COLABORACIONES
 Crónica
 
Barcelona Rock Fest 2025: Scorpions + Judas Priest + Doro + Stryper...
  29/06/2025     
  Jose Ramón Adán     
  Irene Kilmister y Jose Ramón Adrán
  Cam Zam, Santa Coloma de Gramanet, Barcelona
  
www.insonoro.com

 Cuando la ola de calor ya nos había engullido por completo y todo tipo de penurias se había cebado en nuestro grupo  Como buenos valientes, decidimos que nada iba a poder con nosotros y nos plantamos otro día más en el recinto de Cam Zam. El sol y los 35° marca de la casa seguían donde los habíamos dejado el día anterior, exactamente encima de nuestras cabezas melenudas.

Llegamos a media tarde, justo al comienzo de Doro. La rubia teutona salió, como de costumbre, con una sonrisa en la boca y con ganas de agradar y hacernos pasar un buen rato. Esta mujer es sinónimo de trabajo, esfuerzo y dedicación, y una vez más lo demostró.

mpezó la descarga con un tema de su último disco, "Time for Justice". La rubia, entregada, continuaba con la coreadísima "I Rule the Ruins" de la banda que la hizo famosa, continuo recordando los clásicos de Warlock: "Burning the Witches". ¿Qué decir de este gran tema? Esta mujer no necesita calentar a su público, que desde que sale a la tarima ya los tiene más que ganados

Raise Your Fist in the Air” volvía a la actualidad de Doro. La banda que le acompaña son fieles escuderos. La batería de Johnny Dee marcaba el inicio de la maravillosa "Für immer”. El público, más que entregado, coreaba cada uno de los versos junto a Doro para fundirse en ese emotivo verso en castellano que dice aquello de “Hay una promesa en el sonido”. Y es que siempre que esta canción suena, la expresión en su cara cambia de color, os lo juro.

  
Doro
 

“Hellbound” nos devolvía a su etapa más heavy de Warlock, momento para coger aire  , mientras su fiel escudero, Johnny, nos entretenía con unos toques a la batería y  como una apisonadora aparecía de  nuevo Doro  con la actual “Children of the Dawn”. De nuevo, Dee a la batería hacía alarde de su virtuosismo cuando un gran Nick Mitchell, junto al otro hacha de las seis cuerdas , Luca Princiotta, daban el pistolazo de salida a “Metal Race”, otro clásico de Warlock que a todos encantó. Y es que la voz de Doro sigue a un nivel fantástico.

Y como un suspiro, se nos pasó la actuación de la rubia alemana.

Una estruendosa guitarra nos marcaba el inicio del himno por excelencia "All We Are". Este himno del metal permanece imperecedero de generación en generación, siempre eficaz, siempre coreable y siempre con esa sonrisa en la boca de la vocalista, agradecidísima a su público, que después de más de 3 décadas sigue a su lado, cantándolo como si de una sola garganta se tratara.

Momentos en los que la alemana se funde con el público, adelantándose a la pasarela central ubicada para sus paisanos Scorpions, para dejar corear al respetable: "All we are, all we are, we are, we are, all, all we need". Y así, unas cuantas veces, el público incansable repetía sin cesar, fundiéndose con la banda, con la que, en una perfecta unión, finalizaron el tema y la actuación de la manera más grande, con el público vitoreando y aplaudiendo la corta pero enorme actuación de Doro.

  
Doro
 

Esta vez estábamos bien preparados y, mientras el equipo de logística venía con bebidas, ya estábamos situados para presenciar la descarga de las abejitas cristianas. Las rayas amarillas y negras y el logo de la banda en la pantalla trasera daban la bienvenida a los americanos. Stryper venían celebrando los 40 años de actividad. Michael Sweet y los suyos comenzaron con “Sing-Along Song”, con el que el nefasto sonido fue el protagonista.

Con mucho esfuerzo, intentaban sacar adelante el tema. Oz Fox, aunque sublime  en sus labores a la guitarra mostraba un aspecto cansado; el bochorno infernal tampoco ayudaba mucho. Lo cierto es que se le veía muy apagado para lo que normalmente solía ser este hombre. “Calling on You” fue la siguiente en caer. Un Robert Sweet descomunal llevaba en volandas a la banda, que, junto a su bajista Perry Richardson, mantenían en pie a los americanos . De nuevo, la batería de Robert y las melodías de la guitarra de Michael daban inicio a la poderosa “Free”.

