Gran noche la que vivimos en Bilbao de la mano de los incombustibles Judas Priest, quienes desde su amago de retirada en la gira de despedida "Epitaph Tour" no habían pisado tierras vizcaínas. El espectáculo era máximo. Un cambio de fecha trasladaba a un lunes este bolo, el cual deslució un poco, no alcanzando sold out, pero que aún así gozó de una gran asistencia. Los encargados de amenizar la fiesta eran ni más ni menos que el hacha del extinto Motörhead, Phil Campbell, quien en los últimos años se acompaña de sus hijos bastardos, bautizándolos como Phil Campbell & The Bastard Sons. Comenzaron con “Iron Fist” de la banda que le dio fama y gloria. “We Are the Bastards” bajaba un poco la intensidad de los presentes, un tema propio que, aunque suena bien, no provoca en el ombligo las mismas sensaciones que cuando suenan los clásicos de Lemmy. |
|
|
|
Difícil tarea tienen para quitarse el estigma de tan grande y legendaria banda como fue Motörhead. Más temas de Motörhead como “Going to Brazil” , “Born to Raise Hell”, "Killed by Death" y el clásico entre clásicos "Ace of Spades" se iban alternando con temas propios de estos Bastard Sons, como "Hammer and Dance", "High Rule", "Step Into the Fire" o "Straight Up". Desde luego, escuchar los míticos temas de manos de uno de sus compositores es todo un aliciente. Esta formación, a cargo del legendario guitarrista, la ocupan Todd, Tyla y Dan Campbell, quienes aportan gran dinamismo y un punto gamberro. Un rock 'n' roll sucio con genética pura es lo que nos ofreció esta banda de hijos bastardos que decidieron acabar con el clásico "Motorhead". Aquí, Phil hizo alguna mueca de parecer pasárselo bien .Hay que decir que este hombre nunca fue la alegría de la huerta, pero su profesionalidad sigue indiscutiblemente intacta. A toda prisa me aprovisioné de electrolitos y cafeína y es que con la bolsa de viaje todavía en el maletero, recién llegado de Barcelona, el que escribe se había presentado en el pabellón de Miribilla. El cansancio estaba más que presente; me consta que más de uno había hecho doblete también. |
|
|
|
Ya recuperados, nos dirigimos a las primeras filas para presenciar la actuación de Judas Priest. La expectación era muy grande; la gran actuación del pasado año, más las buenas críticas de la noche anterior, acentuaban toda la incertidumbre reinante. ¿Cambiarán temas al no tratarse de un festival? Eran algunas de las preguntas que se hacía el personal. Pronto saldríamos de dudas. Con puntualidad británica. La intro de “All Guns Blazing” nos impactaba por completo. La banda salió pletórica, con Halford dejándose la garganta mientras su fiel escudero, Ian Hill, permanecía en un segundo plano dejando al nuevo fichaje Andy snep en un preferente lateral izquierdo mientras en el otro lado Richie Faulkner y El Metal God presidian la ceremonia Este “Sield of Pain Tour” venía celebrando el laureado y mítico disco “Painkiller”, del cual dieron buena cuenta. Continuaban sin pisar el freno con “You’ve Got Another Thing Coming”. De su clásico "Screaming for Vengeance”, sin coger aire, llegó una de mis favoritas de su clásico “Defenders of the Faith”, que no fue ni más ni menos que una de las sorpresas de este tour, como es el caso de “Freewheel Burning”. Desde el monte Pagasarri se pudo oír el chillido de un Halford que está en su segunda juventud; no será el Metal God de los ochenta, pero desde luego no se puede discutir que está muchísimo mejor que a mediados de los dos mil. La incorporación de Richie fue todo un soplo de aire para la banda, y la inclusión del productor Andy Sneap ya ha terminado de consagrar el resurgir de esta leyenda del HEAVY METAL como son Judas Priest. Ya estábamos en éxtasis cuando la guitarra de Richie nos encendió a todos las pilas con “Breaking the Law”, ese estribillo que hasta nuestras madres han coreado en alguna ocasión Y llegó otro de los momentos de la noche: la tercera inclusión del Painkiller, a cargo de A Touch of Evil. El servidor no había vuelto a oírla desde aquel Metalway sesión con la gira de Reunión. Este tema evoca una emoción que te pone los pelos de punta. Ni que decir que los allí congregados mostraban el más absoluto de los convencimientos, y no era para menos; el setlist que estábamos presenciando iba a quedar para la historia. |
