El
horario fué lo peor de un concierto que no tuvo
desperdicio, de lo mejor que pasó por el Derrame.
Skunk D.F., un grupo madrileño y para mí,
el abanderado del nu-metal estatal, ofreció un
conciertazo, aunque la única pega es que soltaron
todo su último álbum, pero no se olvidaron
de las mejores canciones de sus discos anteriores, como
la del "Cuarto Osculo".
Germán
no paraba de moverse de un lado para otro y sus guitarras
(Fernando y Raúl) también, el bajista Pepe,
y el batera Álvaro, demostraron que un grupo no
solo lo compone el cantante.
En
definitiva, que su primer concierto en tierra asturianas,
fué para enmarcar.
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