COLABORACIONES
 Crónica
 
Barcelona Rock Fest 2025: King Diamond + Dirkschneider + Soziedad Alkoholika + Radity...
  28/06/2025     
  Jose Ramón Adán     
  Xabier Adán e Irene Kilmister
  Cam Zam, Santa Coloma de Gramanet, Barcelona
  
www.insonoro.com

Con varias bajas en el equipo y una ola de calor como la que no se había vivido en años, nos dirigimos de nuevo al recinto de Cam Zam. El parking más cercano, recomendado  por la organización, estaba situado a 2 km, que a priori no es gran cosa, pero recorrerlos a los 36° que soplaban en ese momento nos presentaba todo un reto olímpico. Gran fallo a corregir por parte de la organización, que esperemos se corrija en futuras ediciones.

Un parking, camping y WCS en condiciones dignas creo que son unos mínimos indispensables en un festival. Y tras la pateada, llegamos al recinto de Cam Zam. Llegamos justo a la descarga de los veteranos Exodus. Los de San Francisco, capitaneados por un gran Gary Holt, venían a Cam Zam a demostrar por qué son leyendas absolutas del thrash metal. Abrían con la legendaria "Bonded by Blood", de su disco con el mismo nombre, que allá por 1985 impactó al mundo. Un nutrido grupo de veteranos aguantaba como titanes en las primeras filas la envestida De los de la Bay Area, parapetados en las primeras filas, un potente grito de Rob Dukes nos presentaba  Piranha, dejando claro que era un veterano de esta banda y que la salida de Steve Souza no iba en absoluto con el. La descarga continuaba con "Brain Dead" de su álbum *Pleasures of the Flesh*, con una intro de batería a cargo del miembro más veterano, Tom Hunting, junto a Holt,  daban inicio a los primeros pogos del día. Continuaban las maestrías del thrash metal con "Deathamphetamine" de su *Shovel Headed Kill Machine* del 2005.

  
Exodus
 

 Con la guitarra de Lee Altus y Jack Gibson al bajo, junto al resto del grupo animando al respetable, comenzaba "Blacklist", un incuestionable tema en el que nos recuerdan que a principios de los 2000 todavía se hacía buen thrash. Escalábamos en la longeva trayectoria de esta gran banda para parar en 2021 con esa sorpresa que fue el disco *Persona Non Grata*, y fue "The Beatings Will Continue (Until Morale Improves)" la encargada de revisitarlo..

El fuego creado por el clima y la banda no se apagaba “A Lesson in Violence” mostraba esa furia desatada de su primer disco, haciendo las delicias del personal que, heroicos, aguantaban el infierno en el que se había convertido Cam Zam. “War Is My Shepherd” revisaba de nuevo “Tempo of the Damned”. La cosa estaba acabando; una hora tenían los americanos, que tenían puesto el acelerador a tope. Fue tras presentar a la banda cuando, a pleno pulmón, se oyó un poderoso “THE TOXIC FUKING WALTZ”, esa intro en la que los más trues reconocerán a leguas la simbiosis entre estos y sus paisanos Slayer ponía patas arriba Cam Zam; pura adrenalina en vena Repartían las guitarras mientras el público coreaba “Toxic Waltz”. Es que hay que poner en relieve el gran público que atrae esta formación, que siempre fiel, da igual la hora de actuación, a primera o a última hora , siempre están firmes y dándolo absolutamente todo. Son y serán siempre, junto a Slayer, Testament y Metallica, los creadores de ese estilo, y sus fans bien lo saben.

Con "Strike of the Beast" de su primer disco, como no podía ser de otra manera, ponían fin  Exodus, la primera gran descarga de THRASH de la jornada. Y digo "primera" porque aún nos quedaba otra más. Legendaria podrá describirse, que llegaría más adelante y que nos dejaría a todos en bragas.

  
Exodus
 

Tras unos minutos en los que apenas nos daba tiempo a cambiar de escenario, se presentaban los suecos The Baboon Show. Las descargas de este combo sueco suelen ir acompañadas de un derroche de entrega y energía a cargo de su vocalista, Cecilia Boström. Más de 20 años lleva ya esta formación sueca, que con su punk y garage rock se presentaban en Santa Coloma dispuestos a morir en la tarima del escenario de este Barcelona Rock Fest.