|
|
|
Las guitarras comenzaban a rugir y, con ellas un Halford, pletórico, nos brindó una emocionante Night Crawler, en la cual se dejó el alma. Gran interpretación que, con el calor que hacía, él a lo suyo, enfundado en sus ropajes de cuero y chaleco vaquero con tachas a sus más de setenta años. “Yo de mayor quiero ser como Halford”, decían algunos. Con Solar Angels, bajaban un poco la intensidad, trasladándonos a la primera etapa de la banda, como fue aquel lejano Point of Entry. Como si de un viaje en el tiempo se tratara, cogimos la máquina del tiempo y Volvimos al presente con “Gates of Hell”. Gran tema de su aclamado último disco, “Invincible Shield”. Tras una intro conocidísima por los presentes, caían como una losa encima las guitarras de “One Shot at Glory”. Halford aquí ya iba embalado con esos agudos, marca de la casa, y sí, con algo de delay, pero todo auténtico, os lo juro; nos dejaba una grandiosa interpretación. “The Serpent and the King” nos devolvía al presente de su escudo invencible y, sin apenas descanso, volvíamos de nuevo al “Painkiller” a golpe de otro cañonazo: “Between the Hammer and the Anvil”. |
|
|
|
En un sueño estábamos todos cuando la realidad nos trajo de nuevo al presente actual, como fue “Giants in the Sky”. Soberbia con esas imágenes en las pantallas de nuestros héroes caídos LEMY,DIO , RANDY ROADS, CRIS CORNEL ,EDIE VAN HALEN y algunos más aparecían en la pantalla. Tengo que decirlo, si no reviento: para mí, este disco “Invincible Shield” es el mejor después de “Painkiller”, y esta gira, combinando el legendario disco con la segunda parte de la gira de presentación del disco, me parece más que acertada. Unas proyecciones en las pantallas con imágenes que recreaban la portada de “Painkiller” no daban una pista, pero cuando la batería de Scott Travis comenzó a sonar, no había lugar a dudas: “Painkiller” sonaba apoteósica Halford, agachado, se desgarraba mientras el público gritaba Pain pain kilerrr killer ‘’ Tremendísima interpretación la que pudimos deleitar los allí presentes. Las pantallas emitían imágenes constantes con animaciones referentes al disco. Travis, como un animal, golpeaba los parches; Ian Hill parecía un muñeco articulado con su contoneo continuo al bajo; Andy, integradísimo en la banda, y Halford y Faulkner liderando absolutamente la velada momento glorioso sin duda alguna. |
|
|
|
Ni aire nos dejaron coger cuando la intro de “Hellion” precedió a la siempre bienvenida “Electric Eye”. Diversas proyecciones muy chulas se iban sucediendo en las pantallas de un ojo cibernético que lo controla todo. Y sin darnos cuenta, estábamos en el ocaso final de esta gran noche. Un rugido ensordecedor nos devolvía de nuevo a la tierra. Algunos se habían olvidado ya, pero no . Hay fue el momento elegido para que un Halford, a lomos de su mítica Harley, hiciera acto de presencia en el escenario para interpretar “Hell Bent for Leather”. La dupla público-Halford era perfecta: Halford cantaba y el público continuaba el estribillo. Gracias, Bilbao, y un sinfín de agradecimientos por parte del Metal God, que el ilustre público le devolvía con los mismos gestos de agradecimiento. Llegó el triste final, como decía la canción, y no fue con “Living After Midnight”. Halford se paseaba de lado a lado del escenario, agradeciéndonos nuestra lealtad a la gran familia Priest, un público que cantaba sin parar y con esa estampa de un público totalmente entregado. Una banda agradecidísima. Los legendarios JUDAS PRIEST dejaron su impronta una vez más en la capital vizcaína. Un lunes atípico el que vivimos en Bilbao; ojalá todas las semanas comenzaran de esta manera. |
|
|