De vuelta en la carretera, en esta ocasión cerquita, como fue nuestra visita a Muskiz para asistir a una nueva edición de Doberel Fest. Esta edición venía marcada por un claro componente solidario, como fue la participación de Motxina 21. Para aquellos que a estas alturas todavía no lo sepan, es una banda creada hace 20 años por la asociación Síndrome de Down de Navarra, dando así visibilidad y apoyo al colectivo y haciéndolo a través del rock and roll. Estos maestros, con 20 años de trayectoria, se han paseado por escenarios de toda Europa con su rock, con temas propios y versionando a sus grandes artistas, como Barricada, con quienes han colaborado en varias ocasiones, como el caso de El Drogas, y otros grandes nombres como Fito, Kutxi y un largo etcétera de artistas ,con los que esta banda ha colaborado. Casi nada. |
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Motxila 21 se presentaba en Muskiz con todos sus integrantes en la tarima: los 14 componentes más algunos músicos y colaboradores habituales en la banda, un total de 21 personas que dan Kaña de la buena. Con algunas dificultades para aparcar y, una vez conseguido, llegamos al recinto: un gran sitio en una plaza arbolada con diversos puestos de bebida, comida, merchandising, etc. Hacía muy poco rato que Motxila 21 había comenzado, pero aún así nos dio tiempo para poder ver a los navarros durante toda su actuación. En la que nos demostraron que con trabajo y esfuerzo no hay barreras, y si las hay, se destruyen a ritmo de rock. |
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Gran lección la que nos da esta banda cada vez que se sube a un escenario. Con temas propios y alguna versión, se presentaban en Muskiz. Sonaban temas como "Amalurra", "4 letras" y "No somos distintos", en la que el gran Kutxi Romero saltó a la tarima para interpretarla con ellos, y en la que el saxo de Carlos Santana, Borja Ortiz y Aintzane Lizárraga sonaban a la perfección junto al resto de la banda, con sus bombos y timbales, toda una gran orquesta dirigida por Mikel Barrenetxea que poco a poco iban desgranando su repertorio. Hubo momentos épicos, como cuando, por ejemplo, Aron Romero subió a cantar o cuando la banda al completo interpretó "Somos Motxila 21". Todos pasaron por el foco uno a uno mientras se iban presentando, cada uno en su papel. |
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Desde luego, gran trabajo por parte de todos, y es que la exigencia de que un proyecto musical como este se desarrolle con tanta fluidez y profesionalidad es envidiable. Recordemos que son más de 20 personas en el escenario; coordinar todo eso a la perfección es altamente complicado, y esta gente lo consigue sobradamente. Finalizaron la actuación a lo grande con Kutxi, Aarón y todos al completo cantando la versión de Barricada que tanto nos gusta y que disfrutamos a lo grande, como es "En blanco y negro", que nos dejó a todos botando y cantándola. Fue brutal el sonido que sacan con esos bombos que parecen sacados de la tamborrada donostiarra, sumándole los saxos, las guitarras, etc. ¡BRUTAL Motxila 21! |
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Tras la descarga de Motxila 21 y tras un breve parón, subían al escenario Sut & Hill, banda vizcaína , al igual que la que actuó al mediodía, Pasajero sin billete, a la que, por motivos de agenda, no pudimos asistir. El combo vizcaíno de Muskiz para ser exactos cuenta en sus filas con Ibón Iparraguirre (batería), Jorge Rodríguez (guitarra), Diego Guerra (bajo y voz) y su frontman, Kenneth Olarreta. Con un repertorio basado en versiones, amenizaron la velada como si del típico tardeo en la terraza de turno se tratara. Temas de The Black Keys, "La locura" de Parabellum y "De música ligera" de Soda Estéreo iban cayendo. A su frontman, Kenneth, se le veía en su salsa; no será el mejor cantante del mundo, pero desde luego entrega no le falta al muchacho. |
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De toda la banda, yo destacaría sobremanera a su bajista, Diego Guerra, quien, aparte de su más que decente destreza al bajo, apoyaba en todo momento en las voces, lo cual se agradeció en ciertos momentos. La versión rockera de "Iron Lion Zion" de Bob Marley nos desconcertó un poco, y es que hay que tener valor para hacerlo. En fin, no sonó espectacular, pero tampoco destrozaron el tema; dejémoslo en un aprobado justo. Y es que su guitarrista Koke, aunque no es manco, no llega a lo que intenta representar; quizás no tuviera su mejor día, quién sabe. "Los perros” de Arde Bogotá nos sorprendió gratamente. Aquí hay que reconocer que anduvieron finos y nos dejaron una gran interpretación. |