Fuertes empezaron con “Be a Baboon”, la cual fue la encargada de dar el pistoletazo de salida. Adrenalina pura y mucho rock and roll sonaba cuando, con “God Bless You All”, daban repaso a su LP del mismo nombre. “Forward in Reverse” fue la siguiente que tocaron de su disco titulado con el mismo nombre. Las guitarras del actual guitarrista, Simon Dahlberg, acompañadas de una base rítmica a cargo del batería Niclas Svensson y la bajista Frida Ståhl, llevaban en volandas a su vocalista, que en el siguiente tema, “You Got a Problem Without Knowing It”, demostraban lo que valen.

  
The Baboon Show
 

La energía con la que esta mujer desata sus shows es digna de estudio. En medio del tema, la banda bajaba el ritmo cuando de su poderosa garganta comenzaron a sonar los versos de “Run to the Hills” de Iron Maiden. Ya con un público entregado, finalizaron el tema con las melodías a la guitarra del icónico “The Trooper”. Con “Holiday” revisaban su disco “Radio Rebelde”, un punk rock marca de la casa, representativo de lo que esta banda ofrece en directo. “Rolling”, ese gran tema de su primer disco, fue el encargado de poner patas arriba a todo el personal. Esas melodías y riffs, claramente influenciados por los primeros Turbonegro, dejaban exhaustos tanto a los presentes como a su vocalista, que tumbada en la tarima, fue como acabó esta explosión de energía que tanto caracteriza a esta mujer. “No Afterglow” seguía la senda del rock más garagero de “Radio Rebelde”, sin florituras, pues ya está ella misma para lucirse .

Con Oddball volvían a su primer LP, con una intro a cargo de la bajista y el guitarrista, quienes encendían al público y, de paso, respiraban un poco, con cambio de vestuario incluido. Volvía su líder para interpretar este tema de garage rock, marca de la casa para Terminar de morir. Pero no, la muchacha tenía aguante para un rato más, y fue The Shame la encargada de presentarnos ese disco que fue "Damnation". Temazo punk en el que la rabia es la protagonista absoluta. "Me, Myself and I" encaraba la recta final. Con una banda totalmente enchufada, el público igualmente integrado terminaba de demostrar el potencial que esta sensacional banda posee. Y con su mítica y esperada "Radio Rebelde", ponían patas arriba Cam Zam. Con el público coreando "Radio Rebelde", ponían punto y final a esta enérgica actuación que, a muchos, se nos quedará grabada en la memoria.

  
The Baboon Show
 

Cinco minutos escasos es lo que nos dejaba la organización para coger de nuevo fuerzas. Con anterioridad, la organización nos comunicaba la baja de Wolfmother. Por lo visto, problemas con el avión impedían que la banda llegara a tiempo para el bolo. La sorpresa fue cuando anunciaron a los noveles Radity; estos chavales acababan de ganar la batalla de bandas de Wacken y poco más conocía de ellos. Nos comentaron que eran de Santa Coloma y que, ojo, con estos chavales que son una revelación a tener en cuenta. Pero ya cuando me dijeron que teloneando a Angelus Apátrida les habían tratado de tú a tú y que estaban al mismo nivel, ahí la expectación creció. ¿Tan buenos serán?, me preguntaba. Investigué en San Google y descubrí que su repertorio no llegaba mas que aún Ep .

Y bueno, allí estábamos a la espera de que salieran. “Hell Bells” comenzó a sonar; pensé para mí: “AC/DC para animar al personal, no falla, inteligente jugada". Pero, ¡oh my God!, como dicen los yankis, cuando salieron al escenario.

Mi primera impresión fue que parecía que estaba en los encierros de San Fermín. Como toros de lidia, salieron estos chavales que, como auténticas bestias, comenzaron a desgranar su repertorio. No podía creer lo que estaba viendo: unos chavales que no llegaban ni a los 30 años, como estaban dando caña, pero una caña, señores. Estábamos a 35° y ellos salieron con una energía pero una furia desatada que que a todos los afortunados allí presentes  nos dejaron totalmente atónitos.