Terminando de revisar por el momento aquel mítico disco "To Hell with the Devil". "Soldiers Under Command" continuaba el repaso a la trayectoria de los americanos perteneciente a su disco del 85 con el mismo nombre. Volvieron al año 2018 con "Sorry" de su disco "God Damn Evil". El sonido no terminaba de mejorar y el tema quedó un poco deslucido.

  
Stryper
 

 "Loud 'n' Clear" de su "The Yellow and Black Attack" sonó con fuerza en esa introducción con sus dos guitarras a dúo, marca de la casa, que tanto gustan a sus seguidores y que la banda interpretó con gran destreza. La poderosa "The Rock That Makes Me Roll" cayó como un rayo divino; aquí la banda se dejaba el alma, Robert Sweet, entregadísimo a la batería de costado, como suele ser habitual, demostraba quién era el capitán. Grande, muy grande sonó este tema del anteriormente mencionado "Soldiers Under Command".

El repaso a la década de los 90 llegó con "All for One" del disco "Against the Law".

Poderosa como el trueno, comenzó "More Than a Man", uno de los mejores temas de toda su carrera, perteneciente a su álbum "To Hell with the Devil", en el que el respetable agradeció dando grandes muestras de alegría y complicidad. Esos solos de guitarra, la poderosa pegada de Robert y las melodías de Oz y Michael hacían las delicias de los más melómanos. "The Valley" nos devolvía al presente, un tema muy contundente en el que la banda se niega a vivir de lás rentas, portando nuevo material como fue el disco "God Damn Evil" del 2018. El gran final llegó con "To Hell with the Devil". ¿Quién no conoce este gran tema? La banda iba despidiéndose del respetable a la vez que se disculpaban por el sonido y repartían entre los más devotos unas biblias marca de la casa para el deleite de los más afortunados. Actuación correcta la de los americanos, que con grandes dificultades mostraron esa profesionalidad con la que llevan 40 años girando alrededor del planeta.

  
Stryper
 

Con poco tiempo para recuperarnos, como sucedió durante todo el festival, hidratarnos un poco y aprovisionarnos bien, ya estábamos preparados para presenciar la actuación de los escoceses Alestorm.

Los escoceses salieron a lo suyo, a la fiesta, que es lo que les va. Atrás queda esa parafernalia pirata con la que empezaron, para dar paso a presidir la ceremonia: tres patos de goma gigantes.

Con sus faldas y el color verde y negro, marca de la casa, por todos lados, comenzaba la fiesta. Tras una intro, comenzaban con "Keelhauled", en el que Elliot Vernon, teclado en mano, nos iba narrando la historia.

Los que han visto a esta banda alguna vez saben que siempre son una fiesta pirata, pero quizás el horario y, como no, nuestro amigo Lorenzo, que también estaba en plan heavy, no terminaban de ayudar. El público, aunque activo, no mostraba esa euforia que normalmente se puede ver en los bolos de este grupo. "The Sunk'n Norwegian" aceleraba un poco los espíritus apagados de los presentes. 

  
Alestorm
 

Que  puños en alto  animaban a la banda, que se mostraba altamente  agradecida. Gareth Murdock y Peter Alcorn, a la sección rítmica, estaban on fire. “Killed to Death by Piracy” fue un lucimiento para ellos, que con ese ritmo no pararon hasta que el público se entregó. México fue una muestra de ello; la melodía inicial puso a todo el mundo a saltar, con toda la banda botando en perfecta comunión con el público. “Frozen Piss 2” fue la siguiente en caer. Como en casi todas las actuaciones del festival, esta no sería la excepción; casi todas las bandas tocaron todos los temas muy seguidos. Con este tema, el guitarrista Máté Bodor y el teclista Christopher Bowes son los verdaderos protagonistas.

