El pasado 24 de julio, durante las fiestas de las Magdalenas en Errenteria, se realizaba la tercera edición del festival Madalenrock. De la mano de la Asociación Tabudemons, quienes, con diversos colaboradores, marcaban este festival en el calendario. Y no era para menos, pues la gran apuesta de este año no era ni más ni menos que la actuación de Tim Ripper Owens, que durante su gira europea dejó un hueco para este gran evento. Y no estaba solo el americano, puesto que grandes bandas acompañarían al veterano vocalista, como fueron los donostiarras Krait y los de Pasaia Urtz.

Sin prisa pero sin pausa, salimos de Bilbao dirección Rentería. Una vez asentados y localizado el emplazamiento nos dimos cuenta de la gran organización y despliegue técnico que se había montado para la cita. En la plaza Olaskoaga, el gran escenario presidía la misma. Y allí, los chicos de Tabudemons y el incombustible Txarli nos daban una calurosa bienvenida.

Tras un rato saludando a viejos conocidos, tuvimos la ocasión de presenciar en directo a los primeros en caer en este festival, como fueron Krait, grupo donostiarra formado en 2002, con tres discos en el mercado: “Ángeles” (2010), “Esta vez” (2013) y el acústico “El poder del corazón”, en el que revisitan algunos de sus temas en formato acústico e incluyen dos nuevos temas. Con este palmarés se presentaban en esta tercera edición de Madalenrock,  con mucha fuerza  saltaron a la tarima a descargar ese heavy metal/prog que tan bien hacen.

“Amanecer” y “Promesas” fueron las primeras sorpresas, y es que este Madalenrock estaba lleno de sorpresas. Además, estos temas eran nuevos y tuvimos el placer de escucharlos en primicia en Rentería. “Tiempo al tiempo”, de su álbum “Esta vez”, fue el tercero en caer, con una intro poderosa de guitarra a cargo de EMI, quien derrocha una gran calidad y virtuosismo en este tema. No se queda atrás Andoni Regueiro a  la batería, quien con su inseparable compañero de viaje, Juancar Astinza al bajo, marcan el ritmo.

 Tras presentarse y saludarnos, su frontman, Iñaki Maner, nos presentó otro de los nuevos temas, como fue “Terranova”, cañero, con gusto y grandes melodías. La magistral “Animal Racional” explotaba como un trueno y es que esta joya, que por momentos te recuerda a los primeros discos de Yngwie Malmsteen, es un derroche de virtuosismo con esas guitarras que no descansan y esa base rítmica contundente que  junto a la gran voz de Iñaki nos dejó uno de los grandes momentos de la noche, espectacular.

Tras el cañonazo, continuaban presentando lo que esta gente está cocinando y que todavía no se ha publicado, como fueron los temas “Madre tierra”, “Paz”, “Reputación” y “Calle sin salida”. Cuatro temas que cayeron seguidos y que, al no conocerlos, el público se quedó algo frío, pero que a mí particularmente me encantaron. “Madre tierra” tiene unos pasajes de guitarra que son una delicia y es que este hombre no se corta.

"Paz", más de lo mismo: calidad, mucha calidad, combinado con la potencia y la voz magistral de este hombre, que la verdad es todo un acierto haberlo encontrado. “Reputación” es otro temazo, marca de la casa, que espero se publique pronto para poder seguir disfrutándolo, y es que en este tema se salen por todos lados.

“Calle sin salida” sonó muy bien; aquí todos están muy compactos, tanto la guitarra como el resto combinan perfectamente todas sus partes. La verdad es que suenan muy bien estos nuevos temas. Deseando estamos de que lleguen pronto.

Estaba llegando al final y fue con “Esta vez”, tema de su álbum homónimo, el que se encargó de ir cerrando esta maravillosa actuación que ya  con este Tema demostraron  en Rentería la pedazo de banda que son estos Krait. Por momentos me recordaban a Stratovarius con ese virtuosismo a la guitarra, otros a Saratoga  y, como he mencionado antes, a Malmsteen.