  
Radity
 

Flipando, apenas éramos conscientes de lo que sucedía cuando "World of Violence" impactó como un obús en nuestras cabezas. La guitarra de Dani sonaba con una maestría que ni el mismísimo Kerry King.

El virtuosismo de este chico, con esa rapidez y técnica, se entremezclaba con una muy buena puesta en escena. Con algunos problemas de sonido, continuaba la destrucción. Por si no lo habíais notado, estos chavales practican un THRASH DEATH con mayúsculas, y precisamente Thrash con mayúsculas fue la versión que se cascaron del clásico de Sepultura, "Arise". Como si nada, para ellos, es más, juraría que sonó más acelerado. Una brutalidad.

El otro hacha, Pau, de un lado al otro del escenario, como si de un poseso endemoniado se tratara, iba ejecutando las partes de Andreas Kisser como si llevara toda la vida haciéndolo. Madre de Dios bendito, acojonados nos quedamos. ¡Qué manera de tocar, qué velocidad, qué todo, por Dios! Sí, sí, flipando a colores, como decimos los boomers, pero es que hay que verlo para creerlo. Cuando ya el público estaba harto de suplicar a la mesa que subieran el volumen, se subió, y con él empezaron los acordes de "Bomb of Hate". Y como una bomba, cayó impresionante lo de su bajista, Carla. Orgullosisísimos  que estarán sus padres. La maestría a las cuatro cuerdas, combinada con esa perfectísima ejecución dejaba a todo el mundo atónito.

El  ritmo no bajaba. Los pogos se sucedían y el público desatado seguía a la banda en una perfecta comunión  impresionante. Pero había un capitán que era el que marcaba los tiempos, y no era otro que el impresionante hombre que estaba tras la batería. Dios santo, ¡qué manera de tocar! Por momentos, me recordaba a la etapa de Mick Menza en Megadeth, con un cruce de Igor Cavalera. Soberbio podría ser la mejor definición para describir su actuación, y la verdad, me quedo corto.

  
Radity
 

Yo ya no sabía ni dónde mirar; era tal la brutalidad y maestría por parte de todos que uno no podía más que dejarse llevar. Fueron cayendo más temas, como “Bringer of Madness”. Una vez más, Carla dejándose la nuca y la garganta, sin dejar de alentar al público. La versión de Slayer “Raining Blood” ya fue la apoteosis final. Un magistral PAU nos dejó a todos perplejos, pero es que Saúl, dándole con todo el alma, Carla enchufadísima y Dani exactamente igual, dejaron a  las ultimas actuaciones de los de kerri king en nuestro país a la altura del betún.

Con "From Bad to Worse", la banda ya estaba en su salsa, disfrutando derrochando esa energía que fluye cuando ves que tu trabajo está siendo recompensado, y encima, con un público que respondía y de qué manera.

 Con un público totalmente desatado, continuaba la destructora  "Just Kill", como si de una motosierra se tratara, nos descuartizó por completo. Y sin darnos cuenta, nos anunciaban el final; no nos podíamos creer que esto se tendría que acabar.

“Bullet king” supuso un gran final . Con la banda y el público totalmente desatado. Carla, una vez más, agradeciendo a todos la oportunidad de haber podido cumplir un sueño, y con todo el recinto al completo, desde las primeras filas hasta los que estaban en las carpas, vitoreando y aplaudiendo, finiquitaron esta magistral actuación.¡INCREÍBLE! Un concierto de los que se quedan grabados en la memoria y que años después recuerdas cuando vuelves a ver a la banda, ya veteranos, y dices eso de: "Yo les vi en Santa Coloma cuando eran unos chavales".

No conocía a este grupo de absolutamente nada y, desde este momento, me declaro fan número uno. Tengo entendido que representarán a España en Wacken. ¡QUE SE PREPAREN! Porque estos, ya os lo digo yo, VAN A TRIUNFAR.

  
Radity
 

Los gazteiztarras S.A se presentaban en Santa Coloma con ganas. El logo gigante del grupo en la pantalla, como es costumbre en ellos, presidía el escenario en el que Juan y los suyos tenían una papeleta muy grande después de la arrolladora descarga anterior. “Alienado”, de su disco “Sistema antisocial”, fue el tema encargado para abrir esa noche.