Y tras  este tema, con la banda dando todo y puesto que una de las bandas que queríamos ver con muchísimas ganas se solapaba, como fue el caso de Koma, decidimos abandonar el escenario principal para dirigirnos a la carpa.Sintiéndolo mucho por los escoceses, pero es que los Navarros Koma, para un servidor, son una debilidad. Lo de esta gente, y en concreto su frontman Brigi , es increíble; como batería con el Drogas, hasta con sus Koma.

  
Alestorm
 

Llegamos con “Imagínatelos cagando” de su disco “Sinónimo de ofender”. Allí estaban Brigi, Natxete, Juancar y Rafa, que después de un parón volvían a la carga con un nuevo disco: “Una ligera mejoría antes de la muerte” del que Por cierto no cayó ninguna , una pena, gran disco.

Con un poderoso grito de Brigi, el marquéssss, comenzaba “El marqués de Txorrapelada”. Brigi y el resto a tope; parece que no pasan los años para esta gente   a este lado del recinto la peña botaba a gusto y eso que el calor aquí era infernal, pero eso no impedía a los presentes disfrutar al máximo de los navarros.

Bienvenidos a Degüelto” fue otro ostión en la cara que tiempos cuando, con 15 años, éramos los reyes de los pogos. Ahora, ni acercarse. Por momentos estuve tentado, pero una mirada de esas que tienen las mujeres de las que sabes sin decir nada lo que piensan me quito la tonteria.

  
Koma
 

Y ese fue el momento en que decidimos ir a buscar un lugar para ver a los de Halford. Y es que no debemos olvidar que faltaban dos platos fuertes del festival.

El ambiente que se respiraba el domingo a esta hora ya era otra cosa, al igual que el que se respiraba en los baños, que debieron ser precintados por las autoridades sanitarias, pero en fin. Ahí estábamos, listos a tope para demostrar nuestro amor incondicional al metal God  que desde hace unos años está que se sale el hombre, me perdí  la gira del Firepower… las mentes diabólicas  me decían que  estaba muy bien, etc., pero yo seguía incrédulo tras mis últimas experiencias.

Pero el año pasado decidí darles otra oportunidad en Iruña, junto a Saxon y Uriah Heep. Y fue toda una grata sorpresa; el disco me había gustado, pero el directo estuvo genial. Claro está que esta gira, Shield of Pain, era toda una golosina que no estábamos dispuestos a perdernos. Revisión del Painkiller y segunda parte de la gira Invisible Shield.

Salivando, estábamos cuándo la intro de “All Guns Blazing” estalló como un trueno. Halford salió y, un tiempo después, viéndose adelantado al resto, reculo  para salir más tarde y comenzar con “All Guns Blazing” y ese chillido inicial: 

“Twisting the strangle grip 
Won’t give no mercy 
Feeling those tendons rip 
Torn up and mean.” 

La banda como un trueno entro a saco, en ese preciso instante, ya nos daba igual el infierno asfixiante de los 35°, los dolores de rodillas etc , todo desaparecía, pues el auténtico analgésico había llegado para quitarnos el dolor, y no era otro que la descarga brutal de Judas Priest

“Hell Patrol” nos impactaba en la cara, otro temazo de “Painkiller”. Richie Faulkner, en su lateral izquierdo, defendía esos riffs como una bestia; Halford, en medio, nos bendecía a todos, y el último fichaje, Andy Sneap, en su lateral derecho. 

Ahí estaban, como una apisonadora. 

“You’ve Got Another Thing Comin’” nos retrocedía a su glorioso “Screaming for Vengeance”, con el cual los solos de guitarra denominación de origen de Richie se lucían Mientras Ian Hill, en un segundo plano, marcaba el tiempo al bajo, poderosa y con todo el público entregadísimo sonaba esta gran cancion.  sin  poder asimilar todavía  lo que estábamos viendo    mi amada “Freewheel Burning” sonó con una potencia descomunal. Esa intro en la que empieza una guitarra, para segundos después comenzar la otra  fundiéndose a continuación en esa prodigiosa melodía, me supo a hidromiel. De lujo sonó este temazo de “British Steel”. No exagero en absoluto; por ahí tenéis videos, juzguen ustedes mismos.

