Hace hoy justo una semana, acudimos al Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de la ciudad de Sevilla para ver a Amaral, uno de los grupos españoles de éxito en el panorama del Pop-Rock español de las últimas dos (casi tres) décadas. Los zaragozanos han formado parte de nuestras sintonías de juventud, compartidas en casa con hermanos, en el colegio con compañeros o, en mi caso, incluso como herramienta de trabajo y aprendizaje para clases de español para extranjeros.

En esta ocasión, la explanada utilizada para el festival Interestelar que se celebra en el mes de mayo, estaba acotada en su lado izquierdo, dejando los servicios ofrecidos al público prácticamente en el lado derecho. Junto a la torreta de sonido, a la derecha, se colocó el puesto de Merchand de los zaragozanos, y a la izquierda algunos puestos de Food Truck. La zona vip estaba ubicada junto a los puestos de comida y, por frente a esta zona, una larga barra y un gran bloque de cuartos de baño.

Antes de comenzar, se subió al escenario la cantante de Jerez de la Frontera Pilu, para compartir con los presentes su forma personal e íntima de hacer música. La gaditana comenzó su actuación pasadas las 9 y media de la noche, acompañada de una proyección en la pantalla del escenario de su nombre con letras blancas sobre un fondo rojo, una guitarra y una especie de pequeño sintetizador en el que llevaba algunos pregrabados también.

La jerezana tuvo buen sonido e interpretó canciones como “Animal salvaje” y “Antídoto”. Antes de terminar su paso por el escenario sevillano, presentó el EP que saldrá el mes que viene “Oxígeno Falso”. Nos llamó la atención ver como no necesitó a nadie más para ofrecer un rato ameno tan solo con su guitarra acústica y el mezclador que estaba colocado junto a ella.

Todo estaba dispuesto en el escenario: dos grandes cubos puestos en diagonal, sobre los que estaban colocados batería (derecha) y teclados (izquierda), que después comprobaríamos que funcionaban como pantallas además de como plataformas; la pantalla de forma rectangular en una altura media alta y unas escaleras con los filos iluminados por las que aparecerían los miembros del grupo español que quedaba justo en el centro entre los cubos citados. Tras media hora de espera y con un recinto que se había animado bastante, comenzó de forma puntual el concierto del grupo zaragozano. La primera en aparecer fue Eva (voz y guitarra) y lo haría bajando la escalera ataviada con una capa con capucha de gasa de color negro, mientras que iba sonando la intro del álbum “Dolce Vita” (2025). El siguiente en aparecer fue Juan Aguirre con su indumentaria habitual, gorra y pañuelo en el cuello. Tras saludar ambos, se sumaron los demás músicos que les acompañaron en el escenario sevillano y comenzó la interpretación del primer tema de la noche, “Dolce Vita” del álbum del mismo nombre y que estuvo bastante presente en el setlist de los zaragozanos.

Eva se recorrió la pasarela que le aproximaba más al público durante su interpretación, una vez que se había desprendido de la capa de gasa, dejando ver un body negro de lentejuelas y una falda negra larga también de gasa ajustada a su cintura. Desde el inicio, el sonido fue muy bueno y las imágenes que acompañaron a este primer tema y que se dejaron ver tanto en la pantalla central del escenario, como en los cubos del batería y del teclista y como en las pantallas laterales del escenario, de una belleza extraordinaria con paisajes de naturaleza preciosos.

En el segundo tema, “Eso Que Te Vuela la Cabeza”, nos sorprendieron con una lluvia de confetis de colores que lanzaron hacia el público en un par de ocasiones, para seguir con “Tal Como Soy”, en el que Eva se puso unas gafas de sol oscuras y en el que jugaría un papel decisivo el juego de luces con el que crearon un círculo en el que se reflejaban las siluetas de Juan y Eva mientras que interpretaban el tema.