El sonido malo con el que empezaban acabo mejorando . “Polvo en los ojos”, de su disco homónimo, cayó de seguido, sin titubeos. Juan, de un lado a otro, como siempre, se comía la tarima. ¿Qué decir de este hombre? Un gigante que, subido a un escenario, se crece aún más.

Con “Política del miedo”, tema del disco con el mismo título, daban cera a los de siempre. “Palomas y buitres” sonaba rotundo; la batería, siempre exigente, a cargo del último fichaje, Mikel Gómez, que junto al resto de los ya conocidos, Íñigo Zubizarreta, junto al Pirulo y Mikel, forman el combo perfecto.

Con “La aventura de saber” nos transportaba a finales de los noventa, de su disco “Ratas”. Gran interpretación que levanto a un público de por si ya  entregado
Con la armónica en la boca, Juan comenzó a interpretar “Alcohol, alcohol”. Hemos venido a emborracharnos; el resultado nos da igual, cantaba a la vez el público.

Y como es sabido por todo conocedor del grupo, esa armónica no podía predecir otra cosa que la interpretación de uno de sus grandes clásicos: “Ciencia asesina”, de su primera etapa  con el disco homónimo . Claro está que el público, desatado, coreaba a pleno pulmón esas letras indescifrables que tanto nos costó aprender.

  
Soziedad Alkoholika
 

Y aquí hago una petición al grupo: señores, a algunos nos ha costado más de 30 años aprender las letras de sus primeros discos para que ahora apenas nos toquen 3 o 4 temas. Por favor, un poco de consideración.

Bromas aparte, el bolo estaba siendo, como siempre, con esta banda, perfecto; es la palabra. Podrá gustar más o menos el repertorio, pero lo que hacen, siempre lo hacen bien. Garantía total lo de esa gente.

"Ratas",  puso  todo el mundo a botar. El fuego, mezclado con intensidad y ese medio tiempo con el que nos sorprendieron en la década de los 90. Sonó con fuerza y con la intensidad a la que nos tiene acostumbrados esta poderosa banda.

Llegó otro de los momentos más esperados por parte de sus más veteranos seguidores, como fue S.H.A.K.T.A.L.E. Yo ya tenía los deberes hechos desde hace no tanto tiempo, jaja. La canté junto al público a pleno pulmón, y es que uno no puede reprimirse cuando dicen aquello de ”siempre hay alguien que te amarga la existencia, siempre hay alguien”. Poesía pura, jajaja.

  
Soziedad Alkoholika
 

A tope estábamos, y no precisamente con la COPE, cuando la reivindicativa “Piedra contra tijera” nos recordaba que hay que seguir alerta y que, contra la censura de la tijera, una buena piedra siempre es efectiva.

Y con ese rap que a los haters de la época tantos disgustos dio, comenzaban “Peces mutantes”. ¡Qué bien se lo pasa uno cantando este tema! Y es que, ¿quién dice que S.A. no pueden ser divertidos?

 Cuando “Nada vale nada” nos devolvía a su disco “No intentéis hacer esto en casa”, tema de los fijos en sus conciertos.  Con “Motxalo”, el pogo, que no había dejado de descansar ni 15 minutos en todo el día, se descontrolaba todavía más. Euforia total es lo que provoca este tema, que uno no se cansa de escuchar y que, aun así, sigue poniéndote a brincar como cuando tenías 15 años. Y claro, ya se sabía que después venía el final y todos conocíamos el final.

“¡NOS VIMOS!”, gritó Juan para dar paso, desgraciadamente, al tema de actualidad “Nos vimos en Berlín ”, con el que el público se vino abajo. La banda terminó de darlo todo y, con ese contundente final, que creo que hasta Netanyahu lo pudo escuchar, finalizaron su actuación los legendarios Sociedad Alcohólica. Ni más ni menos, así fue su actuación: llegaron, arrasaron y se fueron. Como siempre, S.A. en estado puro.

Poco tiempo para la hidratación. Tuvimos que lidiar con nuestro amigo, el termómetro, que seguía a los suyos: 33 era su número, del que no bajó en toda la semana, y eso, a un norteño como yo, me estaba torturando.

