Hay noches en que los astros se ponen de acuerdo para que las cosas y acontecimientos sean inolvidables.
Efectivamente, la noche en la que la banda estadounidense de rock, Guns N´Roses actuaba en el velódromo de Anoeta (San Sebastian), estaba destinada, de antemano, a no perderse en el tiempo, a ser recordada durante una eternidad, a provocar un exceso de estimulación y alta liberación de adrenalina en los asistentes.
No obstante los astros quisieron ponerse también a nuestro favor y que todo fuera aún más maravilloso y excepcional. Una velada, sin parangón, explosiva como pocas, de nostalgia y emotividad añadida; exento de un excesivo egocentrismo por parte del polémico Axl Roxe, a quien le vimos totalmente irreconocible, con unas ganas enormes por gustar y certificar la enorme experiencia que carga sobre su espalda. Un comportamiento sobre el escenario mucho más cívico, que el mostrado hacía unos tres años en Bilbao, en el festival BBK Live.
El hecho de tener que permanecer dos horas y media más bajo una incesante lluvia, debido a un retraso en la apertura de las puertas, derivado de un problema logístico (Una demora en la llegada de los camiones), no cambiaría en absoluto el rumbo de la noche. Ese desagrado y animosidad brotado entre la multitud, muy pronto se desvanecería ante la llegada del cantante de heavy metal canadiense, Sebastian Bach a las 21:30 horas.
Ambiente
El rubiales fácilmente se adueño del escenario, haciendo rugir a la multitud con un potente “Slave To The Grind”, mientras giraba el cable del micro, de una manera espectacular, por encima de su cabeza. Era como un autentico ciclón, no paraba de correr sobre el escenario, dejándonos atónitos tanto con sus habituales poses de sex simbol como por su desparpajo. Por un motivo u otro nunca había tenido la oportunidad de ver a Skid Row en directo y allí estaba a mis 33 años, fascinado por poder escuchar en vivo algunas canciones que han formado parte de mi adolescencia, aunque fuera exclusivamente con su carismático primer cantante. Aunque sabía que no iba ser un show mayúsculo, me topé justo con lo que esperaba una banda que mantiene bien el tipo en escena.
Matizar que pese a que el vocalista ha perdido algo de su capacidad vocal sigue siendo una apisonadora de efectividad y agallas, además sabe apoyarse en sus dos tremendos guitarristas, sobretodo en el jovenzuelo Nick Sterling, un músico talentoso con unas ganas locas de salir adelante y triunfar.
Cayeron pocos temas de su carrera en solitario de su disco “Angel Down”, entre otros, “(Love Is) A Bitchslap” y “American Metalhead”, optando con firmeza por una sarta de auténticas joyas del rock'n'roll y el heavy metal de antaño, de aquella época en la que era el líder indiscutible de Skid Row.
“Big Guns”, otro legendario clásico de aquella formación, fue una ráfaga que se estrelló de frente al personal, entre tanto la leyenda viviente nos brindaba una serie de sus sensacionales saltos y gestos de auténtico maestro.
Sebastian Bach
La banda estaba vaciándose sobre el escenario, logrando no solo sostener el ambiente del evento, sino siendo capaces de irlo incrementando conforme iba avanzando el recital. Tras unas sinceras y elocuentes palabras “Estamos contentos de tocar en la ciudad con el nombre más bello, San Sebastián, mi nombre es Sebastián. Hoy va ser una autentica noche de rock", abordaron una maciza “Here I Am”, dejando bien claro que esos sonidos medio hard roqueros siguen aún acaparando gran interés en la actualidad.