Tras estos primeros temas presentes en su último álbum, llegó el turno de la conocida “Toda la Noche en la Calle” de su álbum “Estrella de Mar” (2002). Acompañaron el tema con proyecciones en las diferentes pantallas de la propia actuación y con la presencia de Eva y Juan en la pasarela del escenario para cantar junto a un público que disfrutaba del buen hacer de los zaragozanos. A este le siguió “Rompehielos”, de nuevo de “Dolce Vita”, para después continuar con dos temas solapados de su álbum “Salto al color” (2019), en los que vimos como se movían los cubos del escenario para conseguir una proyección bastante inmersiva del mar, “Mares igual que tú” y “Ruido”. Además, Eva volvería a recorrer la pasarela sin dejar de bailar.

El siguiente tema fue presentado con mimo y dulzura por Juan Aguirre, quien se ubicó en la pasarela del escenario para presentarlo e interpretarlo. Aguirre recordaba con cariño y emoción los inicios del grupo y la composición del tema “Tardes”, presente en su primer álbum “Amaral” (1998) y lo dedicaba a todos los que en algún momento los habían arropado en algún concierto, incluso en pequeños garitos. Lo cantó de forma íntegra mientras que a Eva la preparaban para el siguiente tema, “En el Centro de un Tornado”, de nuevo del último álbum, para el que se puso un vestido rojo largo que arrastraba por el suelo y para el que se subiría a una pequeña plataforma en la que sería elevada hasta en un par de ocasiones para cantar desde las alturas mientras su vestido rojo ondeaba en el viento y caían pequeños copos de nieve. La puesta en escena del tema fue muy llamativa, pues además en las pantallas optaron por una proyección de líneas verticales blancas y rojas sobre fondo negro que combinaban a la perfección con el vestido y los copos. Tras desprenderse de la larga falda roja del vestido, Eva cogería su guitarra acústica y Aguirre se sentaría para interpretar “Libre”, tema que abre el último álbum de los zaragozanos.

Con “Kamikaze”, de su álbum “Gato Negro Dragón Rojo” (2008) pudimos comprobar la magnitud del éxito durante décadas de Amaral, pues el público mostró plena entrega cantando y bailando. Una vez finalizado el tema Eva se dirigía al público con un escueto ‘Buenas noches, Sevilla’, y tras coger su guitarra acústica, se animaría a hablar más, dejando claro que iban a tocar, como podía intuirse a estas alturas del concierto, los quince de temas del último álbum, aunque ‘no lo conozcáis, ni cantéis’, explicando que el disco habla de la belleza de la vida y, sobre todo, de la dulzura de vivir. Y tras estas palabras, introdujo el siguiente tema diciendo en tono de broma ‘este a lo mejor sí lo cantáis’: “Moriría Por Vos”. La simple proyección en las pantallas de la propia actuación fueron más que suficientes para el disfrute de los presentes. Además, el tema lo solaparon también con “Días de Verano”, para el que si eligieron una bella proyección de flores variadas y que Eva finalizaría sobre la pasarela del escenario.

“Viernes Santo” de “Dolce Vita” llenó las pantallas de velas encendidas, mientras que Eva se tiraba por encima, mientras bailaba y cantaba, un buen puñado de los confetis que habían quedado amontonados entre el escenario y la pasarela y sirvió de preludio a una emotiva proyección de Víctor Jara, juntándose prácticamente todos los músicos en círculo, para disfrutar de “Te Recuerdo Amanda” y con este clímax llegaría el turno de “Podría Haber Sido Yo”, marcando una interpretación bastante más íntima y pausada, en la que eligieron proyectar las imágenes de la actuación en blanco y negro y dedicada, como era de esperar, al cantautor y activista chileno.

