausos. Resultó llamativo ver que, desde los primeros compases, la práctica totalidad del público acompañó a Rulo, haciéndose partícipe de cada verso y de cada silencio.
Rulo y La Contrabanda
Tras “La cabecita loca”, “Mi cenicienta” y “Me gusta” llegó el momento de recibir a Ruth, quien se sentó al piano para participar en “Noviembre” cautivándonos con una interpretación que a más de uno y más de una dejó sin habla (hay pruebas gráficas que lo constatan) y quien se fundió en un emotivo abrazo con su padre al terminar la pieza.
A estas alturas de concierto se había formado ya una atmósfera cercana a lo mágico y bastaba un rápido vistazo para percibir la alegría y la satisfacción de las varias centenas de almas que estaban presenciando el regreso de la formación a Madrid. A estas alturas ya no existían preocupaciones, problemas, trabajo, hipotecas o requerimientos de hacienda. Sólo importaba el presente y podríamos atrevernos a afirmar que, si en ese momento hubiera habido un incendio, nadie hubiera intentado huir.
Rulo y La Contrabanda
Con el clásico de La Fuga “Buscando en la basura” alcanzamos el ecuador del concierto y de paso pudimos escuchar cantar a ese reducido y maravilloso grupo de personas conocido como lxs acompañantes -dícese de aquella persona que sin ser seguidor de un artista acompaña a otra a un concierto o recital-, que venían intentando disimular que no se sabían bien las canciones, pero ésta es imposible no conocerla.
Instantes después pudimos disfrutar de “Me quedo contigo” en la gruesa y potente voz de Fito Garmendia, justo antes de que, guitarra en mano, el pequeño Oli se incorporase a la formación para colaborar en “La flor”, que terminó con padre e hijo lanzando flores al público mientras recibían una fuerte ovación.
Rulo y La Contrabanda
A continuación nos sumergimos en “Heridas del RNR”, canto a la nostalgia por lo perdido; recuperamos otro clásico con “Por verte sonreír” y, ya que Andrés Suárez no estaba, pusimos la segunda voz a “The End”, tercer corte del álbum Basado en Hechos Reales, de 2019, y canción tras la cual los músicos abandonaron (provisionalmente) el escenario.
Seguidamente, Rulo reapareció para agradecer a todos y a todas el apoyo y las muestras de cariño recibidas en los últimos días, y después de hacer una pequeña reflexión, nos regaló una sentida y emotiva interpretación de “Balada del despertador” que seguramente perdurará en la memoria de muchos durante varios años y que supuso el inicio de la recta final del show.
Recta final que incluyó “Dentro de una canción”, “Tu mejor versión” y “P´aquí p´allá”, cerrando el concierto con “32 escaleras” y un atronador aplauso por parte del público, que se resistía a que aquello acabase y que de seguro, buena parte del mismo, ya tiene programada su próxima fecha de una gira que cuenta sus conciertos por victorias.