Tan solo una semana después de haber estado en la sede de la Asociación Cultural Los Bancos de Atrás de Unquera, regresaba al citado lugar el último día del mes de mayo, para ver a los cántabros Karonte y a los gallegos Host, en una jornada llena de muchísimas citas más que interesantes en la tierruca, pero es que había muchas ganas de volver a ver los chicos de Los Corrales de Buelna.
Ya había una buena entrada cuando llegué a este entrañable local, respirándose un buen ambiente entre ambas bandas y los allí congregados, aprovechando la espera, hasta que comenzó el evento, para tomar algo y charlar con algunos de los allí congregados.
Los primeros en salir fueron la gente de Host, un grupo de Ferrol que se crea en el año 2012, aunque no será hasta 3 años después cuando la banda se consolide, y que está compuesto, actualmente, por Adri, voz, Brais, guitarra, Kobi, bajo y coros, y Dani, batería, habiendo editado una maqueta en el 2018 y su disco debut, “The quake”, del pasado 2024 y sobre el que basarían buena parte de su concierto.
Aunque nunca había visto a la banda en vivo, los conocía por las entrevistas que les habían hecho en Ni un pelo de rubias y en la revista Epitaph Magazine, dirigida esta última por el mismísimo Kini de Karonte, comenzando su andadura con “Burning me”, de su disco, un tema que empezó con fuerza, ofreciéndonos un corte machacón y potente que, además, sonó muy contundente, con su vocalista escorado a un lado y su bajista ocupando la parte central del escenario.
Host
Sin dejar ese mismo álbum, llegaba “To your worship’s liking”, un tema que fue iniciado a toda velocidad por el sonido del bajo y en el que usaron muchos guturales, relajándose levemente el corte, pero manteniendo la potencia, antes de volver a acelerarse y jugar con esos contrastes de intensidad, para continuar con “Atelophobia”, compañera del anterior en ese trabajo que venían presentando, una pieza que empezó guitarrera y que fue muy poderosa, con una buena alternancia en las voces y un buen solo de guitarra.
Seguían con el repaso a su ópera prima con “Panties to the third floor”, un tema que empezó con mucha fuerza e intensidad, ofreciéndonos un corte machacón y muy pegadizo, que se relajó levemente para que Adri cantase de manera calmada, para después recuperar la fuerza precedente, tras el que se presentaron, antes de tocar “Dies irae”, una canción que no recogían en su disco y que comenzó con un sonido muy guitarrero y pesado, sonando la pieza contundente y constante, para pasar a acelerarse en su segunda parte, alternando partes rápidas y otras más lentas, pero cantadas con agresividad.
De regreso a su disco era el turno de “Mistfield”, un tema instrumental que empezó calmado, aunque luego cogió más fuerza, ofreciéndonos un corte poderoso y contundente, el cual contó con un muy buen sonido de guitarra y una aplastante batería, para, ya con Adri de vuelta y vacilando sobre si la siguiente era o no de Luis Miguel, continuar con “Under shadow authority”, una canción que no aparece en su único trabajo, pero que comenzó con intensidad, siendo una pieza potente y movida, además de pegadiza.
Host
Tampoco aparece recogido en el disco que venían presentando “One step closer the grave”, un tema que empezó juguetón y calmado, para luego intensificarse y sonar a toda velocidad, pero con partes más lentas y contundentes siendo un corte que tuvo unas enérgicas voces y un poderoso final, antes de despedirse de todos nosotros con otra pieza que no forma parte de su obra, “Puta situación”, la cual se inició de manera guitarrera y constante, dejándonos con una canción muy potente y cañera, además de muy intensa, ralentizándose y volviéndose muy machacona, para luego ir cogiendo velocidad, alternando potencia y relajación en su parte final.
De esta manera y tras estar sobre las tablas unos 45 minutos, concluía este concierto de Host, muy poderoso y cañero, demostrando ser una banda con mucha variedad musical entre sus temas, pero sin dejar de sonar compactos y potentes, y que, además, nos presentaron muchas canciones nuevas y de mucha calidad, lo que hace esperar un gran futuro para la formación.
Host
Hace poco tiempo que habían sufrido la marcha de su otro guitarrista, pero la verdad es que esta noche, y sin desmerecer a nadie, el grupo sonó muy contundente, algo que solamente se consigue cuando pones mucha dedicación a tu banda y tienes calidad para que esa entrega dé sus frutos, como esta noche, en la que lograron conectar con todos los allí congregados.
No les perdáis la pista a estos Host, que esperemos que en poco tiempo tengan mucho más reconocimiento del que ya tienen.
Después de los habituales cambios entre grupo y grupo tenía delante de mí, casi un año después de haberlos visto por última vez, a los míticos Karonte, una banda formada en 1994 en Los Corrales de Buelna y que está compuesta por Kini, voz y guitarra, Isma, bajo, y Rochar, batería.
En estos 31 años ininterrumpidos en activo, la banda ha grabado 3 discos, “Letargo”, del 2006, “Paraíso sin fe”, del 2012, y, “Nacer, sufrir, morir”, del 2023, además de un split con Bloody Brotherhood, llamado “Alliance for Death Domination”, del 2017, el directo “Vivo y resucitado”, del 2014, el EP “Maldigo el día que te conocí”, del 2003, y las maquetas “Uno más”, de 1995, “Karonte”, de 1997, y “Bendita hipocresía”, de 1998.
