La entrada de la sala Rock Star no llegaba a los tres cuartos de entrada, imagino que el hecho de que ese mismo finde se celebrará uno de los grandes acontecimientos, el Viñarock, el festival de rock más grande de España, pudo incidir bastante en ello.

Sus anteriores visitas se habían saldado satisfactoriamente con rotundos llenos, aunque eso sí, hemos de matizar que en una sala con menor capacidad, como es el Kafe Antzoki (Bilbao). Aun así, los que allí estábamos eramos totalmente incondicionales de los gallegos, sola bastaba mirar alrededor y darse cuenta,  muchos vestían camisetas de la banda y otros reflejaban en sus rostros unos evidentes síntomas de admiración y devoción.

Creo que ya se puede considerar de tradición arraigada, el hecho de que los Siniestro Total nos hagan una visita, al menos una vez al año. La verdad es que la formación ha recalado bien por estos lares, constituyéndose, desde ya hace mucho tiempo, un química perfecta entre público y banda. Cada visita es esperada con un mayor anhelo, desatando una pasión muy especial, una euforia y encandilamiento, como si trataran de los mismísimos Rolling Stones . El ambiente reflejaba una media de edad superior a los 26 años, conocedores del largo camino recorrido por la banda y pendientes de su salida en escena.

Con anterioridad Bosco El Tosco y Su Puta Banda revolucionó el patio de una forma alucinante, una formación que se atreve con todo tipo de sonidos, perfectamente combinados con unas letras de humor negro, sarcásticas donde las haya.

Con un casposo gracejo arrancaron la velada. Palabras textuales: “Teníamos tres opciones como teloneros, la primera Bob Dylan pero como había estado con el papá nos daba un poco de yuyu, porque igual nos contagiaba algo, la segunda era AC/DC en San Mames, hemos ido multitud de veces ahí, estamos cansados de llenar estadios y la tercera era Siniestro Total nos hacía mucha ilusión tocar con ellos porque son unos maestros, un grupo policultural, son gallegos y las tres mejores cosas que ha dado Galicia han sido el Albariño, Txakoli y Siniestro Total”.

Divertidos, cachondos, se centraron sobre todo en temas clásicos “Piensa En Rojo”, “Círculo Infernal”,“La Familia”, “¿Dónde Estabas Tú el 11-S?”,presentados con discursos entretenidos y ocurrentes, y ejecutados con gracia por parte de su líder Bosco, quien de vez en cuando echaba mano de ingeniosas vestimentas, como fue el caso en “Qué Duro Es El Pop”, con unas coletas y una faldita, en plan colegiala.

Flotaba en el ambiente que la gente estaba con ellos, sin embargo los allí congregados estuvieron expectantes,  pendientes de cada nota que fluía en el aire, pero sin demostrar una pasión desmesurada en ningún momento.

Esa noche quisieron que fuera aún más mágica, interpretando en primicia algunas canciones de su reciente trabajo “Del Deporte Se Puede Salir”, en el que han contando con la participación estelar, entre otros, de Julián Hernandez, Francis (Doctor Deseo), Juan Abarca (Mamá Ladilla) y Txorte (Peligro Martinez), este último se subió a cantar un tema con ellos,“Si No Puedes Con Ellos, Confúndelos”.

Otras de las nuevas que sonaron fueron “Chaleco Reflectante” y la que da título al trabajo, que es la primera de una trilogía a la desidia del deporte, un alegato a que el deporte es muy peligroso tanto de élite como de masas, en el que arremeten, entre otros, contra Carlos Gurpegui, Mikel Goñi, Marco Pantani.

En la parte final se atrevieron a destrozar un clásico de Tequila “Dime Que Me Quieres”, de una manera irónica, cambiado la letra del estribillo por “Dime Que Me Odias”, una estupenda forma de cerrar una actuación que supo a poco. ¡Espero tener la oportunidad de verles muy pronto!

Unas de cosas que más llama la atención de los conciertos de Siniestro Total es el pundonor y la bravura de los músicos por contentar a sus más acerrimos seguidores, esa noche hicieron gala de esa astucia con un concierto perfectamente milimetrado, con momentos de lucidez artística y excesiva hermandad con el público. Su líder Julián Hernandez estuvo inspirado con esos comentarios de sabiduría e incluso sacó punta a lo más insignificante.

