Ya podían caer rayos y centellas que un año más nos plantaríamos en el Salcedo. En esta ocasión la propuesta era más que interesante, nada más y nada menos que Lendakaris Muertos, Propaganda, A.R.D.E.N., Obus, El Último ke Zierre y 6eiskafes.

En resumidas cuentas un buen festival en un entorno maravilloso, ¡qué verde y qué bonita es Cantabria!, y lo mejor de todo con estilos variados y con grupos capaces de atraer a gran cantidad de público.

Mientras llegábamos al valle de Piélagos tuvimos que lidiar con una intensa lluvia, a pesar de que el día amaneció soleado poco a poco el cielo se fue oscureciendo, y sí vimos algún que otro relámpago. Pero no nos entró ni la más mínima duda en ningún momento, a pesar pensábamos que se podría anular sin ni siquiera empezar.

Y es que la organización del festival nos tiene ganados, primero porque nos tratan estupendamente, pocas veces he conocido gente tan detallista y amable, y segundo porque se  les ve a la legua que tienen unas ganas enormes y muchísima ilusión puesta en lo que hacen, permitiendo que todo el mundo pudiese meter bebida en el recinto, evidentemente sin cristales, pero pidiendo solo a cambio que cada uno ayudase en la medida de sus posibilidades en la barra, donde los precios eran más que populares, el ánimo de lucro está completamente fuera de sus planes.

Gracias a festivales como éste, y a otros que van aguantando el tirón con el paso de los años como el Limonero, Garabero, Azeros o Rebujas, poco a poco se va logrando que en Cantabria suena la música, cada vez la gente se motiva más a  hacer conciertos y festivales, y se está convirtiendo en una localidad habitual para ir a conciertos y demás saraos, consiguiendo que seamos más que una simple provincia entre el País Vasco y Asturias, en lo que a musicalmente se refiere.

Pues eso, en medio de un mar que caía del cielo logramos llegar a la pequeña población cántabra que estaba celebrando sus fiestas. En un principio en cierto modo nos dio una impresión un tanto desafiante el hecho de ver a un par de patrullas de la guardia civil a la entrada del recinto. Pero como no hay mal que por bien no venga, descubrimos un camino por detrás, que llevaba a la zona de acampada, y pudimos eludir la presencia policial que a muchos aterrorizada, y que a mí personalmente aunque me asuste un poco me parece más que necesaria.

Y antes de llegar a la zona del camping nos encontramos con una estupenda casa bastante grande a medio construir, lugar ideal en el que nos pudimos proteger de la lluvia antes de que comenzasen las actuaciones, y así poco a poco fuimos calentando nuestras gargantas para la que se nos venía encima.

El ambiente era estupendo y los que en un primer momento éramos cuatro guatos, acabamos siendo unos cien. En todo momento fuimos respetados por las fuerzas de seguridad que no asomaron ni el hocico por allí, y que bien podían haberse hartado a poner multas y denuncias, sobre todo cuando a unos cuantos “listos” se les ocurrió la magnífica idea de hacer hogueras en pleno verano a las cinco y pico de la tarde. Como diría Ford Fairlane: “Tanto gilipollas… y tan pocas balas…”.

El tiempo pasó y después de que Lendakaris probase sonido nos dimos cuenta de que la cosa comenzaba de la mano de “Fuimos Ikastoleros”, que abrió un concierto a toda la hostia, como siempre, aunque no faltaron las bromas y las idas de pelota (con el mayor de los respetos y todo el cariño de mi corazón) de Aitor.

Llovía y con ganas, pero a pesar de los pesares, y de la hora, las 6 de la tarde, y es que luego nuestros muertos favoritos se tenían que pirar para el Petroleo, el público fue fiel a la cita con los estos grandes artistas del humor que han conseguido conquistar los oídos de medio país.

Rufino, ya bien conocido por el facebook y por aparecer en todo buen concierto que se precie, salió a escena, y como viene siendo habitual repitió una vez con los navarros. Parece que la voz cantante de Lendakaris se está empezando a enamorar de él, no me extraña porque le acompaña en muchísimas ocasiones. Bromeó todo el rato con el dinosaurio en sus manos, y añoró aquellos momentos en los que pesaba más, cosas de la vida, en el Hartotxu le rajaron las manitas al pobre animal.

Aunque suene egocéntrico Aitor tuvo el detalle de ponerse durante las primeras canciones: “Detector de gilipolleces”, “Vine, vi y me vendí”, “Esto no es punki”, “El último txakurra” y “Pasau de rosca”, una camiseta de la web que le habíamos regalado, y la verdad es que nos hizo muchísima ilusión. Ya sé que esto sonará a frikifan, pero es que para mí este grupo tiene un no sé qué…

Luego continuaron diciéndonos que en el País Vasco no se follaba, y que no éramos ni de izquierdas ni de derechas sino del “Centro comercial”, espero no lamer nunca una tapa caducada de yogur, ¡jejejeje!.

