Hace semanas que esperábamos la visita de Koma por tierras cántabras. Tras la doble visita que nos hicieron el año pasado, primero en el Azeros Rock, y después en el Rebujas Rock, había muchísimas ganas de volver a verles.
Aún siguen presentando su último trabajo “Sakeo”, que ya tiene más de un año de vida, y es que es un disco tan bueno, que se necesitan muchas semanas para presentarlo como Dios manda.
Pero antes de deleitarnos y gozarla con los Navarros, había que ver a las dos bandas invitadas que tocaban esa noche, los primeros, como va siendo habitual en la Sala Heaven, un grupo local, en este caso fueron Scream for a Reason, una banda desconocida para el que subscribe. Después saldrían al escenario Khamul, ahora, vayamos banda a banda.
La verdad es que no estamos acostumbrados a ver tres bandas en una noche en Cacicedo de Camargo, lo habitual va siendo “Banda Local + Banda Principal”, así que nos sorprendió gratamente la inclusión de un tercer grupo.
Los primeros los cántabros Scream for a Reason, y como bien dije anteriormente, banda desconocida para mí. Una propuesta demasiado extrema para mi gusto, cuento con los dedos de una mano los grupos de esta índole a los que he visto en directo, definitivamente, no es lo mío.
Intentaron en todo momento animar al respetable, los 5 componentes lo dieron todo sobre el escenario, a resaltar la involucración del cantante y las buenas sensaciones que transmitía uno de los guitarristas, que no paró de moverse y de ejecutar unos riffs casi imposibles, me dejó con la boca abierta.
En apenas media hora tocaron poco más de 10 temas, tiempo suficiente para demostrar que saben lo que hacen. Entre las filas de la formación, vimos alguna cara conocida, el bajista ya nos sorprendió en su día en Torrelavega, donde le vimos actuando con una de sus bandas, con Recesión, uno de sus grupos a los que no se les debe perder la vista.
Scream for a Reason
¿Y quién son Khamul?. Pues una banda de Burlada, Navarra, que ha acompañado a sus paisanos Koma en varios conciertos, realizando así una mini gira conjunta que les ha llevado por Guadalajara, Barcelona, Toledo... y ahora a Cacicedo de Camargo.
Fue la sorpresa de la noche, su música no te deja indiferente y se notó, mucho público se acerco a las primeras filas para verles porque cada tema que interpretaban superaba al anterior. Nos dejaron alguna versión de esas que todos tenemos en mente, como “Toxicity” de System of a Down y “Roots” de Sepultura, tema con el que terminaron la actuación.
Pero antes, un puñado de temas propios, la mayoría extraídos del disco que venían a presentar llamado “Involución”, y pudimos escuchar “Vitalidad”, “Al Otro lado” pista que abre el disco, y “Tonto del Culo”. De sus dos anteriores trabajos algo tocaron, como “En la Habitación” e “Ilusionista”, dos de los últimos temas que utilizaron para ir dando por concluida su actuación.
Resumiendo Khamul fue un grupo con el que me llevé una grata sorpresa aquella noche a pesar de no haberles escuchado nunca.
Khamul
Y para rematar una noche llena de intensidad se plantaron sobre las tablas Koma, que valga la redundancia consiguieron dejarnos en estado catatónico.
Abarrotaron una sala (como era previsible) que se llenó de gente de todas las edades y de todos los estilos, y mucha de fuera de Cantabria, había personas a las que no había visto en ningún concierto, se puede afirmar que a más de la mitad ni les conocía. Esto dice mucho de su gran poder de convocatoria.
En cierto modo yo no me esperaba tanta gente porque todos ya sabemos que Koma no es una banda de esas que no se dejan ver en festivales ni en conciertos, debe ser de los grupos a los que más veces he visto en mi vida. Sin embargo cuentan con el difícil aliciente de que por más que les veas nunca te van a dejar indiferente. Así que había que ir, habría sido todo un descaro que vengan a “tu casa” a tocar y no haberles abierto las puertas de par en par.
Es increíble la disparidad de público que logran atraer los navarros a sus conciertos. Muchos crecieron con ellos, otros les han ido descubriendo, pero a la mayoría nos han introducido en el metal, y eso se agradece y muestra a todo un referente. Creo que son la antesala que han abierto los oídos de miles hacia estilos más rudos, y eso marca mucho.
Siempre me sorprenderá el carisma sin límites de este grupo encabezado por Brigi, al que no hay más que mirar a los ojos para descubrir que es un auténtico showman, no el sentido que se tiene de esta palabra, pero si en el sentido de que te puedes quedar embobada mirando sus muecas y sus gestos de principio a fin de concierto.
Si bien el hábito no hace el monje, para ellos el traje ya es más que imprescindible. Y con él puesto logran desatar una rabia y unas maneras tan rudas que dan hasta risa por el contraste.
No consigo recordar el tema con el que cerraron, pero sí la sensación general, una sensación de euforia, de adrenalina desatada, de ganas de que aquello no acabase nunca… En fin, el estado perfecto que debe dejar cualquier grupo que se precie.
Koma
El grupo se mostró muy receptivo durante todo el concierto y se les notó a gusto, encantados de estar con nosotros aquella noche. Consiguieron animar a un público que ya venía más que dispuesto.
Abrieron su actuación con “Tío Sam” para seguir con un amplio repertorio cargado de clásicos y de no tan clásicos, como los temas de “Sakeo”, aunque bien es verdad que con el tiempo que lleva el disco en el mercado ya se han convertido en más que imprescindibles.
Y es que Koma me gusta tanto porque no viven de las rentas y mantienen el listón muy alto, es difícil que los temas del último disco sean ya más que necesarios, pero lo son, ¡y vaya que si lo son!, no había más que observar la euforia desatada con “El sojanero”, “Sakeo” o “La fiera nunca duerme”.
El público también enloqueció con “Sé dónde vives”, “Imagínatelos cagando” y “Jipis”. La nota de “tranquilidad” vino de mano de “Deprimido singular”. Para ir cerrando una actuación más que eléctrica se sirvieron de clásicos como “Bienvenidos a degüelto”, “Aquí huele como que han fumao”, “El marqués de txorrapelada” y “Mi jefe”.
Creo que poco más se puede decir de Koma que ya no hayan dicho otros, así que no queda más que esperar su próxima sacudida de irreverencia, eso sí ojalá sea más bien pronto que tarde.