Y por fin llegó una Noche de Rock a Santander, entre un programa de fiestas tan variado y extenso, el Ayuntamiento de la capital cántabra quiso ofrecernos la oportunidad de ver a Los Suaves y a Mägo de Öz en directo en la Campa de La Magdalena, juntos, pero no revueltos, que a saber lo que puede salir de esa mezcla.
A las diez en punto de la noche se empezaron a oír acordes gallegos, gritos de la masa de gente agolpada en primera fila para recibir a los de Ourense como bien se merecen, como grandes glorias del Rock nacional. Una cola humana que subía hasta la playa de El Camello para poder entrar en el recinto, caravanas de coches buscando desesperadamente aparcamiento, gente agolpada en taquillas para comprar entradas de última hora, policía, churreros, nervios, vende pipas y muchas, muchas ganas de pasarlo bien.
Según los medios, veinte mil personas nos congregamos en la Campa de El Palacio de la Magdalena de la Ciudad de Santander para recibir entre aplausos y ovaciones lo que tantos años lleva esperando la región, un concierto de rock por todo lo alto. Paisanos de todas las edades y condiciones nos dimos cita allí y no cabíamos en nuestro gozo, sólo faltó que apareciera la Bordiú.
Ambiente
Podemos decir muchas cosas de Los Suaves, a estas alturas de la película hemos oído y visto tantas cosas y tan variadas actuaciones, que una ya no sabe si el concierto es bueno o es que no ha sido malo. En el escenario un Yosi feliz, contento y hablador como pocas veces, y el resto del grupo a gusto, entre guiños cómplices y gestos de amistad, como tiene que ser.Después de tantos rumores de separación que a más de uno nos helaron el alma, Los Suaves vuelven a demostrar que su casa es el Rock and Roll y dejarán el escenario con los pies por delante.
Tocaron temas de su nuevo disco entre los que destacamos “Se Alza El Trueno” o “Esa Noche Te Perdí”, que si ya en el disco son potentes, en directo lo que digamos se va a quedar corto. Mucho rock con “Malas Noticias”, “Pobre Jugador”, “Dolores Se Llamaba Lola”, temas de siempre que todos coreamos como si fuera la última vez. “Si Pudiera” puso la nota melancólica al concierto, por la música más que nada, porque la mayoría de las letras de Los Suaves por no decir todas van más bien encaminadas a la tristeza y el pesimismo.
Tocaron dos bises concluyendo con la ya mítica “El Afilador” que en esta ocasión cantaron en castellano, aunque se oía entre el público alguna que otra nota galega. Sobre los comentarios que pudimos oír respecto al estado de Yosi, después de preguntar y saber que era el primer concierto de Los Suaves al que asistían, rompo una lanza a favor del grupo, ya que Yosi estuvo en el escenario en todo momento, cantó todas y cada una de las canciones del repertorio e incluso salió con la camiseta de Pedro Munitis, donde ya terminaron de meterse al público en el bolsillo.
Faltó el hermanamiento de banderas, pero bueno, hay cosas que cambian. Todo un derroche de corazón es lo que pusieron los gallegos sobre el escenario en una noche mágica que amenazaba lluvia pero se rindió ante ellos, quizá fuera cosa de la meigas.
Los Suaves
Los gatos negros dejaron el escenario como reyes para dejar paso a los emblemáticos Mägo de Oz, emblemáticos por el espectáculo de indumentaria y de escenario que suelen montar, aunque en esta ocasión nos dejaron con las ganas y también especiales por sus peticiones y sus exigencias a nivel musical, dicen que las manías son cosas de artistas y habrá que creérselo.
Entre el público pudimos ver a un grupo de chicas que habían traído un sujetador para tirárselo, al más puro estilo Hombres G, no sabemos si su barco llegó a buen puerto, pero desde luego ilusión no las faltaba. Una masa de cuernos al aire sacando el metal que llevaban dentro es la acogida que dieron las gentes de Santander y alrededores al grupo de metal melódico que hizo escena sin luces y con un Jose Andrea resurgiendo entre humo desde una plataforma elevadora sobre la batería, a los Jesucristo Superstar.
Un poco de derroche de voz de esa que deja a una en el sitio sirvió de entremés para dar paso a la segunda parte de la noche, diferente y extensa ya que el concierto acabó cerca de las 2:30am. Gaia I, II y III cobraron vida bajo el cielo cántabro al son de la flauta, el violín y las guitarras no precisamente carabancheleras. “Satania”, “Molinos de Viento” o “Fiesta Pagana” entre otras hicieron saltar y bailar al personal que parecía no cansarse nunca de corear estribillos y estar al 100% con su grupo, pusieron su nota reivindicativa con “El Que Quiera Entender Que Entienda” porque el amor no entiende de sexos ni de etiquetas.
Mägo de Oz
Ya al final del concierto, Jose Emilio Amavisca subió a marcarse un tema con el grupo donde hacía que tocaba la guitarra y disfrutaba como un enano sobre el escenario, con una euforia desmedida y feliz de la vida de poder estar allí arriba frente a sus paisanos y arropado por el grupo.
Respecto al sonido de ambos conciertos hemos de decir que los técnicos no estuvieron del todo acertados, ya que se oían demasiado las guitarras y la voz se distorsionaba, no es lo mismo que toque La Oreja de Van Gal a la potencia que puede salir de las voces e instrumentos de un grupo de rock. Hemos escuchado cosas peores, pero poco a poco irá mejorando, eso seguro.
Sudorosos, cansados y contentos dejamos la Campa de La Magdalena, agradecidos de que por fin el Ayuntamiento de Santander mire un poco más allá de los cuarenta principales y los operaciones triunfo y piense en hacer unas Fiestas de la Semana Grande para el disfrute de todos. Esperaremos ansiosos el cartel del año que viene, que seguro que no defrauda!