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Otra de las sorpresas vino cuando interpretaron "Black" de Pearl Jam; un poco justa, pero bastante salvable les quedó el tema ,en esta ocasión Koke nos dejo muestras de destreza, pero sin duda, nuevamente fue su bajista el más representativo. “Beggin’”, mil veces versionada y que popularizó en su día Madcon, está vez en la versión de los italianos Maneskin, nos dejó algunos de los momentos más curiosos de la noche. Y es que el frontman de esta banda es todo un derroche de delirios y, en esta ocasión, no paraba de deleitarnos con poses y bailecitos. ¡Qué tío! Y qué buen rato nos hizo pasar, un crack. Nuevamente, adivinar quién fue el que se volvió a lucir. Efectivamente, el bajista Diego Guerra. A ver, tampoco estamos hablando de Billy Sheehan , pero el hombre, desde luego, resalta sobre el resto. |
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Y cuando parecía que todo el pescado estaba vendido, nos sorprendieron con la aparición de Kutxi Romero, quien, junto a Koke, se marcaron "Pan duro" de Marea. Con Kutxi encima del escenario, a continuación interpretaron "So payaso", tema popularizado por la mítica banda de Plasencia, Extremoduro. Hay que reconocer que, como verbena, este grupo está bastante bien. Con más pretensión que otra cosa, llegaron a la recta final con "Psycho" de Muse y "Killing in the Name" de Rage Against the Machine, dejándonos momentos hilarantes, como cuando el cantante cantaba lo de "¡Que me pica la tocha!". Y así fue la actuación de esta banda que, sinceramente, nos descolocaba un poco y que no sabemos muy bien cómo tomarla: si como una banda de verbena, de versiones, o de colegas que quieren subirse a echar unos temas y echarse unas risas con el personal. |
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Con tiempo suficiente para hacer cambios, salían a escena Ojito Pestaña. El combo Albaceteño se presentaba en Muskiz con su ska ,punk rock para deleitarnos con su buen hacer musical y, a su vez, dar un repaso a su LP *Sakamorfosis* 2023. La intro "Skamorfosis", que inaugura el disco, comenzaba la fiesta. "Organízate" y “Bo-korolo" daban la bienvenida al respetable. Erik Martínez, al micrófono, nos presentaba "Indignación". Gonzalo Núñez a la trompeta, Agustín Sotos al trombón y Rubén Elegido al bombardino nos encendían con "Merengue envenenado", sencillo editado este año que puso a bailar a todo hijo de vecino que allí se encontraba. |
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"De camino al bar" nos devuelve de nuevo a su LP Skamorfosis. La sección de viento da inicio a este ska, fundiéndose con las guitarras de Adrián Escribano y Alberto Abiétar, que junto a la sección rítmica, a cargo de Diego Pérez al bajo y Andrés Caballero a la batería, firman este gran tema. "Mundo rural" continuaba el repaso al disco; aquí nos recordaba por momentos a los primeros Kortatu, desencadenando un ska punk rock de gran calidad y reivindicativo. Sin duda, uno de los mejores temas del disco. La cañera "Insurrección" nos ponía de actualidad con este último single editado en mayo. La juerga estaba garantizada y es que este tema lo tiene todo: buenas guitarras, grandes letras combativas, caña y, sobre todo, fiesta. La sección de viento invita a la juerga y de qué manera. |
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Y tras este repaso por su cancionero, los de Albacete se rompieron con una especie de medley en el que mezclaban temas como "The festi", "trashtucada", "Jaia “de Skalariak. "De espaldas al mundo", "Boikot" y "Marihuana" de los Porretas. Ni que decir tiene que la peña estaba encantada; la banda a lo suyo, sonando a las mil maravillas. La noche estaba on fire, “Cualquier día” nos recordaba a Piperrak: "Vas por la calle un día cualquiera", cantaba el personal. ¡Qué gran tema! La versión de "Vicio" de los andaluces Reincidentes continuaba la locura festiva que estos ojito pestaña nos estaban ofreciendo, y es que ¡vaya fiesta! |
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Pero, por desgracia, toda la fiesta tiene su fin, y "Sexo en la calle" de Los De Marras puso final a este repaso. Sin embargo, ojito pestaña se tenía guardado un as en la manga. Que no era otra que la discotequera Flying Free, reconvertida en todo un temazo de ska rock con el que pusieron un gran broche a su actuación. Gran actuación de Ojito Pestaña, que lo dieron todo en el escenario y que cumplieron sobremanera en este Doberell Fest. |