Con Halford  coreando, las notas de  guitarra de Faulkner no engañaba a nadie. “Breaking the Law” sonaba en “cam zam”. Como cotorras, cantábamos todos: “Breaking the Law, Breaking the Law”. Qué bien se lo pasa uno con esta tema . Con Halford paseándose de lado a lado, y observando a un Ian Hill dejándose la piel, a uno le viene a la mente esos muñecos articulados que, con un pequeño toque, ya no paran. Pues lo de este hombre es igual; si Gene Simmons fuera su manager, seguro que ya habría muñequitos de Ian Hill a la venta.

  
Judas Priest
 

Tras el tridente que presidía la ceremonia, la pantalla trasera emitía imágenes que todos recordamos al instante, pertenecientes al videoclip de “A Touch of Evil”. En éxtasis, estábamos en la tercera del “Painkiller” y así fue como Halford, ataviado con sus ropajes de cuero, chaleco, etc  sudando la gota gorda y una banda, pletórica, interpretaban este exigente tema. Halford no daba muestras de flaqueza, Hill tampoco, y qué decir de Scott, que magia le da a este tema, qué pegada y qué manera de marcar el tiempo.

Y es que cuando entró en la banda, nos dejó atónitos a todos con ese discazo que es “Painkiller”, y de alguna manera, esta gira también es un gran homenaje a su persona. Cómo se luce este hombre en este tema, me encanta. Y muy lúcidos  estaban estos maestros cuando se abalanzaron a tocar ni más ni menos que “Night Crawler”. Scott ya estaba crecidísimo, el resto enchufadísimos, el público totalmente loco, todo estaba saliendo a la perfección y Halford con cara de satisfacción, Seguía a lo suyo. bendiciéndonos, de un lado al otro del escenario, buscando la complicidad de cada uno de los músicos, alabando a Richie en los solos, animando a Andy y mostrando su admiración a Travis. Qué alegría da ver a Halford disfrutando y no viéndole sufrir como en épocas pasadas.

Después del subidón de "Night Crawler", llegó la calma y fue con el viaje al pasado, en concreto a la primera etapa de la banda, del que rescataron el tema "Solar Angels". Con este tema, algo lento, Halford aprovecha para coger aire y seguir mostrando sus respetos a la banda. Y, con unas imágenes de tormentas solares en la pantalla central, desencadenó uno de los momentos más épicos para los fans más veteranos de la banda.

"Gates of Hell" nos trasladaba de nuevo a la actualidad de la banda, un tema que fue muy bien recibido por el público, que en estas ocasiones suele mostrarse frío ante los nuevos temas de las bandas, pero que en el caso de este magnífico disco, como es "Invincible Shield", no Fue el caso. Y es  que este disco ha sido muy bien recibido por la crítica y el público, como así pudimos apreciar el año pasado durante la presentación de la gira. En mi caso, en el Navarra Arena, colgando  un sold out rotundo.

Deu nevo, una introducción conocidísima por los presentes nos ponía los pelos de punta. Claro que sabíamos lo que venía a continuación: si efectivamente era otro temazo del “Painkiller”, ¿pero es que acaso tiene alguno malo? Dudo que alguien lo encuentre.

“One Shot at Glory” nos acercaba a la gloria, nunca mejor dicho. Es que cuando ves a Faulkner  interpretando esos solos, instantáneamente recuerdas a Glenn Tipton y a K.K. Downing dominando el escenario. Pero es que, segundos después, estás oyendo de nuevo a  Richie y os juro que consigue que, aun teniendo su toque personal, no desvirtúe para nada los temas y disfrutes como un poseso.

Disfrutando al máximo estábamos cuando “The Serpent and the King” nos trajo de nuevo al actual “Invincible Shield”. ¡Qué gran disco, por cierto, a la altura! de sus éxitos ,un poderoso tema que, con las imágenes que se proyectaban en la pantalla de fuego, serpientes y grandes batallas, le daba todavía más fuerza y épica al tema. La banda lo interpretaba magníficamente, mientras Halford, que seguía enfundado en su tres cuartos plateado, de cuero y tachas, continuaba impasible el gran show que El Metal God estaba ofreciendo.