La banda había prometido que iba a comenzar este concierto con un tema que hacía muchísimos años que no tocaban y este fue “12 meses otoño”, de su ópera prima, próxima a cumplir 20 años, que se inició con ese sonido lento y pesado que le caracteriza, haciendo que se nos pusiese la piel de gallina, un corte muy machacón y poderoso y en el que la voz de Kini sonó muy oscura, regalándonos un gran solo de guitarra y un genial final, siendo todo ello un momento irrepetible e impresionante.
Karonte
Unido al anterior llegaba “Ahogado en sangre”, el corte que abre su actual referencia, el cual fue tocado a toda velocidad, mostrándonos un tema potente y rápido y que es una buena muestra de cómo son los Karonte en la actualidad, para, tras un breve respiro, seguir recordando ese álbum de hace 2 años con “El último de los creyentes”, una pieza que comenzó de manera machacona, ofreciéndonos una canción constante y pegadiza, con ese momento en que nos incitaron a levantar nuestros manos con el popular gesto de los cuernos.
Turno para un par de temas más de ese último disco, siendo el primero en sonar “Rey de muertos”, del que recordaron que habían grabado un video, un corte que comenzó y acabó a toda pastilla, aunque resultó machacón y pegadizo, tras el que nos preguntaron qué tal iba todo, con positiva respuesta de la concurrencia, antes de encarar “Victima”, la cual empezó lenta y constante, aunque luego fue cogiendo más velocidad, una canción con un sonido poderoso, pero que se relajó brevemente, antes de retomar la fuerza previa.
Kini nos recordó que la forma de pago en este local es con entrada inversa, para recordar su segundo disco con el corte que lo cerraba, “Gris”, un tema que empezó con ese bello y lento sonido de guitarra, para luego coger más fuerza e ir ganando en velocidad y contundencia, antes de relajarse y deleitarnos con un espectacular solo de Kini, el cual fue unido con todo un clásico, “Norte”, la pieza que cerraba su ópera prima, que se inició con ese ritmo juguetón y potente, una canción muy celebrada y pegadiza, con un gran solo de Kini, con ese final sosegado y cañero al mismo tiempo.
Karonte
El sonido de la batería fue el que inició “El día de las alabanzas”, ese tema recogido en su segundo trabajo, que luego fue cogiendo más rapidez y potencia, antes de que el corte se volviera más lento y pesado, para, tras refrescarse, continuar con “El ocaso”, la pieza que abría su parte de ese compartido de hace 8 años, la cual comenzó muy veloz y contundente, relajándose con un buen solo de guitarra, para luego acelerarse más.
Pero no querían olvidarse de su nuevo disco y llegaba el turno del genial “Canto en la cruz”, que comenzó con fuerza y con un ritmo constante, antes de volverse más pesada, para luego contar con un estribillo pegadizo, combinando partes más lentas y machaconas, con otras más veloces, además contar con un gran solo de guitarra y un potente final, pasando a reconocer que se les acababa el fuelle y el tiempo, recordando que habían sacado un disco, siendo el momento de la canción que le da nombre, “Nacer, crecer, sufrir”, la cual empezó contundente y con un sonido continuo, volviéndose después más rápida, dejándonos con una canción cañera, que se relajó al final, aunque sin perder esa esencia enérgica.
Y la velada llegaba a su final con Kini pidiendo a Rochar que diese inicio a “Repta humano”, su tema más celebrado y que estaba recogido en su segundo disco, el cual comenzó con ese inicio clásico, siendo un corte que tiene un sonido inolvidable, en el que todo el mundo movió la cabeza con ganas y en donde sacamos nuestras últimas fuerzas, dando, así, por finalizado su concierto tras algo más de una hora sobre las tablas y recordando lo de la entrada inversa.
Karonte
Karonte, una vez más, dieron un grandísimo concierto, demostrando ser una banda que está en otro nivel, ya que tienen muchísima calidad y sus conciertos son siempre muy esperados, sobre todo cuando hace tanto que no tocan por la tierruca, dejándonos, además, con una buena colección de temas de toda su discografía y recuperando algunas canciones que hacía mucho que no tocaban, algo que siempre es de agradecer.
La verdad es que se les ve muy engrasados y la prueba es el gran disco que han sacado hace dos años, así como la contundencia de sus directos, pese a ser ahora un trío, logrando en todo momento que la gente se vuelque con sus conciertos, coreando esos temas como verdaderos himnos, que es lo que realmente son, ya que Karonte es una banda histórica, no solo de la escena local, sino también de la estatal.
Una garantía en directo, los chicos de Karonte, a los que no te puedes perder en vivo en cuanto tengas la oportunidad de verlos.
Tras charlar con los miembros de las bandas y con algunos de los presentes, me fui de la Asociación Cultural Los Bancos de Atrás de Unquera con el disco de los gallegos Host debajo del brazo y con el buen sabor de boca de mi primera vez en vivo con ellos y después de refrendar, una vez más, la grandeza de un grupo como Karonte, disfrutando de una gran y especial noche de música cañera, todo ello en un muy buen ambiente y gracias a ambas formaciones y a la enorme labor de la mencionada asociación, en la que estoy como en casa.