Sin embargo el tema que más ovación recibió fue la balada “18 And Life”, en la que primó una suculenta interpretación vocal fuerte y sencilla, llena de sentimiento, adornada con una enérgica interacción con el resto de la banda. “I Remember You”, con Nick a la guitarra acústica y “Youth Gone Wild”, en esta última enseñando al público su brazo, en el que se podía observar tatuado el nombre de la canción, destinado a que alguno se percatará y gritase el título de la misma, fueron las elegidas para cerrar y rememorar unos tiempos lejanos que desgraciadamente comienzan a perderse en la fragilidad de las memorias. Nada que objetar, la descarga de Sebastián Bach tuvo la suficiente chispa y magia para dejarnos salibando esperando a las estrellas de la noche.
Set List
-Slave to the Grind
-Back In The Saddle
-Big Guns
-Here I Am
-(Love Is) A Bitchslap
-Stuck Inside
-Piece of Me
-18 And Life
-American Metalhead
-Stabbin' Daggers
-Monkey Business
-You Don't Understand
-I Remember You
-Youth Gone Wild
Sebastian Bach
La primera visita de Guns N´Roses con la nueva formación, la cual estuvo enmarcada dentro de la segunda edición del BBK Live, nos dejó en un mar de dudas sobre una viable continuidad. No fue un concierto centelleante e inolvidable como esperábamos, más bien pobre y desconcertante, en gran culpa por los bajones de intensidad ; y la mísera personalidad y energía mostrada por los músicos acompañantes, en esa nueva andadura de Axl Rose. Además la estrella del rock hizo gala de cierta actitud de superioridad y rebeldía, no permitiendo a los periodistas que le sacarán fotos en su llegada al aeropuerto y saliendo a escena hora y media más tarde de la hora impuesta por la organización. Parece que por fin, visto lo visto en el velódromo de Anoeta, se ha dado cuenta que ese camino no conduce a nada, que lo que hace es que sus fans les cojan manía y dejen de confiar en él.
Hablando en líneas generales, la actuación encandiló por lo bien resuelta que estuvo, un mayor temperamento y fuerza en la ejecución de los temas; y un show con matices y particularidades especialmente destacables, confeti, fuego y pirotecnia. Aunque lo que más me impactó fue la pasión y sensibilidad con la que cantó Axl Rose. Eso si, en numerosas ocasiones desaparecía del escenario para meterse en una especie de camerino, situado en uno de los laterales, supuestamente para soplar oxigeno con el fin de no dar muestras de fatiga ni mostrar unas cualidades de voz algo insuficientes. No le podemos achacar, por ello, de jugar sucio o ser un embustero muchos cantantes emplean esta técnica y les siguen adulando.
45 minutos es el tiempo que tuvimos que esperar, de repente se apagaron las luces y en el horizonte observamos al guitarrista Richard Fortus subido a lo más alto del escenario, para dar comienzo la ceremonia con las primeras notas "Chinese Democracy", la canción que da nombre a su último trabajo, escoltadas por unas explosiones de fuego en los laterales. Irrumpe con fuerza el resto de la formación, acaparando todas las miradas el inigualable Axl Rose,de formidable presencia, ataviado con unas gafas negras, un sombrero y una chaqueta de color metalizado.
Esta vez la imagen que nos ofrecía no era la de ese chico malo que tanto le gusta aparentar sino de auténtico profesional, de pretender ofrecer una descarga directa, sin concesiones, merecedora, sin duda, de estar entre las mejores.
Guns N´Roses
Enterado de que la intención no basta, que hay que romper el caparazón que a veces significa un escenario. Una vez metidos en contexto, tanto músicos como público, llega el momento de la verdadera prueba “Welcome To The Jungle” ¿Nacerá ya una cierta comunión entre ambos? Axl aún demasiado hierático pero cantando con énfasis el tema y alcanzando impecablemente los tonos agudos, esos innatos registros vocales que le convirtieron en pura leyenda. El público incrédulo ante tal énfasis y autentica explosión de adrenalina, aunque totalmente entregado, tal como se pudo observar en los siguientes cortes "It´s So Easy" y "Mr. Brownstone”, canciones de difícil elaboración, absolutamente sobrecogedoras.