Con imágenes de fuego en la pantalla y un maestro herrero forjando el metal incandescente, fue el momento en el que los dos guitarristas, ocupando el centro de escenario, comenzaban “Between the Hammer and the Anvil”. No nos lo podíamos creer; era la sexta ya del celebrado disco y es que uno que no está acostumbrado a mirar los setlists previamente estaba en una nube.

Imágenes religiosas se mezclaban con el fuego y el yunque, con un gran Travis que continuaba marcando el ritmo. Dios, cómo sonaba esa batería en “Cam Zam”, qué envidia los que viven justo detrás del recinto. Y es que esta noche Judas Priest estaban dando su mejor versión.

  
Judas Priest
 

Con esta sublime ejecución, la actualidad llegó de nuevo y vino acompañada de "Giants in the Sky", un tema lleno de magia y sentimiento en el que Halford se desgarra por completo para recordarnos a los héroes caídos en este mundo del rock & roll, como así lo presentó. Tras una poderosa guitarra a cargo de Faulkner, sigo sin entender cómo este hombre, tras una operación de corazón, sigue en esa forma increíble; no tengo palabras. Pues con este héroe de las seis cuerdas interpretando ese inicio tan brutal, Halford, con ese sentimiento que solo él pone, Andy Sneap, con sus partes, quien ya demostró que es un genio tanto en la interpretación como en las labores de producción del disco, y, por supuesto, los señores  Hill y Mr. Travis, en una perfecta armonía, interpretaban uno de los temas más emotivos de la noche, que, sumándole las proyecciones en pantalla de nuestros héroes caídos, Dio, Lemmy, Randy Rhoads, Paul Di`Anno, Mercury y algunos más, pusieron en lo más alto la ya de por sí gran actuación de los británicos.

Una presentación del mundo en llamas y un guerrero a lomos de una moto dragón con ruedas de sierra nos presagiaba lo que venía. ¡Sí, señores! "Painkiller" se leía en la pantalla y, con esa introducción a cargo de esa batería infernal que nos enloqueció a todos, comenzaba la todopoderosa "PAINKILLER". Con una fuerza magistral, un grandísimo Halford escupía esas letras que nos desgarraban sin piedad a los que, atónitos, observábamos cómo, más de treinta años después, estaba sonando este grandísimo tema con esa majestuosidad .

"Pain, pain killer, kileeerrrrrrr" salía de la garganta de Halford mientras el público, en estado de éxtasis total, repetía insaciable cada una de las letras. Histórico es lo que vivimos en Cam Zam. Sí, con efectos y lo que queráis, pero la voz del Metal God estaba ahí y en qué forma, señores.

 Ya estábamos satisfechos: nada más y nada menos que 7 temas de esa joya que es "Painkiller"  por mi si todo acababa aquí podía ser un final perfecto pero no era el caso  . Con todo el público enérgico sonaba esa mágica introducción como es "Hellion". Venía acompañada como es costumbre, Electric Eye. Ya el éxtasis era completo; el grupo estaba on fire. La banda, aún más, en las pantallas, las proyecciones de un ojo cibernético que todo controla, junto al tridente de luces que presidía el escenario, nos dejaba una imagen que quedará grabada en nuestra memoria para siempre. Todas las cartas estaban boca arriba; el público, totalmente enloquecido, coreaba cánticos futboleros y, cuando ya todos nos habíamos olvidado, el rugido de un motor nos recordó que aún quedaba el momento más épico de la noche. ¿Cómo podríamos haberlo olvidado? Si efectivamente Halford, a lomos de su Harley Davidson, hacía acto de presencia en el escenario para interpretar "Hell Bent for Leather" de aquel lejano "Killing Machine". Y, de seguido, ese ritmo inconfundible de batería dio la entrada a la siempre festiva "Living After Midnight". Con el público saltando y cantando, Halford intercambiaba sus partes con el respteable que, cantando "Living After Midnight, rocking to the dawn", acababa este grandisimo  concierto que los británicos ofrecieron en esta edición del Barcelona Rock Fest

Encantados de la vida y con una sonrisa de satisfacción por lo vivido con Judas, nos dirigimos a la zona de hidratación para acomodarnos, pues todavía nos quedaba un último cartucho. Y no era poca cosa; los escorpiones tenían que saltar a la tarima de Cam Zam. Un servidor tenía sus dudas: el año pasado en Wacken, aunque fue un gran concierto del que gozaron con invitados especiales, un gran set list y la banda bastante bien con el siempre espectacular Micky Dee, Klaus Meine se mostraba bastante apagado. Esta noche era la hora de la revancha y la expectación en mí era gigante.