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Tiempo tuvimos para recuperar electrolitos cuando los Navarros Linaje hacían acto de presencia en el escenario. El combo Navarro visitaba Vizcaya tras su paso por la Aste Nagusia, que a un servidor no terminó de convencer. Muchas expectativas tenía por ver qué tal se les daría en esta ocasión. Fuertes empezaron los navarros. Desde el primer momento, pudimos comprobar la energía que transmite Aarón, que, junto a las guitarras de Aimar Goikoa y Asier Cuiral, y la base rítmica de Alain García (bajo) y Asier González (batería), demostraban que venían a dar caña y, de paso, a presentarnos su LP *Desataron a los perros*. Poco a poco iban desgranando el disco: “Ay, Morena Mía”, “Desataron a los perros”, “Hijo puta” o “Querida libertad” fueron los primeros temas con los que rompieron la piñata. Uno de los momentos de la noche fue cuando Kutxi Romero subió al escenario a cantar junto a su hijo “Todos mirando”, y es que, como buenos navarros, algún guiño a los grandísimos Barricada tenía que haber. |
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"A Remojo" continuaba la descarga de los navarros; Aarón seguía a lo suyo, de lado a lado del escenario, azuzando a su público, que, entregadísimo, seguía fiel a cada movimiento del frontman y que cantaba cada uno de los versos. “Aún me duele” bajaba las pulsaciones. Aquí, Aaron se pone sensible para interpretar esta balada que puso el lado romántico a la actuación de los de Berriozar. “A la luna le sobran canciones” ponía el puntito canalla que tanto gusta a los fans de Linaje. |
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“Askatu ezazu ilea” seguía dando cera; aquí las guitarras se hacen notar y, de qué manera, en esta ocasión toda la banda sonaba como tenía que sonar, y se notaba en la cara de felicidad de los músicos, que se les veía disfrutando y haciendo disfrutar al personal. “Chatarra y laurel” terminaba de encender al respetable; sin duda, el mejor tema del disco, y su público lo sabe. Y es que la reacción del mismo cuando lo tocan es impresionante. Es increíble el gran seguimiento que, con solamente un LP en el mercado, posee esta banda y que, en cada bolo, sigue creciendo. |
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Con prácticamente una hora, ponían fin a su actuación de la mano de "Nunca Quise Tu Esqueleto". Sin duda, este concierto fue muy diferente del que anteriormente habíamos presenciado en Aste Nagusia. Desde luego, Linaje todavía tiene mucho camino por recorrer, pero poco a poco van asentándose dentro del panorama nacional y su buena base de seguidores, sin duda, les apoya. |
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De nuevo, parón y visita a los chiringuitos antes de la descarga de Koma. Brigi, Natxo, Juancar y Rafa, o lo que es lo mismo, Koma, se presentaban en Muskiz dispuestos a no hacer prisioneros, y ya creo que lo hicieron. Enseguida nos dimos cuenta de quiénes eran los cabezas de cartel, y es que el volumen con el que dispusieron fue notablemente más potente que el de los anteriores, o al menos eso percibimos. “Tío Sam” comenzaba la matanza. Brigi a la guitarra nos presentaba el siguiente tema “El viaje“. Con “El Viaje ” y “La Makina” repasaban su último disco del 2024, *Una ligera mejoría antes de la muerte*, en el que demostraban que los navarros están muy vivos, y así nos lo demostraban en Muskiz. Con “Vaya carrera que llevas, chaval" repasaban de nuevo el mítico disco *Catador de vinagre*. Brigi, poderoso y sin parar, y con la banda bien engrasada, continuaban presentando temas. “Falso” de nuevo ponía el foco en su nuevo álbum. Poderosos riffs de guitarra a cargo de un descomunal Brigi son el denominador común de este tema y me atrevería a decir que de todo el disco. |
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"Se donde vives" continuaba la revisión del catador de vinagre. A estas alturas, el público y koma eran uno solo; la sintonía era absoluta. Juancar marcaba la presentación del siguiente "Caer", que nos retornaba a 1996, fecha en la que publicaron su primer álbum *Koma*, con el que nos despertaron con una ostia en la cara, con ese groove metal marca de la casa. La pausa sonora vino con "Me vacío", tema del 2011 incluido en su LP *La maldición divina*, un tema más melódico, lejos de ese groove metal al que nos tienen acostumbrados, pero que no pierde ni un ápice de fuerza y que poderosa sonó en Muskiz. "El muro de Berlín" y "El pobre" continuaron de seguido; gran viaje en el tiempo nos estaban dando Koma. "Imagínatelos cagando" ponía un punto de inflexión en la actuación de Koma, y es que este tema, siempre efectivo, suele marcar el meridiano de las actuaciones de los navarros. |