  
Soziedad Alkoholika
 

De vuelta al otro escenario, con gran expectación, nos disponíamos a presenciar el festival de terror que nos venía a presentar King Diamond. La puesta en escena de este curtido intérprete nunca defrauda, y en esta ocasión no iba a ser menos.

Con la perturbadora intro de “Funeral”, se descubría la monumental producción que King nos presentaba. Un Hall  de lo que se supone que era un antiguo hospital, en el que unas cruces con las letras “St. Lucifer’s Hospital 1920” nos ponían de relieve de qué iba esto. Y no era otra cosa que la presentación de su próximo disco con el mismo nombre.

A escena salia el Rey Diamante  susurraba los versos de Funeral  mientras sujetaba una muñeca de un bebé andrajoso, y daga en mano, comenzaba el sacrificio. De esta forma tan peculiar comenzaba el espectáculo teatral al que el danés nos tiene acostumbrados.

su maquillaje característico, chistera, capa y crucifijo en mano, desataban   el infierno, y fue con “Arrival” donde nos dejaba  caer el estado magistral en el que el vocalista se encuentra.

Con toda la banda situada en distintas partes del escenario, en cuyos laterales se mostraban unas escaleras para juntarse en lo alto en una barandilla congelada, iban descargando las melodías   el resto de la banda, ocupando ya sus posiciones en la tarima, mientras El Rey Diamante seguía aterrorizando a los presentes.

“A Mansion in Darkness” fue la siguiente en caer. La teatralidad con la que siempre interpretan el tema es todo un regocijo para sus fans más acérrimos, entre los cuales sorprende la juventud que poblaba las primeras filas.

Tras los dos primeros repasos a su célebre “Abigail”, Halloween nos trasladaba a su legendario disco “Fatal Portrait”, en el cual un gran Andy LaRocque nos mostraba su virtuosismo, marca de la casa. King a lo suyo, con esos inquietantes agudos y falsetes, también marca de la casa.

  
King Diamond
 

Con  “Voodoo “ continuaba el akelarre. El maestro de ceremonias, con un cetro en mano, nos presentaba este tema de su disco con el mismo título. Tras otra inquietante intro, como es “Them”, llegaba el turno del nuevo single que se incluirá en su próximo disco, “St. Lucifer’s Hospital 1920: Spider Lilly” grandísimo tema .

 Con la introducción de “Two Little Girls”, comenzaba la archiconocida “Sleepless Nights”. Las guitarras de Andy LaRocque y Mike Wead se funden en una electrizante ejecución que, junto a la base rítmica de la mano de Matt Thompson a la batería y el indestructible Pontus Egberg, crean ese espectro sonoro que tanto gusta a sus fieles. De nuevo, otra tétrica introducción a cargo de “Out From The Asylum” marcaba el inicio de la siempre tétrica “Welcome Home”, en la que King Diamond, caracterizado como una vieja bruja, aterrorizaba a la mítica malvada abuela en silla de ruedas. Teatro de los horrores en estado puro.

“The Invisible Guests” nos transportaba de nuevo a su álbum “Them”. La poderosa voz de King Diamond luce sobremanera en esta magistral demostración de calidad. En todo momento le acompaña una corista situada en lo alto, a un lado, la cual apoya a Diamond en esas melodías demoníacas.

  
King Diamond
 

Con “The Candle” nos trasladaba de nuevo a su primera época para hacer las delicias de sus seguidores, que como locos coreaban el “ohohooho” como posesos. Magnífica interpretación una vez más de los dos guitarristas.

“Masquerade of Madness” nos retraía de nuevo al presente, otro single que ya presentó hace unos años y que esperemos caerá en este “St. Lucifer’s Hospital 1920”, que suponemos está al caer.

“Eye of the Witch” fue la encargada de rememorar su álbum “The Eye”. Seguidamente, y sin dejarnos coger aire, el maestro de ceremonias presentaba “Burn” del álbum mencionado anteriormente. Hay que decir que los temas cayeron prácticamente seguidos, como un reloj suizo, todo muy métricamente medido.