Encantado me tenían, y con la última ya me terminaron de descolocar por completo. Y es que fue con” Un paso más” de su disco “Esta vez” con la que ya nos terminaron de volar la cabeza. La perfecta sintonía de absolutamente todos los músicos para representar este tema tan exigente en directo, es digno de alabanzas. Si escucháis este tema con detalle, encontraréis muchos matices, y representarlos en directo tan sobresalientemente es simplemente espectacular, como es esta pedazo de banda donostiarra. Gran futuro les espera a estos chicos. Con esta magnífica representación de calidad, dejaban el escenario Krait.

Tras la descarga de Krait, como si de un cambio de estación se tratara, un numeroso público se agolpaba en la plaza Olaskoaga para presenciar la actuación de los de Pasaia, Urtz, quienes venían a celebrar sus más de 35 años de carrera. Y es que, junto a Su Ta Gar y S.A., pertenecen al venerado club de las bandas más longevas en activo del rock metal de Euskal Herria.

Con algunos problemas técnicos que retrasaron su actuación, los de Pasaia subían a la tarima con muchas ganas de demostrar por qué, después de más de 3 décadas, todavía son capaces de llenar recintos como este. Con fuerza, subieron los chicos de Urtz, quienes comenzaban con "Iragana hil  baino lehen" de su disco "Hautsa astinduz” continuaban con el tema que da título al disco antes mencionado.

"Ez etsi" nos traía a estos tiempos, de su disco del 2023. Continuaban con "Irri bar" de su "Lur gazian ametsak ereinez" (1998). Aquí ya terminamos de comprobar la máquina que es Dani Vicente, que desde que entró en la banda No para de crecer todavía más y es que es una gozada escuchar a este chico. Con Irri Bat volvían a los 90’s,  “Oh lur” de nuevo repasaba  Hautsa astinduz.

“Hemen naukazu” bajaba las pulsaciones, un tema tranquilo en el que la gran versatilidad de Dani nos deja unas melodías fantásticas. Aquí, el bajo de Jorge se deja notar Cómo un enano disfrutaba Jorge Sánchez y es que este hombre, con su mítica chupa de cuero, sus botas y su bajo a media cintura, pertenece a ese selecto club de los mejores bajistas del panorama nacional Una suerte por parte de Urtz poder contar con él.

Mientras tanto  Xabi nos iba introduciendo en la historia, terminando en una gran potencia sonora en la que todos los miembros se dejan el alma en ese gran final. y es que la base rítmica capitaneada por Ander Hurtado aporta fuerza y contundencia a cada uno de los temas. Grandes  joyas que junto con el incombustible Xabier Camarero, forman esta potente banda. "Itzalak hartuko al nau" fue buena muestra de lo mismo. Seguíamos en la parte más cañera de los 90, cuando aprovecharon para volver a la tranquilidad con "Bizitzarekin".

Continuaba la calma con “Gau Ilun” de Ekaitzaren Garrasia (1992). Este tema nos dejaba ese gran sentimiento que nos muestra Xabi y que, junto a sus compañeros, nos dejaron el momento más emotivo de la noche. Continuaban con el disco del 92, subiendo las pulsaciones; como fue “Azken Eguna”, aquí la cosa ya se animó. Jorge, descontrolado; Dani transformó la canción con unos solos y arreglos espectaculares. Xabi a lo suyo y el rompeparches marcando el ritmo como solo él sabe hacer. “Itzalak hartuko al nai” fue buena muestra de lo mismo.

“Ez gaitu inork geldituko”, nos recordaba ese álbum que rompió moldes a principios del 2000, como fue Aingeru. Una vez más, el gran toque del hacha de las seis cuerdas y el inconfundible toque de Jorge dejaban una soberbia interpretación. Y es que seré un pesado, pero es que esta banda actualmente suena como un cañón. La punkarra Xoxoak se convirtió en un tema casi de speed metal; sí, sí, totalmente descolocados nos tenían cuando nos devolvieron a la calma con “Bizitzarekin”, momento en el que aprovechamos para repostar electrolitos. En esos momentos, la intro de “Negua datorrenean” comenzó a sonar. El lloriqueo de ese niño nos retrocedía a nuestra niñez, en la que el botellón de kalimotxo sucedía al biberón, en aquel 1992, cuando a todo pulmón cantábamos aquello de “AI AMATXO NEGUA DUT HAZI NAHI”. La divertida “Oraindik” nos trasladaba a la época en la que las influencias de los punkarras Toy Dolls eran más que palpables, siempre divertida y coreable, que ponía a todo el mundo a botar.

