Tercera y última jornada del Z! Live, cuyo inicio a eso de las 16:15 corrió a cargo de Opensight, banda alternativa originaria de Londres. Parapetados de traje negro —insisto, Zamora, 16:15— salieron con todas las ganas pese al poco público que había en ese momento. Poco a poco se fueron ganando los aplausos gracias principalmente a su cantante, Ivan Amaya, que se comunicaba en un perfecto castellano. Grupo interesante para aquellos que gustan de sonidos más eclécticos.
Opensight
Ya con bastante más público, Ankhara se hicieron dueños del Copper Stage, a pesar de que el sonido desluciera las guitarras de la inicial "3.40". Con "Demasiado tarde" ya iba todo por su cauce y pudimos disfrutar de un Pacho Brea generoso en agudos y pletórico, contándonos que en su “gimnasio” hay cañas con tapa. Enorme. "Sigo en pie" o "No mires atrás" sonaron atronadoras junto a la brillante dupla Cecilio y Alberto Marín, que antes de encarar el final con "Acordes" sufrió la rotura de una cuerda, cosas del directo y de la intensidad que le pone. Triunfadores y prometiendo dar guerra para el año que viene con su 30 aniversario.
Ankhara
Diez minutos de rigor —algo que resaltar durante las tres jornadas, horarios casi perfectos— en este caso para ver a los suecos Dynazty, marcándose un gran comienzo con "Game of Faces" de su último trabajo homónimo. En líneas generales, los suecos hicieron un buen concierto: gran sonido, excelentes músicos, un Nils Molin bien a la voz, a pesar de alguna ayuda extra en sus agudos. Temas directos y pegadizos muy en la onda Battle Beast y compañía, pero que se fueron diluyendo en detalles que, para la hora que tenían de show, creo que sobraban, como el solo de batería y la extensión casi aburrida de "Heartless Madness".
Tranquilamente más de diez minutos desperdiciados. Una pena porque su propuesta es bastante atractiva e ideal para festivales.
Dynazty
Y siguiendo con penas, uno de los tantos Rhapsody of Fire, en este caso los liderados por Alex Staropoli tras los teclados y supongo, tras toda la parafernalia enlatada. No lo entiendo: una buena discografía, buenos músicos, un cantante excepcional, Giacomo Voli, y le metes los coros enlatados tapando lo bueno que es. Como casi todo hijo de vecino, todos expectantes al final con "Dawn of Victory", deslucida por esos malditos coros demasiado altos, que taparon la epicidad del momento con un público totalmente entregado a ese mítico "Gloria Perpetua". Su ya famoso wall of death con "Emerald Sword" y a otra cosa.
Rhapsody of Fire
Turno para el hard rock en su versión más exquisita, en lo que los suizos Gotthard son toda una institución. También venían con disco reciente, "Stereo Crush", y como no, empezaron con él y sus primeros cortes "Ai & I" y "Thunder & Lightning", comandados por un enorme Mic Maeder enfundándose la guitarra por momentos. "Burning Bridges", la mega versionada en castellano "Anytime Anywhere" y su ya mítica "Lift U Up" para el cierre hicieron disfrutar al personal. Y es que los de Lugano, sabedores de su potencial, lo ejecutan como nadie.
Gotthard
Para mí, y creo que para muchos, la incógnita de la jornada: la legendaria Lita Ford. Difícil comienzo el suyo; el sonido inicial dejó bastante que desear, pero poco a poco fue volviendo a su cauce y se pudo disfrutar de una Lita haciendo un repaso a su ya dilatada trayectoria. No podía dejar de lado sus inicios con The Runaways interpretando "Cherry Bomb" o su ya clásico dueto con Ozzy, "Close My Eyes Forever". Enérgica en todo momento y custodiada por músicos de talla como Bobby Rock tras la batería, la londinense nos ofreció un concierto de menos a más, dando por más que buena la apuesta del Zlive por su legendaria figura.
Lita Ford
Cambio total de tercio y gran sorpresa para el que escribe. Cosas raras que hacemos todos: renegué de Sepultura tras la partida de Max Cavalera, también de Soulfly y lo siguiente que hiciera. Grosero error, visto lo visto en el Silver Stage. Menuda apisonadora es la banda liderada por Andreas Kisser, junto a un Derrick Green brutal a las voces. También destacar la potencia en la base rítmica —pecado no nombrar al impasible Paulo Xisto al bajo— pero si a este Zlive se puede catalogar de alguna manera, sería por ser el Z de los baterías. En sus diversos estilos, durante estas tres jornadas, hemos disfrutado de los mejores en cada género y con los brasileños no iba a ser menos. A pesar de su juventud y la gran sombra de Eloy Casagrande, lo de Greyson Nekrutman es una auténtica locura, un auténtico espectáculo verle aporrear todo lo aporreable, y tan solo 23 años recién cumplidos.
Todo esto, junto a la tónica general de un excelente sonido, hizo que los de Brasil fueran repartiendo caña: "Inner Self", "Desperate Cry" o la más reciente "Phantom Self" sonaron más que atronadoras, al igual que "Propaganda", del año 1993, y que sigue tan actual hoy en día, por desgracia. Con un Kisser comunicativo en un perfecto castellano, siguieron fusilando temas hasta el momento de respiro, donde la percusión se apodera del escenario junto a varios amigos del grupo. Destacamos a Alberto Marín, quien en una entrevista contó que hizo amistad con Andreas Kisser en aquel tour europeo junto a Hamlet, incluso tocando con los propios Sepultura en la última fecha del tour. El bueno de Alberto subió con su clásico ímpetu y, para redondear el día de romper cosas, pues rompió una baqueta, aportando su granito de arena a la brutal descarga de los brasileños. En su recta final nos deleitaron con su versión del "Orgasmatron", "Territory", "Refuse/Resist", y ya para quitarnos las pocas fuerzas que nos quedaban, "Ratamahatta" y "Roots Bloody Roots" como colofón a un concierto superlativo, de lo mejor del festival.
Sepultura
Casi exhaustos, vuelta de tuerca y otros especialistas en "baladas": el Copper Stage se oscurece en todos los sentidos ante la descarga de Dark Funeral. Tras una larga intro, donde iban apareciendo cada miembro con sus ya clásicos ropajes, los de Lord Ahriman nos demostraron por qué son una leyenda del black metal. Con un Heljarmadr como maestro de ceremonias, atreviéndose un poco con el castellano, fueron repasando ya su extensa carrera: "My Funeral" o "Nosferatu" fueron prueba de ello. Con "Let the Devil In" y "Where Shadows Forever Reign" terminaron por rubricar su estatus dentro de los sonidos más oscuros del metal.
Dark Funeral
Y si todavía te quedaban ganas de fiesta, pues grupo fiestero al canto. En este caso, Nanowar of Steel fueron los elegidos para cerrar la jornada y cerrar un Z! Live que, personalmente, superó mis expectativas iniciales. Agradecer a todos los que trabajaron allí estos tres días y nos hicieron más cómoda la estancia; a la organización del festival por el trato y ese afán de no repetir carteles; y a Txen, Maya e Insonoro por dejarme disfrutar del Z de otra manera. Nos vemos el año que viene.