Un año más, el parque de Cam Zam en Santa Coloma de Gramenet se teñía de negro para dar paso a una nueva edición del Barcelona Rock Fest. Ya en los aledaños, la marea negra nos iba guiando hacia el recinto. Tras realizar las gestiones pertinentes, nos dirigimos al recinto. La guitarra gigante, la batería en tren de la bruja, elementos ya clásicos de este Rock Fest, nos daban la bienvenida.
Lo primero que nos agradó fue volver a ver el césped artificial, la carpa grande con su pantalla, sus barras, etc. La semana prometía un calor asfixiante y las pocas sombras, a excepción de las carpas, fueron un punto negativo que pudimos apreciar. El calor asfixiante que reinaba en la jornada no nos impidió que fuésemos a presenciar la actuación de los encargados de inaugurar el festival. Con ese rap metal poderoso, los franceses Rise of the Northstar inauguraron uno de los escenarios principales del festival. Un gran telón de fondo con el logo del grupo nos ponía sobre aviso de que Iba esto: elementos otaku y referencias al anime son marca de la casa.
Rise of the Northstar
Con "Nekketsu", de su segundo disco, empezaron la descarga. Fue "Welcome (Furyo State of Mind)" la encargada de continuar esta potente descarga, donde las voces de Vithia se juntan poderosamente con las guitarras de Eva-B y Air-One, creando un sonido contundente.
Así lo demostraban con "Crank It Up", temazo con el que un gran nutrido grupo de dévotos que colmaban las primeras filas gozaban sin cesar. Los primeros pogos del día se estaban originando. "One Love" y "Rise" fueron las siguientes en caer. Con "Showdown" repasaban el disco homónimo del 2023, con el que ya el público enloquecido terminó de conjurarse con la banda, que con gran soltura y desparpajo se metía al respetable en el bolsillo. "Rise" y "Again and Again" fueron las encargadas de cerrar el bolo de estos franceses, con Fabulous Fab y Phantom en pie, justo al resto del grupo, agradeciendo al público presente su entrega que a más de 30°llevo en volandas al grupo durante toda la actuación.
Rise of the Northstar
Con un giro musical radical, se presentaban los finlandeses Insomnium. Un death metal melódico con tintes progresivos caracteriza a esta singular formación, encabezada por Markus Hirvonen a la batería, Niilo Sevänen a la voz y bajo, Ville Friman guitarra y Ville Vänni en la otra guitarra. Llenaron de sombras y oscuridad la soleada tarde de Santa Coloma.
“1697”, de su disco con el mismo título, fue la encargada de abrir. Pronto nos daríamos cuenta de que el happy metal no es lo suyo. “Ephemeral” fue la segunda en caer, poderosa y contundente donde las haya, pertinente a su disco “Shadows of the Dying Sun”. “Valediction” fue otra de las maravillas con las que esta fenomenal banda nos deleitó; en este tema nos dejan conocer su parte más melódica.
Con “Lose to Night” volvíamos a 2014, de su disco “Shadows of the Dying Sun”. La depresión continuaba para el deleite del personal con la oscura ”Godforsaken”, uno de sus temas más oscuros, marca de la casa. Cuando ya teníamos claro que la oscuridad más absoluta estaba reinando.
Llegaba “Change of Heart” para terminar de reventar nuestras atormentadas almas. Lilian puso un antes y un después en la actuación, gran tema perteneciente a su disco 1696. La aclamadísima “While We Sleep” fue la anteúltima en sonar, poderosísima donde las haya, que demostró por qué estos finlandeses están a la cabeza del death melódico actual. Y con “Heart Like a Grave” pusieron fin a una gran actuación que quizás deslució un poco debido al horario programado y, sobre todo, al calor asfixiante que reinó durante todo el festival y que a muchos les hizo resguardarse en las zonas de sombra. Poderosa descarga la de Insomnium.
Insomnium
Cuando el fuego era el protagonista absoluto del día, llegaba uno de los momentos más interesantes de la jornada. El universo de Tolkien hacía presencia en el escenario de la mano de Wind Rose. Los italianos venían a demostrar que no hay infierno que pueda con ellos. Con un público entregadísimo, equipado de picos y hachas, salieron a escena estos enanos, con su cantante Francesco Cavalieri ataviado como señor de la mismísima casa Durin.
Salieron a escena sin tregua. El primer tema en caer fue "Dance of the Axes", poderosa como el trueno. Siguieron con la festiva "Drunken Dwarves" de su disco "Wintersaga". La épica llegaba con "Fellows of the Hammer". La batalla llegaba y cruzamos las puertas con "Gates of Ekrund", con la que el público enloqueció: comunión total entre el público y la banda. Tanto Claudio Falconcini, a la guitarra, como Francesco Cavalieri, a la voz, capitanean esta formación con paso firme. "Mine Mine Mine" fue la encargada de continuar, célebre tema de su ya mítico "Wintersaga".