Cerrando este primer bloque, disfrutamos de “Resurrección”, de su inolvidable trabajo “Pájaros en la cabeza” (2005), para la que Eva cogió su guitarra eléctrica y disfrutó del respetable cantándola con ella a pleno pulmón; de “Como Hablar”, de su trabajo “Una Pequeña Parte del Mundo” (2000), para la que se apoyaría en un aro de sonajas; y de “Los Demonios del Fuego”, de “Dolce Vita”, diciendo previamente ‘vamos a fingir que es una despedida y, luego, pedís otra’. Además, cambió su guitarra eléctrica por una acústica para la interpretación de esta y la vimos desplazarse por la pasarela hacia delante sin moverse, al estar subida a una plataforma que la movió junto con el pie de micro. Antes de abandonar el grupo el escenario, los cubos sobre los que estaban batería y teclista volvieron a separarse, quedando despejada la escalera por la que salieron de este para hacer una breve pausa.

Después de dos minutos, volvían a salir al escenario y, directamente, Eva y Juan se colocaron en el extremo de la pasarela para interpretar la mítica “Sin Ti No Soy Nada”, de “Estrella de Mar”, con la que comenzaron un segundo bloque que nos gustó mucho. Tras la pausa, Eva se había quitado el vestido rojo para volver a aparecer con el body negro y, en esta ocasión, un pantalón largo y negro. La dulzura y la elegancia de la voz de Eva se hizo más palpable y cautivó también con su gestualidad, al señalar, por ejemplo, con el dedo al público mientras entonaba el estribillo de la preciosa canción. Le siguieron dos temas de “Dolce Vita” como “La Suerte” con unas llamativas proyecciones de siluetas de colores bailando sin parar, y “No lo Entiendo”, proyectando el videoclip de la canción.

Así llegó el turno de uno de nuestros temas favoritos “Hacia lo Salvaje”, que daba título al álbum publicado en 2011. Guardaremos el grato recuerdo de haberla escuchado en directo. Le siguieron otro tema del último trabajo “Unidad del Dolor”, la reivindicativa “Revolución”, con proyección de imágenes de manifestaciones en blanco y negro, y cantada de forma enérgica por el público y “Hasta Que la Música Se Acabe”, tras la que volvieron a marcharse del escenario pasadas ya las doce de la noche.

Pasados 5 minutos comenzó el último bloque del concierto, para el que habían reservado parte de sus temas de mayor éxito, aunque lo empezaran con uno de “Dolce Vita”: “Pájaros”, para el que emplearon bellas proyecciones de pájaros.

Junto a un breve alegato en contra de la violencia machista, nos contaba Eva como la canción que iba a sonar a continuación la escribieron para lograr que una persona cercana a ellos consiguiera salir del infierno que estaba viviendo: ‘la buena noticia, es que lo logró y ahora vive su vida normal, sin monstruos a su lado’. Para terminar de hacer más emotivo el momento eligieron la proyección de la campeona de España de Maratón, Ester Navarrete, para cerrar la metáfora de alcanzar una meta en la que ‘estaremos todos esperando’ y disfrutar de la cuidada interpretación que hicieron de “Salir Corriendo”, de su álbum “Estrella de Mar”. Llegó el turno de “Marta, Sebas, Guille y los demás” para la que contaría con su armónica y su guitarra, siguiendo con la que sería la penúltima de la noche “El Universo Sobre Mí”, brindándonos momentos memorables y muy emocionantes.

Tras una breve despedida con palabras de agradecimiento por ‘estar ahí’, sonó el último tema de la noche: “Ahí estás”, de “Dolce Vita”, con una letra claramente enfocada a la fortaleza de un amor verdadero y que sirvió para agradecer a sus fans el apoyo incondicional a lo largo de todos estos años de carrera y en la que, para que quedará más claro, modificaría la conjugación verbal para dedicarla al público allí presente: ’ahí estáis’, esbozando una sonrisa que resume a la perfección una noche inolvidable y llena de sensibilidad.

Así, rozando las 12 y media de la noche, terminaba el concierto de Amaral en Sevilla y podemos decir, que a pesar de no haber escuchado mucho el último disco, el resultado de la combinación del nuevo álbum con los grandes éxitos del grupo de Zaragoza, fue bastante acertada y emotiva.