“Kaixo” nos avisaba de que el final había llegado y, con este archiconocido tema y con la plaza totalmente abarrotada, terminaban esta magistral muestra de veteranía por parte de Urtz.

Tras un tiempo para reponer fuerzas, volvimos de nuevo para ver al legendario Tim Ripper Owens. ¡Sí, sí! Tim Ripper Owens en Rentería. Este Madalenfest cada año va creciendo, y de qué manera. Si el año pasado dieron un gran salto con Freedom Call, este año daban  un paso de gigante con Tim Ripper Owens.

Con una agenda plagada de fechas y muchos esfuerzos por parte de la organización, Ripper y su banda ponían los pies en la tarima, acompañados de una gran banda como son los dos guitarristas de Pulsa Denura: José Pineda y Miguel Salvatierra, el bajista Rafael Vázquez de Pulsa Denura y el batería Moyano (el Búfalo), ex King Lizard y Night By Night.

“One on one” fue la primera en caer. Este tema del álbum “Demolition” nos adelantaba las intenciones de Ripper. Como un cañón sonaba José, enchufadísimo; calcaba cada una de las melodías que en su día marcaron los míticos KK Downing y Glen Tipton. A tope salía la banda y Ripper, con su mítica gorra y gafas de sol, se entregaba al máximo con esa gran voz que el señor le ha dado. Y es que, madre mía, ¡qué potencia vocal la de este señor!

“Green Manalishi” fue la siguiente. Este tema, que en su día versionaron Judas Priest y que tantas veces este señor se dejó el alma interpretándola por medio mundo, hoy hacía lo suyo en Rentería. Y señores, ¡vaya interpretación! Es que cuando uno está bien acompañado, como es este caso, aquí los guitarristas estuvieron muy, muy a la altura de esta leyenda.

Ya la cosa estaba caldeada cuando el vocalista preguntaba, en ese inglés americano con chicle en la boca: “Who is my name?”, a lo que el público contestó: “Ripper”, como hacía en los viejos tiempos en los que militaba en Judas.

Y, como no podía ser de otra manera, “The Ripper” fue el siguiente tema elegido. Aquí, la banda disfrutaba a tope con un búfalo que marcaba el ritmo. Junto al gran Rafael Vázquez al bajo, mientras interpretaban  junto a los mencionados guitarristas la que  para mí fue la mejor interpretación de la noche.

Pero no quedaba la cosa ahí; un bajo atronador , junto a las guitarras, nos recordaba aquella intro del “Jugulator” con la que abría el disco, y no era otra que la del tema “Burn in Hell”. Este temazo fue el encargado de volver loco a todo el respetable, y es que la locura que desata este tema en directo está a la altura de cualquiera de los himnos clásicos de su banda madre. Y qué decir de esa potencia descomunal de la voz de este hombre, con esos agudos cuando canta el estribillo; es de lo más poderoso que se puede escuchar hoy en día encima de un escenario.

Simplemente brutal como  estaba siendo este Madalenrock. El público estaba en éxtasis total cuando José, guitarra en mano, nos hizo una demostración del gran virtuosismo que este hombre atesora.

Con Hellfire Thunderbolt, repasaban ese temazo con el que alumbraban en 2020 esa banda embrión de Judas Priest como es KK Priest. Aquí, Ripper, en su salsa, se imponía con fiereza, mostrando cada una de sus virtudes. El resto de la banda, no sé  quedaba atrás, y es que las guitarras y el bajo, totalmente enchufadísimos, se dejaban la piel, dejándonos fragmentos memorables durante la interpretación. Y es que José es de sobra conocido por su gran versatilidad y virtuosismo, pero madre mía, lo de Miguel es que este hombre es de otro planeta; qué manera de ejecutar sus partes. Y es que este hombre no deja prisioneros, señores, ¡qué caña!