 “Gabon Barakaldo, jaia Bai, Borroka ere bai”, de esa manera tan reivindicativa arrancaron el show, en alusión a que era el 1 de mayo, el día del trabajador. Y como bien dice una canción suya “Aquí estoy tumbado a la Bartola”
Los primeros temas para abrir nuestras cabezas e infundirnos un espíritu fiestero y contagioso fueron “Vamos Muy Bien”, “Quiero Bailar Rock & Roll” y “Vamonos Al Kwai”, canciones idóneas para levantar el ánimo, inclusive a quien presente unos síntomas claros de depresión.

Estos veteranos del rock han recorrido de cabo a rabo la península, en infinidad de ocasiones, ganándose un prestigio y credibilidad sin reticencias, que muy pocos grupos pueden jactarse de haberlo obtenido a lo largo de su existencia. A estas alturas y tesituras, poco tienen que demostrar, podrían vivir eternamente de esa fama. Sin embargo, son una banda con un espíritu de lucha y deseo de permanecer eternamente entre los grandes, en cada concierto se dejan la piel, conectan con el público, refrendando musicalmente y mediante una correcta actitud el porque se encuentran en la cima del rock.

“Tan Hermoso” fue dedicada amistosamente a Joseph Ratzinger, en alusión de que tenía los días contados, mofándose acto seguido de otro de su especie, ya muerto, Juan Pablo II, quien según Julian había perdido la fé cuando le pegaron un balazo. El público respondía con verdadera devoción cantando cada tema y bailando en determinadas ocasiones, por citar alguna “Chusma”, “Ay Dolores”, “Alegrame El Día”, “Camino De La Cama”, “Cuanta Puta Y Yo Que Viejo”, “Bailaré Sobre Tu Tumba”....

Yendo más directamente a lo que fue la descarga, señalar que fue de lo más convincente, sonando como si fuera una banda de rock internacional, de un ritmo uniforme y constante a lo largo de la actuación. Julián cada iba alargando sus presentaciones con todo tipo de disparates, comparando Barakaldo con Washington,

Preguntándonos si nos gustaban los toros y la formula Uno y osando a contarnos un chiste que le había contado un día su amigo Kike Turmix (un tío que va entra a una librería de Bilbao y le pregunta al dependiente me da la enciclopedia espasa 32 a 35 tomos,va no nos quedan, que quiere usted saber), una vez soltado se burló de nosotros por no hacernos gracia, en base a que creía que en Bilbao repartían folletos con chistes de este tipo.

Es increíble como conforme pasa el tiempo están más frescos, con más energía y más ganas que nunca, sabiendo eso si dosificarlas.  “Yo Dije Yeah”, “Emilio Cao”, “Bailaré Sobre Tu Tumba” fueron adornados con esa maestría a la mandolina por parte de Julian. Pocos clásicos se dejaron en el tintero, eso si, tocadas con ganas y poder musical a más no poder y reservando para el final un regalo maravilloso, un anticipo de su próximo disco “Country & Wester”, que supuestamente saldrá al mercado en septiembre. Se trato del tema “The Very First”, un tema country en que observamos un cambio musical sustancial y un planteamiento novedoso, quizás algo arriesgado pero respetable, el cual enfrió bastante el ambiente, sin embargo rápidamente volvieron a elevarlo, sellando la actuación con tres intensos y vibrantes cortes “Miña Terra Galega”, que sirvió para dar a conocer todo el equipo que forma parte de la familia, técnicos como roadies, una intensa Ayatollah” y la salvaje “Matar Hipies En Las Cies”, en la que se despidieron del público con su peculiar sintonia de cierre, el himno ruso, con los puños izquierdos cerrados y totalmente levantados.

Toda una impresionante y satisfactoria lección de auténtica grandeza, de genialidad y de talento. Siniestro Total siguen seduciendo a diestro y siniestro, haciéndo felices a todos sus fans. Yo como fiel seguidor, así es como acabe, más contento que unas castañuelas, aunque tengo una espinita aún clavada en mi corazón, que espero un día sean capaces de quitarmela, con una futura reunión con Miguel Costas. Es mucho pedir, pero sería un buen regalo para lo que no tuvieron la ocasión de vivirlo.