A pesar de seguir disponiendo Axl Rose esa voz inconfundible y resolutiva hay en determinados momentos del show que cede su protagonismo a sus compañeros, quienes se explayan con solos de guitarra, bajo, bastante recurrentes y sin intentar emular los que hacían en antaño, Slash, Izzy Stradlin o Duff Mckagan.
Hablar de como fue la ejecución de los temas de “Chinese Democracy”, por ejemplo: “Sorry”, “Shackler's Revenge” o “This I Love” es hacerlo con palabras mayores, una importante y elevada sutileza mediante la utilización de una sección rítmica mucho más densa, siendo prácticamente una novedosa lección de como fabricar buen hard rock. Además fueron adornadas con impecables proyecciones de imágenes por las pantallas, cosa que ayudo a un desenlace satisfactorio de convicción y apuesta moderna de cierto riesgo.
Los clásicos tardaron en llegar pero cuando aparecieron, pongamos el caso de la explosiva “You Could Be Mine” en base a una espectacular piroctenia e imágenes de pistolas y coches de fórmula uno, “Sweet Child O ´Mine”, de unos tintes estremecedores, la preciosa “November Rain” en la que Axl muestra sus impecables dotes al piano y que fue precedida de una especie de jam session con el “Another Brick In The Wall” (Pink Floyd) o “Knockin' On Heaven's Door”; se vivieron los momentos más álgidos de histeria colectiva y en los que se pudó sentir una liberación de tensión de estar viviendo algo único y maravilloso.
Guns N´Roses
Curioso y gracioso fue el lucimiento por parte de Bumblefoot en el previo a “Better”, con unos riffs de la B.S.O de la pantera rosa, un músico de gran técnica que nos deleitó, durante casi todo el show, con un total dominio al doble mástil.
No cesaban los lucimientos personales, los cambios de look y las idas y venidas por parte de Axl, así hasta llegar hasta la primera despedida con “Nightrain”, una de las mejores composiciones que jamás hayan creado, una de las remisiones a ese álbum debut “Appetive For Destruction” que fue vivida con mucha emoción y desenfreno.
Todavía quedaban en la recamara piezas tan singulares como la brillante “Don´t Cry” y la apasionada “Madgascar”, entre ambas otra ingeniosa jam. Sin embargo un concierto de tal envergadura debía ser despedido de una manera estelar y así sucedió, primero con una devastadora versión de AC/CD “Whole Lotta Rosie” y posteriormente con una cautivadora “Paradise City”, cantada al unísono, mientras una lluvia de confeti y serpentinas plateadas caía de las alturas. Tras lanzar su micrófono rojo al público, Axl y el resto de músicos se agarraron amistosamente y nos brindaron, a su manera, una generosa ofrenda por nuestra gratitud y generosidad.
Guns n´roses quisieron demostrar que aunque todo tiempo pasado fue mejor, siempre hay que mirar al futuro con optimismo y devoción, creyendo en lo que uno hace, aunque sea imperfecto. Un recital bastante equilibrado, dos horas y media vibrantes con temas de ayer y de hoy, complementado con un precioso espectáculo visual, acorde a sus características. Después de esta noche, que nos importa que Slash no quiera volver a Guns N´Roses.
Saben conectar con los sentimientos profundos del público y eso es lo más importante para cualquier seguidor. ¡Mágica noche!
Set List
- Chinese Democracy
- Welcome To The Jungle
- It’s So Easy
- Mr. Brownstone
- Sorry
- Shackler’s Revenge
- Live and Let Die
- This I Love
- Rocket Queen
- Street Of Dreams
- You Could Be Mine
- Sweet Child O’ Mine
- November Rain
- Better
- Knocking On Heavens Door (Bob Dylan)
- Nightrain
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- Don’t Cry
- Madagascar
- Whole Lotta Rosie (AC/DC cover)
- Paradise City