Llegábamos al meridiano Con Rock and Stone, en la que el bajista Cristiano Bertocchi, ex Laberint, y Federico Gattiarcsn marcan el ritmo de este gran tema lleno de fuerza que hace que uno se levante y se aliste a este ejército de valerosos enanos.
Una vez más, la poderosa base rítmica es la protagonista de este “Together We Rise”, uno de los mejores del ya mencionado “Warfront” de 2022.
La recta final vendría acompañada de temas como “Diggy Diggy Hole”, que en su día popularizó The Yogscast. Y, cómo no, el punto y final a cargo de la significativa “I Am the Mountain”. Gran y meritoria actuación de los italianos Wind Rose, que ni el tiempo ni la hora pudieron con ellos.
Wind Rose
Sin tiempo de reponernos, nos disponíamos a presenciar la poderosa descarga de los siempre triunfadores Ángelus Apátrida. Este combo Al aceteño, que lleva más de dos décadas dando cera dentro y fuera de nuestras fronteras; se presentaba en Cam Zam con pocas novedades, todo hay que decirlo, pero que aún así siguen demostrando por qué son actualmente la referencia del metal estatal. La poderosa “One of Us” fue la primera en caer. Como siempre, la formación de los hermanos Izquierdo salió a reventar la tarima. “Snob” y la contundente “Indoctrinate” cayeron de seguido.
Con “Cold” volvían a su disco “Aftermath”. Clase a raudales la que demuestran en este gran tema
“Of Men and Tyrants” nos retrocedía a 2010 con su clásico “Clockwork”.
“We Stand Alone”, de su disco homónimo, ponía el epicentro de esta gran actuación. Traya y más traya nos daban con “Violent Dawn”, un impacto sonoro brutal con la que esta bandaza demuestra que el thrash añejo sigue vigente y de qué manera. “Give ‘Em War”, también tema del disco con el mismo nombre, nos iba avisando de que el final acechaba .
La traca final llegaba y de qué manera. Sharpen the Guillotine hacía enloquecer a su público, que llevaba votando y sin parar de hacer mosh pit desde el comienzo de la actuación. ¡Locura total la que desencadenan esta gente entre el público! Serpents on Parade, de su Hidden Evolution fue otra de las encargadas de cerrar el gran show .
dejaban como cierre su celebrado “You Are Next”, con la que se despidieron de un público entregado prometiendo volver pronto con nueva producción y set List renovado.
Angelus Apatrida
Apenas cinco minutos tuvimos para reponernos de la descarga de Ángelus cuando, en la pantalla principal del escenario, la figura de una guitarra aparecía del subsuelo, viendo cómo poco a poco iba enraizando, mientras una intro de piano daba paso a un gran logo con las letras de Savatage.
Para muchos de los allí presentes, venía el plato fuerte de la noche. Una gran expectación se había creado cuando la banda anunció la vuelta a los escenarios después de su largo retiro. Los más veteranos comentaban aquellos bolos de los noventa o su actuación en el Festival Rock Machina, mientras otros, ojipláticos, aguardaban con impaciencia la gran actuación que los americanos venían a ofrecernos. Los dos teclistas tomaron posición cuando el resto de la banda salía; la imstrumental "The Ocean" sonaba para darnos la bienvenida, y no podía ser de otra manera que con "Welcome". Como si de un cartel de Broadway se tratara, un "Welcome to the Show" se proyectaba para ambientar el escenario.
Con "Jesus Saves" nos transportaba a su “Streets: A Rock Opera”, con “The Wake of Magellan”, terminaban de repasar el disco con el mismo nombre, dando paso a “Strange Wings”. Las guitarras de Chris Caffery y Al Pitrelli se funden con la magistral actuación vocal de Zak Stevens. Todo un lujo de formación que, junto a Johnny Lee Middleton y Jeff Plate, completan la actual formación de Savatage. La nostalgia se apoderaba de nuestras almas cuando “Power of the Night” nos trasladaba a 1985, fecha en la que los hermanos Oliva lideraban la formación. Avanzábamos nueve años en el tiempo para disfrutar de ”Handful of Rain”, un gran tema con el que los amantes de la banda coreaban a pleno pulmón, disfrutando al máximo de la descarga de los americanos.
Momento épico donde los haya fue cuando interpretaron “Chance”, con un público entregadísimo. Se fueron proyectando varias imágenes con la eclosión final de varias banderas, entre ellas la ikurriña, acabando con la española, con lo que ya se terminaron de ganar a todo el respetable.