Otro sopló de humor fue el que precedió a “Gora España”, cuando nos pidió que por favor no le tirásemos ninguna botella ni le agrediésemos, en clara alusión al momento que todos sabemos que vivió en Madrid.

Y así fueron pasando los minutos entre “Violencia en acción”, “Odio el fútbol”, “Siempre nos quemará París” (ahora están otra vez por allí dando guerra), 18 Barras a 98 (que alguien me explique esta canción porque no la entiendo) y pidieron socorro al druida para que nos diese esa preciada “Poción mágica”.

El momento más romántico de la velada fue con “Besos gaztetxeros” en la que Aitor exploró entre el público para encontrar finalmente a un hombre distinto y al que no conociese de otras ocasiones para darle el mítico besito en los morritos.

Siguieron con “Héroes de la clase obrera”, y gracias a los micros inalámbricos a Aitor le fue más fácil que nunca bajar una y otra vez del escenario para darse a su público, y nos sorprendió dándose un garbeo por el recinto, y con bromas variadas se acercó a la entrada del festival diciendo que no dejasen meter na de na a la gente.

Aquel rato que pasamos con Lendakaris fue frenético y espectacular como siempre y como nunca, y digo como nunca porque para mí tuvo el aliciente de que se logró vencer la mala baba de mucha gente que no hace más que soltar estupideces y que pretendía con razonamientos ilógicos parar algo imparable, y hasta aquí puedo leer. Pero aquella tarde fue una ocasión estupenda para demostrar que a veces la razón y la sensatez vence a la intolerancia y a la estrechez de miras.

Así que ni cortos ni perezosos entonaron su amor a la policía, nos recordaron que teníamos ojeras farloperas y que la violencia de género campa a sus anchas.

Y aquello tocaba a su fin con “Drogolegas” (el que no tenga uno que tire la primera piedra), y luego se mezclaron temas gamberros como “Bobo a bordo” y “Gaupasa o spiz”, con los que dan más cera y expresan de la forma más irónica que se puede llegar a imaginar su opinión sobre uno de los temas que más critican y del que más acopio hacen, todos sabemos cuáles son esas canciones y lo que significan, pero como a veces hay que dar todo mascado fueron estos: “DNI vasco? Ez, eskerrik asko”, “Se habla español”, “ETA, deja alguna discoteca”, y “Veteranos de la kale borroka”, que fue el colofón final.

Así que nada nos quedamos como siempre más contentos que unas castañuelas con los Lendakaris, aunque eché en falta y mucho “Pastel de costo”. Por cierto, espero un nuevo disco ya, ya, ya, ¡pero yaaaaaaaaaaa!.

La presencia cántabra del festival, venía de la mano de ARDEN y de Propaganda, ambos grupos afincados en el municipio de Piélagos, como el propio festival. Los primeros en salir a escena, ARDEN, hardcore desde Zurita.

Siempre que les veo en directo, alguna montan. El año pasado, en este mismo festival, aparecieron con una motosierra, y este año, para empezar, “adornaron”  todo el escenario con pequeñas pancartas de fotos de personajes “célebres” como Federico Jiménez Losantos, y Franco, sobra decir, que fueron tiradas al suelo una a una, durante el transcurso de la actuación.

ARDEN son una de las bandas cántabras con mayor proyección, con poco más de dos años de vida, ya tiene un disco como dios manda en el mercado “Condenado a la vida”, una maqueta y muchos seguidores que no se pierden ningún concierto. Respecto al disco, comentar que ha salido al mercado hace muy poquito y que cuenta con la colaboración de Escuela de Odio, ya que su estilo musical es muy similar. www.myspace.com/ardenhardcore

Empezaron a darle caña con sus conocidos temas “Encontralprao” y “Liberación”, donde Kortxos (el cantante), se desenvuelve en el escenario como pez en el agua. Menos mal, que durante toda la actuación, la lluvia nos respetó y pudimos continuar gozando con esas canciones tan hardcoretas.

Si los Lendakaris tienen a Rufino (el dinosaurio hinchable de los picapiedras), ARDEN tienen a un cocodrilo de la misma familia, es decir hinchable, que junto con su dueño (El Chispas!!), se subieron a interpretar un par de temas con la banda.

Más temas que tocaron, pues “Manipulación” y “Marisol”, que no pueden faltar, y un par de versiones para ir terminando la velada, como son “Revolución” de R.I.P, y “Cucaracha” de Narco, dos temazos donde el cantante los interpretó junto con el público, había que aprovechar que el micro era inalámbrico. Y una colaboración, el cantante de Caverno se pasó por el escenario para cantarse un temilla.

Si el Rebujas rock tiene a Desastre como único grupo que ha participado en todas sus celebraciones, el Salcedorock tiene a Propaganda, que en las seis ediciones que llevan, no se ha perdido ni una, bueno, el año pasado no tocaron.. pero se puede decir que estaban por allí.