“Beyond the Realms of Death”, del álbum de Judas Priest «Stained Class», nos dejó a todos de piedra. En este tema, lleno de emotividad, Ripper nos ofrece su lado más personal, que, junto a una magistral banda, interpretaron este grandísimo tema con esa clase y maestría, como viene haciendo en los últimos tiempos. Si antes Ripper se salía en temas anteriores  en este tema también la banda hacía lo propio y es que lo que vivimos en este Madalenrock se recordará durante muchos años.

Blood Stained nos retraía de nuevo la furia demoledora. Y es que quizás ese álbum, como fue Demolition, no esté considerado uno de los favoritos en el palmarés de Judas Priest, pero desde luego lo que no se le puede negar es la fuerza y contundencia con la que este tema lo representa.

“One More Shot at Glory” nos traía de nuevo a la actualidad de ese gran LP de K.K. Priest, “The Sinner Rides Again”, del 2023. Y es que, madre de Dios, no bajaban el pie del acelerador. Potencia, virtuosismo, grandes solos y mucha, mucha fuerza nos destruía por completo con este gran tema. Y cuando ya todos estábamos enganchados con esta gente, se cascaron nada más y nada menos que “Wrathchild”, ni más ni menos. Y  claro esta que una version de Iron Maiden con este gran frontman a la voz y la magistral banda que lo respaldaba. No podía ser más que un absoluto éxito que terminó de poner a todo el mundo a botar y a cantar como posesos.

"Hell is Home" nos dejaba otro recuerdo de "Demolition". Este medio tiempo, que tantos detractores tuvo en su época, ha envejecido muy bien y en esta ocasión lo pudimos comprobar. Y es que, aunque no es de los más veloces, ni contiene los agudos  más estridentes, ni los solos más virtuosos, es un tema con una gran personalidad que, para cuando te das cuenta y sin quererlo, te deja enganchado desde la primera estrofa.

La cosa estaba funcionando cuando la batería de Búfalo fue la encargada de cobrar protagonismo, que con un solo de batería daba un respiro a la banda para, a continuación, volver al escenario con aún más fuerza y es que para fuerza lo que venía a continuación, que no era otra que La magistral intro de "Hellion" la cual  nos ponía a todos exultantes, y es que sabíamos lo que venía a continuación. Y sí, por supuesto, "Electric Eye" sonaba con una fuerza descomunal, los guitarristas disfrutando como nadie, Ripper demostrando quién es el jefe, mientras que la sección rítmica hacía lo propio.

¡Dios, cómo sonó este grandísimo tema!

Por desgracia, Había llegado el final y, como no podía ser de otra manera, tratándose de una revisión de clásicos de Judas Priest “Living After Midnight” fue la elegida para terminar este gran festival Madalenrock.

 Con todo el mundo en pie cantando, la banda entregada, Ripper alucinado con lo que se había montado y todos más felices que unas castañuelas, ponían punto y final a este legendario Madalenrock 2025. Gran triunfo de la organización, que ha conseguido, con muchísimo esfuerzo, poner el nombre de este pueblo en lo más alto del panorama de eventos de este año. Deseando estamos de saber algo del Madalen Rock 2026, y es que cuando hay entrega, esfuerzo y ganas de agradar, como es este caso, suele ir acompañado de éxito, y esta edición, desde luego, ha sido un éxito rotundo.

Y con este gran sabor de boca que nos dejaron y con gran pesar por no poder quedarnos a disfrutar un poco más de el ambientazo que las calles de Rentería nos presentaba no nos quedaba  más remedio que recoger y volvernos de vuelta a Bilbao hasta el año que viene cin el recuerdo de lo que acabábamos de presenciar y que sin duda se nos quedará grabado a fuego en la memoria.