Savatage
Ya en el tramo final, sí, señores, lo que están leyendo, la banda contaba con una hora aproximadamente. Llegaba uno de los momentos más significativos de la noche y no era otro que la magistral "Gutter Ballet". El público, extasiado, cantando al unísono cada una de las estrofas. El recinto se venía abajo; el público extasiado coreaba el nombre de la banda cuando Zack Stevens pronunciaba las palabras "Edge of Thorns".
A la mente me vinieron esos gloriosos años noventa; recuerdo presenciar aquel bolo, creo que en la sala Gares de Puente la Reina o el de Rock Machina, ya entrados los dos mil. Los ya veteranos recordamos esas fechas como grandes hazañas que, junto a otras, forman parte de nuestra historia. Si ya algunos estábamos con la lagrimilla a punto, lo que más tarde vino termino de derrumbarnos. Épica a raudales fue la presentación de Zack a su amigo "The Mountain King", como así presentó Zack al ausente Jon Oliva. El escenario se apagó y en la pantalla un Jon Oliva al piano comenzaba las notas de Believe una magistral interpretación que continuaba con la banda en el escenario, quienes se fundían con el público cantando aquello de:
"I am the way, I am the light
I am the dark inside the night
I hear your hopes, I feel your dreams
And in the dark, I hear your screams."
Ya con el público aclamando y vitoreando, totalmente exaltado, ponían punto y final con dos cañonazos más: como fue "Sirens" y, cómo no, la magistral "Hall of the Mountain King". Espectacular, a la altura de lo que esperábamos de este muy corto show de los americanos Savatage.
Savatage
La noche llegó, aunque con ella no refrescó. Un ansioso público llevaba aguardando desde las primeras horas en uno de los escenarios principales la actuación de los de Iowa. Los shows de esta gente siempre son motivo de controversia, y es que “Skizofrenia” sobre las tablas sería la mejor descripción con la que poder definir a esta banda de tarados.
No me malinterpretéis: ¡GRANDES, MUY GRANDES MÚSICOS! Las familias allí presentes, que las había, iban retirando a sus niños a zonas más cómodas del recinto, mientras hordas de posesos ataviados con monos, máscaras y toda clase de parafernalia acudían a la llamada del conjuro que los de De corey Taylor venían a invocar.
La perturbación metal comenzaba y, con unos samplers a cargo del yerno de Ozzy, salían a escena Slipknot. “Sic”, de su álbum homónimo, fue la primera en caer; ya no era tarde para arrepentimientos si estabas en las primeras filas. El caos más absoluto se había apoderado del público.
People = Shit y Gematria (The Killing Name) fueron las encargadas de continuar; la acuchilladora no cesaba y, con “Wait and Bleed” de su primer disco, nos trasladó a su primera época, en la que Joe Jordison colideraba la banda junto a Corey. Algunos todavía echamos de menos la máscara de la nariz picuda.
“Nero Forte” hacía saltar al respetable, quienes, totalmente locos, no paraban de organizar pogos en las primeras filas. “Yen” daba muestra de esa esquizofrenia sonora que caracteriza a esta banda, que con “Psicosocial” ya no dejó lugar a duda alguna.
Grandes músicos son los componentes de esta banda, que junto a las guitarras de Mick Thomson y Jim Root, tanto Sid Wilson como el batería Eloy Casa Grande y Jeff Ventura aportan gran calidad sonora. La baja de Shawn Crahan, quien por motivos personales no estuvo en la cita, no empañó el show. “The Heretic Anthem” nos puso de nuevo en cintura para, más tarde, terminar de bombardearnos.
“The Devil in I” desató la locura más absoluta: pogos y crowdsurfing s e sucedían sin descanso. Una pobre muchacha tuvo que ser trasladada por los asistentes de seguridad con la cara ensangrentada. La esquizofrenia colectiva absoluta es el sentimiento más representativo que allise podía experimentar. “Unsainted” nos trasladó a su época más contemporánea con esos coros melódicos que dan paso de nuevo a la contundencia, marca de la casa. Es mi favorita de los últimos tiempos. “Duality” nos trasladaba de nuevo a su primera época qui ya , la banda descontrolada a más no poder, nos deja momentos notables como el del bate con el barril, amagos de peleas entre ellos y toda clase de locuras. “Spit It Out” daba paso a esas pistas de electrónica en las que el yernísimo Sid Wilson se luce para dar paso a Corey Taylor, que poco a poco va desencadenando su ira hasta el éxtasis final. “Surfacing” y la todopoderosa “Scissors” fueron las encargadas de cerrar esta sangría sonora.
Gran actuación de Slipknot, que no dejaron títere con cabeza. Si lo tuyo es corretear dando vueltas alrededor de una hoguera imaginaria, desde luego este no es tu grupo.
Lo suyo es describirnos la parte más cruda y espantosa del ser humano.
Con 35 ° que seguían acechándonos en cam zam decidimos que teníamos suficiente y que era hora de retiramos.