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“La almohada cervical “ ponía de nuevo *La maldición divina* en la palestra. Asombroso el trabajo de Natxo, quien, después de tantos años, nos sigue dejando auténticas muestras de virtuosismo a las seis cuerdas. Con un briji totalmente exhausto que sudaba la gota gorda sin parar ni un segundo de machacar su guitarra, nos dejaba otro cañonazo como fue “El Marqués”. En este punto, el descontrol era la máxima absoluta. Con un briji pletórico, Natxo, brutal, que junto a Rafa, que estaba on fire, arrasaban Muskiz. Brutalismo, sonó este gran tema que el público agradecido coreaba sin cesar. De nuevo, Juancar marcaba el ritmo para dar paso a otro temazo: “El Sonajero” de su disco del 2007, *Sakeo*. Con el que continuaban revisándolo con el tema que da título al disco. "Aquí huele como que han fumado." Puso patas arriba el recinto. Brigi, desatado, bajó al público para, junto a las primeras filas, cantar este mítico tema de los navarros. En este punto, Brigi estaba ya totalmente descontrolado y el público aún más. |
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Momento perfecto para poner la guinda al pastel y fue cuando, de nuevo, Kutxi Romero subió al escenario para cantar junto a la banda otro de sus legendarias, como fue “Bienvenidos a Degüello”, con la consiguiente locura , que sí ya de por sí ya era total, en este momento ya el desenfreno era máximo. Pero aún quedaba una canción; por supuesto, estamos hablando de La CANCION, y es que si hay una canción con la que todo el mundo asocia a Koma, sin duda es “Mi Jefe ”. Cuántas veces habrá sonado este tema en las cenas de empresa, jajaja. A todo pulmón cantábamos todos lo de “Mi jefe se merece un monumento en todo lo más alto del cementerio, del cementeriooooooo”. Jajajaja, si es que no falla, uno se viene arriba y de qué manera. Y con ese grandísimo tema, el público, totalmente entregado, y la banda, agradecida, finalizaron una grandísima actuación: los Navarros Koma. Lo de esta gente sigue siendo impresionante; qué derroche de energía, de clase y, sobre todo, de buena música. ¡Y muchas, muchas tablas las que tienen Brigi y compañía! Enormes los navarros una vez más. |
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La noche estaba al rojo vivo en Muskiz. El festival había empezado muy bien y bolo tras bolo, la cosa había ido creciendo hasta el punto de ebullición con Koma. Pero ojo, que todo el pescado no estaba vendido y es que el comando Repelega, que abarrotaba el recinto, lo sabía muy bien. Sin duda, si alguna banda podría cerrar el festival a lo grande, eran ellos. Manifa fueron los encargados de cerrar este gran festival. Estos veteranos, autoproclamados como "La Polla Records de AliExpress” (ojo, que lo dicen ellos en sus camisetas), son sin duda herederos del punk rock añejo, con influencias claras de bandas como las de Evaristo, Eskorbuto y Vómito, todo ello pasado por la batidora Manifera. Y sí, aunque haya muchas similitudes, cuando uno se para a escucharles y, sobre todo, a presenciar sus actuaciones, se da cuenta de la originalidad, el talento y el trabajo que hay detrás. Veintidós años han pasado desde que se subieron a un escenario por primera vez en aquel bolo de Bilborock. Varios EPs y LPs después, saltaban a la tarima de Muskiz y, como no, Mena on fire y sus secuaces salieron al abordaje. “Asesinos” impactó, el primer tema de su último disco titulado con el mismo nombre, en el que Mena, como un saltimbanqui caracterizado, como viene siendo habitual, como una especie de Joker punk entremezclado con un alegre payaso y un auténtico psicópata, según le dé, escupía cada una de las letras. Después de asesinar el rock and roll, Mena saludó a sus “queridos” heavys. Debió de ser duro para él, la infancia y su hermano Gorka a la batería debió de tener algo de culpa. Marpe, a la guitarra, marcaba los acordes de la siguiente en caer: “Bandera negra”, *DISPARA*, LP del 2020. La única que los representa, como bien decía Mena. Tras ondear la bandera negra de la libertad, volvían a repasar “Dispara”, "Dispara", continuaba el repaso al disco con el mismo nombre. Mena, desatado, esquivaba las llamaradas que salían del escenario, mientras el resto seguía con su ritual de buen hacer. |