Cada vez que veo a este grupo, siempre me entra  la misma pregunta. ¿por qué no salen a tocar fuera de nuestra comunidad?, calidad tienen y de sobra, y estoy seguro que en muchos festivales saldrían triunfantes.

Hace tiempo que no sacan material nuevo, así que su actuación se basó en sus “clásicos” de sus dos únicos discos “Propaganda” y “Genocidio Cultural”, canciones como “Vida Libre”, “Katón”, “Conversación”, “Odio tu Ley” o “Tocando a Muerto” sonaron mejor que nunca. Y una versión que nunca se la había escuchado, “La Silla eléctrica” de los míticos Barricada.

Para mí, es una de las mejoras bandas que tenemos en esta comunidad, y se merecen más, pero también hay que decir que muy poco se promocionan, no tienen MySpace (yo por lo menos no le he encontrado), la página oficial llevan sin actualizarse desde el 2.007, y apenas ves reseñas, críticas, crónicas, noticias de la banda en diversos portales rockeros de nuestro país.

Se notaba en el ambiente que el próximo grupo en tocar sería Obús, primero, adornaron el escenario con murales de calaveras a ambos lados de la batería, y después encendieron un par de bengalas  en los primeros compases de la intro y “Necesito más”, tema con el que abrieron.

El primero en salir, y situarse entre las dos bengalas ya encendidas, Paco. Fue todo un momentazo verle con sus posturas guitarrísticas que rompían la ley de la gravedad, entre tanto destello. Luego le siguió Pepe Bao al bajo, como no podía ser de otra forma, y por último Fortu, toda una leyenda del heavy metal estatal.

Su actuación era uno de los platos fuertes del festival y había mucha expectación. La voz de Fortu ya no es lo que era, ni mucho menos, los años pasan para todos. Pero salvó con creces la actuación, demostró que los viejos rockeros nunca mueren, y si teníamos alguna duda, nos lanzó varios gritos de esos heavys que nos dejaron con la boca abierta… Grande Fortu!!!

Y lo de Pepe no es normal, le da igual tocar funk en la desaparecida banda O’funk’illo, heavy metal en Medina Azahara, o nuevas tendencias en Maneta de Kamioneta, haga lo que haga lo hace de puta madre. Es un gran fichaje de Obús que seguro que le reportarán más calidad musical en sus actuaciones.

“Cualquier noche puede salir el Sol”, “La Muerte”, “Autopista”, fueron alguno de los temas que tocaron, para terminar, después de la presentación de la banda, con “Prepárate” y “Esta ronda la paga Obús”.

Una actuación sobresaliente, pero que a la media hora, fue ahogada por la intensa lluvia que no nos abandonó hasta justamente empezar El Ultimo ke Zierre. Tanta lluvia dejó el recinto hecho un verdadero barrizal.

En medio de un tremendo barrizal y de una lluvia más que copiosa cientos de personas estábamos esperando a El Último Ke Zierre. La verdad es que yo no podía entender como la organización del Salcedo tuvo tantas narices de seguir con el festival a pesar de las inclemencias del tiempo.

Bueno en realidad sí que lo entendía pero me sorprendió gratamente que siguieran luchando hasta el final contra viento y marea para que pudiésemos disfrutar lo más posible.

Los de Castellón salieron a escena ante un público más que expectante y numeroso que por desgracia sólo pudo escuchar 8 de sus temas. Pero es que la cosa ya era imposible, a mí me daba hasta miedo moverme porque mis pies se hundían en el cieno, cuando llegué a casa tenía barro hasta en las orejas, y digo esto por ser fina, ¡jajaja!.
El Último Ke Zierre abrió con “Amor de cuarto oscuro”, para seguir con “Altero mi cuerpo”, “Enganchados”, “Canto” y “Mal camino”, y ya habían anunciado que aquello por motivos evidentes se tenía que suspender, aún así se marcaron tres temas más “Para qué quiero más calor”, con la que decidimos meternos en el toldo del bar porque a la gente parecía que le daba todo igual y no paraban de pogear, aparte de que ya estábamos más que empapados, y casi respiramos aliviados porque la situación era insostenible. Las últimas fueron “Veneno” y “Vis a vis”.

El Último Ke Zierre pidió disculpas nuevamente por tenerse que ir, al igual que Luis, un miembro de la organización que salió a dar la cara y que se mereció, por salir a dar la cara delante de todo el personal, el mayor de los aplausos.

Aún así me consta que muchísimas personas se quedaron en el bar consumiendo porque no querían acabar la fiesta y querían contribuir a la causa.

Una gran velada que se vio un poco deslucida por las inclemencias meteorológicas y que finalmente no pudo contar con los vallisoletanos 6eiskafes.

A pesar de todo estoy segura de que el año que viene habrá más y mejor y allí estaremos para comprobarlo.