Al tratar de describir el primer trabajo del grupo Exceso, uno puede enfrentarse sin demasiada dificultad al temido síndrome del folio en blanco, pero no por falta de ideas y de palabras, sino por una multitud de ellas que se agolpan en la mente, y que quieres transmitir y no sabes cómo. La culpa de todo esto la tienen 11 canciones que se han recogido bajo el título "Niebla y hollín", un disco primogénito que por su calidad hace que resulte hasta ridículo comentar que en su primera incursión en el mundo musical.
 
Está más claro que el agua que la voz de Ferran tiene una gran similitud con la del señor Kutxi Romero, que por cierto llega igual que él hasta límites insospechados y se coge el mundo por montera. También habría que ser muy ciego para no ver que Marea es una clara influencia del grupo junto a otros grandes como Extremoduro. Aunque todavía había que ser más insensato para no ver que Exceso tiene una gran personalidad propia, y lo que es más importante, si los podemos comparar ya desde el principio con grupos de esta talla el resultado es maravilloso. Es todo un honor escuchar a esta banda y poder sentir como se eriza la piel al vislumbrar un futuro tan prometedor.
 
El denominador común de "Niebla y hollín" es la exquisitez en el trato que le dan los catalanes a la música y a las letras. En todo el disco encontramos una amalgama perfectamente combinada de ritmos y de poesías de esas que elevan el significado de cualquier palabra. Empiezan esta exposición de maestría con un tema muy rockero titulado "Como el veneno", continúan exhibiéndose con todo un temazo que lleva por nombre "Un soplo más", y que como el propio nombre indica consigue transmitir muy buen rollo y mucha energía.
 
Nos vamos adentrando en la "Niebla y hollín" para descubrir la preciosa "El último momento del recuerdo" en la que les acompaña Guiu del Niño de la Hipoteca. Los minutos siguen fluyendo y nos encontramos con "Pienso llegar a ti", un tema genialmente especial.
 
La poesía sigue tocando el alma en "Cara a cara" para preceder a un tema simplemente flipante: "Lluvia de abril".
 
Todo llega y todo pasa y este disco va acabando con un tema compartido con Poncho K, "Mi otro lado", que gana la batalla gracias a esa música con mucho carácter y a esas frases que se clavan en el alma.
 
Después de la tormenta pensábamos que llegaba la calma de la mano del tema homónimo al disco, una canción que se intuye en un principio delicada y llena de sentimiento, y que sabe acelerarse en el momento oportuno para dar un nuevo zarpazo al corazón.
 
Todo esto se acaba con un gran broche de oro, como no podía ser de otra manera, "Sentarse a mirar" es una auténtica joya avalada por la guitarra española y por la colaboración de Albert García. El que diga que una imagen vale más que mil palabras no tiene más que darle una escucha a este tema.
 
Hay trabajos como este de Exceso que te demuestran que sí que existe el disco perfecto.
 
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