Una puesta en escena calculada al milímetro, un decorado, como nos tienen acostumbrados, impresionante. En resumen, pocas sorpresas, pero que, intencionadamente, y con las que sus fans están más que agradecidos, cumple con creces.

El momento que todo fan no quiere que nunca llegue vino, y no fue de otra manera que su “Abigail”, esta piedra filosofal de su carrera, que te pone los pelos de punta y que supuso el final de la actuación del danés en esta edición del Rock Fest 2025.

En resumen mucha clase y veteranía es lo que nos ofrecieron estos grandes veteranos capitaneados por un Gran king Diamond.

  
King Diamond
 

Repuestos a tope, volvíamos para presenciar la descarga de Dirkschneider, que venían a descargar ni más ni menos que el clásico de Acce`t, “Balls to the Wall”. Casi nada, señores. Y así fue, sí, sí.

La banda al completo salió a darlo todo. UDO, con gafas de sol, gorra militar y su atuendo habitual, arropado por el otro hacha de Accept, Peter Baltes, quienes junto a Andrey Smirnov, Fabian Dee y Sven Dirkschneider forman la actual formación, salían a degüello interpretando de principio a fin y en el mismo orden, el álbum al completo: “Balls to the Wall”, “London Leather Boys”, “Fight It Back”, “Head Over Heels”, “Losing More Than You’ve Ever Had”.

Iban cayendo a machete, sin tregua. Un mural de fondo con la nueva ilustración de una bola  metálica golpeando el muro presidía el escenario. Ni que decir que el público, entregadísimo, coreaba cada una de las palabras que un UDO espectacular soltaba por su boca. Al abuelo se le veía en un gran estado vocal y su público agradecido con el ,le llevaba en volandas.

Love Child continuaba la descarga; parece que no pasan los años para este hombre, y qué decir de Peter. "Turn Me On" era la encargada de poner un “poco de calma”; ese estribillo fue creado por las miles de personas que, aunque deshechas por la larga y calurosa jornada, parecían haber resucitado.

  
Dirkschneider
 

"Losers and Winners" ponía la sexta marcha: potencia a raudales, estribillo pegadizo, solos marca de la casa, un clásico cañonazo en toda regla. "Guardian of the Night" y la balada "Winterdreams", con la que por fin pudimos coger aire, ponían fin al repaso de este gran disco.

 Tras un segundo de descanso, volvieron con "Princess of the Dawn" de su mítico "Restless and Wild", que nos ponía a todo el mundo patas arriba, coreando el estribillo a  pleno pulmón.

Pero el momentazo llegó. Esa melodía popular alemana que coreaba aquello de "Ahí aido Aída" nos adelantaba el final apoteósico, como siempre en todos los conciertos de los alemanes. "Fast as a Shark", , sonó demoledor.

Desde el chillido inicial hasta el estribillo final . Desde luego uno no lata de pensar Que por un Lado tenemos a los actuales Accept  rejuvenecidos ofreciendo excelentísimos shows y por otro a estos Dirkschneider  en plena forma también .

  
Dirkschneider
 

Pues alegría por partida doble me quedo con estas dos formaciones antes que con una hipotetica reunión os lo juro. Y cuando creíamos que esto ya se había acabado, con Udo hablando en castellano perfecto, muchas gracias, Barcelona. Tras preguntarnos si seguíamos vivos y si estábamos ardiendo, cayó “Burning” de su clásico álbum “Breaker”.

Y con todo, Cam Zam gritando:
“Burning, burning, burning just like fire”,
Se despidieron estos germanos que terminaron de acabar con nosotros.

Mi cuerpo, mi alma y mi “too”, como dicen por ahí abajo, ya no se tenían en pie. Y todavía nos quedaba el domingo, mejor dicho, el PEDAZO DOMINGO. Fue el momento de decidir que, si queríamos poder llegar dignamente al domingo, había que retirarse.

Y así lo hicimos. En mi mente quedaba grabada a fuego la descarga de  Radity, la energía de Baboom, la mala hostia de S.A., la locura de King Diamond y la fiesta sublime de Udo y los suyos.

De nuevo, espectacular jornada la que vivimos otro día más en Cam Zam.

  
Dirkschneider
  
 
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