  
Judas Priest
 

Tras una bonita presentación en la pantalla, repasando la trayectoria de la banda y recordando que llevan 60 años de carrera, casi nada ,empezaba el espectáculo. Imágenes del universo, el planeta Tierra y un escorpión gigante encima de él, se proyectaban en pantalla. Y con esa intro clásica del grupo, saltaban a la tarima los alemanes. De inmediato, ya la poderosa batería de Micky Dee llama la atención. Y es que el exMotorhead ingresó en la banda para darles un cartucho extra a esta longeva agrupación. ¡Y qué cartucho, señores! “Coming Home” era la elegida para dar el pistoletazo de salida. La banda, muy bien, Matthias Jabs y Rudolf Schenker salían muy enchufados. Klaus en la voz, bien; arriba en el podio, Mikkey Dee. No digo nada porque estaríamos todos el día hablando de él; solo diré  Mikkey Dee haciendo  lo que mejor sabe hacer, y Pawel Maciwoda siempre en un discreto plano, pero siempre eficaz en su trabajo al bajo.

Su último trabajo, "Rock Believer” del 2022, nos ponían  en la actualidad, y es que los germanos no han dejado de sacar discos con más o menos acierto, pero siempre dejando algunos temas de gran calidad para poder más tarde interpretarlos en directo, como es el caso de este “Gas in the Tank”.

“Make It Real” caía para el deleite de sus incondicionales, que allí había unos cuantos, veteranos ellos  que orgullosos lucían sus camisetas. Rudolf con su clásico gorro y gafas de sol, y un gran Mattias Daban buena cuenta de sus instrumentos; ¡qué maestría tienen estos dos y qué feeling desprenden cuando se juntan!

Con “The Zoo” repasaban aquel “Animal Magnetism” con el que inauguraron la década de los 80. Ese medio tiempo  en el que el loco de Rudolph se muestra incansable es el momento perfecto para los fotógrafos.

Retrocedamos un año en el tiempo para revisar su “Lovedrive” de 1979, de la mano de “Coast to Coast”, en el que un gran Klaus se cuelgo la guitarra para interpretarla junto a sus compañeros, fundiéndose en una gran imagen.

Llegó uno de esos momentos que emplean  algunas bandas y que a mí, personalmente, con alguna excepción, me desagrada:como son  los medleys. Con esa carrera tan longeva sabemos que  es muy difícil repasar todas las etapas, etc etc  En fin, es lo que hay.

Con el medley de “Top of the Bill”, “Steamrock Fever”, “Speedy’s Coming” y “Catch Your Train”, repasaban la etapa en la que el gurú Uli Jon Roth militaba en sus filas.
  
Skorpions. Foto de archivo (Iconica Fest Sevilla 2023) por Alonso Gonce
 

Para muchos, una gran etapa de la banda que pocas veces se ve representada en directo con temas completos.

Volvíamos de nuevo al "Love at First Sting" con el poderoso "Bad Boys Running Wild". Sonó fuerte y contundente, ¿adivinais  gracias a quién esa contundencia?. La emotividad llegó con "Delicate Dance", en la que el bueno de Matty nos daba una masterclass de cómo hacer buenos solos con clase y estilo, sin perder un poco de fuerza y aportando, a la vez, gran sentimiento y delicadeza en cada una de las melodías.

Llegamos a los 90 con la balada marca de la casa: "Send Me an Angel", de aquel exitoso "Crazy World". Pero para balada marca de la casa, la que vino a continuación fue ni más ni menos que "Wind of Change". Hizo las delicias de todos los nostálgicos  que allí nos encontrábamos. Sí, está más manida que la radiofórmula de turno.

Pero, ¿quién no la ha silbado alguna vez? La cancion favorita de las viejillas en el coche  cuando te dicen eso de “No me pongas esa música tuya", jaja, nunca falla.