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Los de Repelega continuaban con uno de los temas más disfrutados por sus seguidores de este disco, como son "Las revoluciones murieron". "Siempre nos quedará París" y "Con el gulag se vivía mejor", continuaba la subversión, momento en el que Mena se bajó los pantalones para mandar a tomar por culo a los de Vox, cuyas siglas tenía pintadas en el trasero, clásico entre clásicos de esta gente. Generación rendida” ponía su LP “Cristales rotos” en la palestra, disco que significó un antes y un después en la discografía de la banda, producido por el mismo Marpe y que, para mí, junto al segundo *Ni tan buenos como quieran ni tan malos como piensan*, representan lo mejor de esta gran banda “Cuando ya no veas más”, continuaban con su apología de la lucha por la libertad. “Dios salve al Viñarock”, convertido en todo un clásico, ponía de relieve la escena festivalera y, en especial, a uno de sus “estandartes” de los festivales nacionales. ¿Para cuándo una del Resu? “A las mariscadas”, otro guiño más a la fanfarria de los chiringuitos que tienen montado algunos a costa de la de los trabajadores o, como bien dicen ellos, al socialismo de patrones y banqueros. Poco a poco iba pasando el tiempo. La subversión en estado puro continuaba. Un recordatorio a los "hijos bastardos de un pueblo de pescadores", como es el tema “Eskorbuto”, que cayeron en las redes de aquel mar de tiburones. Desde luego, si hay una manera de recordar a esta gran banda, es esta gran canción. |
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“Lo que necesitas es amor” y “El rey matatu” precedían a otro de los himnos de esta banda, como es “El gran circo del rock”. En esta ocasión, echamos en falta al payaso Jarto, quien no tuvo la ocasión de pasarse a saludar. Aún así una vez más, la banda y Mena a la cabeza se salieron como de costumbre. La traca final había llegado, aunque con esta gente ya se sabe que lo de traca final se puede alargar muuucho. Con "El último bufón" podríamos decir que es el tema más personal de la banda, en el que nos recuerdan quiénes son y, sobre todo, quiénes no quieren ser. Y es que, en un mundo donde todos quieren ser reyes, ellos eligieron ser bufones. Si es que, cuando esta gente se sienta en el rincón de pensar, te sacan unos temazos que ya quisiera el orejón. Con todo el público más que agitado, sonaban los acordes de "Cristales rotos". El público coreaba sin tregua lo de "quiero volver a ver en los cristales rotos el reflejo de lás calles arder” que, junto a Mena, entre el público se dejaban la garganta, sumidos en una auténtica fiesta. |
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“Incendiaremos la noche”, terminó con la anarquía de estos punkis de Uribe kosta , bueno, va de Repelega. Aunque todos saben que Mena es de Berango de adopción, por mucho que le pese al hombre. Es más, dicen las malas lenguas, que en sus horas libres se recrea escuchando a Rainbow y viendo videos de Judas Priest en un lugar oscuro y apartado de Berango. Bromas aparte, esta banda sigue y sigue creciendo, bolo tras bolo, kilómetro tras kilómetro, pueblo a pueblo. Vivo ejemplo de trabajo y esfuerzo, que más de veinte años después, que se dice pronto, siguen al pie del cañón, con la mira puesta en la sociedad en la que vivimos, en el fascismo que nos azota y, sobre todo, en la justicia social. Sin duda alguna, si hay una banda que representa la lucha, la igualdad y la justicia son estos Manifa y que en Muskiz lo volvieron a demostrar. Con la descarga de Manifa se cerraba esta edición de Doberell Fest, que, aunque no contó con la asistencia de la edición anterior, sin duda fue una gran cita de buena música. Aún con sus defectos, también tuvo muchas virtudes, y la musical fue una de ellas. Sin duda, es una gran apuesta por parte de Doberell Enkartea celebrar este festival en su tierra, con el consabido esfuerzo que esto implica. Mucho estrés que finalmente se ve recompensado y que esperemos se siga realizando durante mucho tiempo. Exhaustos tras una agotadora jornada, nos dirigimos de vuelta a nuestra caverna para dejar descansar nuestros maltrechos cuerpos y poder asimilar lo que habíamos podido presenciar en este gran evento |
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