Otra  visita a Lovedrive, a cargo de “Loving You Sunday Morning”, devolvía al público a los 80. Esas melodías rockeras que tanto  nos gustaban ,aquí al  bueno de Klaus se le veía dificultado para llegar a las notas más altas, aunque la interpretación fue muy digna

No seré yo quien justifique a un artista por su edad; si lo hacen digno, se dice, y si no, también. Y para coger un poco de aire, la banda… porque todos sabemos quién no lo  necesita.

Y es que no sé de dónde saca la energía este Hombre . Rula un Raider de bebidas que usaban los buenos de Motörhead en sus años de gloria. Sea lo que sea, el caso es que el bueno de Mikkey Dee sigue indestructible y, como tal, se marcó un solo de batería que dejaba a su técnico con cara de tener mucho trabajo para dejar todo ok para el siguiente tema. Gajes del oficio.

La rocanrolera Tease Me Please  revisitaba de nuevo “Crazy World”, gran tema rescatado en las últimas actuaciones de la banda que hace las delicias de sus fans más acerrimos.

Con las proyecciones en pantalla de la gran ciudad, dentro de un marco como si de Las Vegas se tratara, “Big City Nights” sonaba con fuerza. En el aspecto visual, los alemanes están muy actualizados con luces, pantallas y mucha parafernalia que acompañan al grupo. Y es que estos Scorpions saben cómo entretener, que para eso estuvieron haciendo una residencia en Las Vegas.

  
Skorpions. Foto de archivo (Iconica Fest Sevilla 2023) por Alonso Gonce
 

Y llegó uno de esos temas que, con los primeros acordes, ya sabes cuál es. “Still Loving You” caía ,que si que está más manida que la radiofórmula de turno, etcétera. Pero, queridos boomers, ¿quién no se acuerda del moento en la discoteca en la que nadie, por supuesto, ha puesto un pie nunca? Y el DJ de turno, después de poner el tema casposo del momento, se desmelenaba y pinchaba este temazo, y tú, con tu aire de superioridad moral absoluta, te levantabas todo subido e ibas directo a por la chavala que tenías en el radar La cual se derretía ante el malote que tenía delante y todo se fundía en el baile y lo que surgiera después, jajaja. Venga, va, ahora tocaba mirar a tu mujer y cantarle al oído eso de "Sting, lovin' youuu, uuuu". Mientras ella te mira con cara de medio risueña y la de "joder, ya le tengo que aguantar al pesado de mi marido", jajaja, "Sting, lovin' youuu" cantaba. Que se hubiera quedado con el de los cementos, jajajaja.

Ya con ese momento tan especial para unos y empalagoso para otros, se apagaron las luces. Solamente las luces principales presidían el escenario. Algunos llegaron a pensar que el show había terminado. Pero no, aún quedaban grandes momentos para disfrutar con los germanos. De repente, el sonido de una sirena y un gran despliegue de luces daba la bienvenida a un escorpión gigante que emergió del fondo del escenario, cubriendo los laterales con sus pinzas y llegando hasta el fondo del escenario, con una gran cola acabando en un enorme aguijón.

Era el momento final y, con “Blackout” a todo trapo, se despedían los de Hamburgo, pero no antes sin soltar el último picotazo. Y es que ningún concierto de Scorpions puede acabar sin interpretar su célebre “Rock You Like a Hurricane”, con toda la banda aclamada por el público, mostrando su gratitud y con todo el mundo contento. Ahora sí, ponían fin a su paso por este Rock Fest.

Fue un concierto muy digno; cierto es que a Klaus se le empieza a notar cansado físicamente, pero en lo vocal, aunque limitado, sigue defendiendo aceptablemente bien los temas. Y con los alemanes y nuestros cuerpos ya más que reventados, pusimos fin al día y para nosotros al festival.

Como siempre, con este festival me quedé con un sabor agridulce. Uno se va pensando que hay muchas cosas que mejorar, pero, por otro lado, siempre satisfecho y contento por los buenos momentos vividos.
Y con esa sensación nos despedimos del festival catalán .

  
Skorpions. Foto de archivo (Iconica Fest Sevilla 2023) por Alonso Gonce
  
 
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