"Once temas, fusión de Rock, Hip-Hop, funky y hard-core, aderezados con textos crítiticos que abordan la problemática social".De esta forma tan contundente y ambiciosa se presenta "Balas de realidad", único disco hasta el momento de Los 4 elementos, grupo bilbaíno de la margen izquierda, que creció en el Gaztetxe de Santurtzi (La Kelo). Y es que, entre tanta ambición, uno se da cuenta, después de escuchar y escuchar el disco, que de verdad corroboran eso de lo que, de algún modo, "alardean".
Aunque en algunos momentos de la escucha se les echa en falta un par de huevos, más aún si sabes que en directo les sobran, estas once balas significan un tiro en la nuca a todo aquel que duda que ya no salen grupos nuevos que merezcan la pena. Esta, su particular brisa sonora de la margen izquierda, demuestra que no es así.
Ivan, Eneko, Oskar y Edu han conseguido un sonido muy limpio, muy en la línea Habeas Corpus, a veces "demasiado en esa línea", que acompañan con letras críticas, propicias a la reflexión, también muy similares a la primera época de los madrileños.
Cuatro años han tardado en sacar adelante este disco que ha contado con la colaboración desinteresada de Pititako Kolektiboa quien apostó de nuevo por una formula que ya había utilizado con grupos como Subersión X o Ekintza: ell@s les dejaban las pelas para grabar, y, poco a poco, el grupo se lo va devolviendo con la venta de cds. Ya podía cundir el ejemplo ¿eh?. Para ello, la familia Pititako montó un concierto en el Gaztetxe de de Kukutza con La Polla y Segismundo Toxicómano, cuya recaudación iría destinada a estos cuatro elementos.
Como técnico de sonido han contado con la ayuda de Elier (Jane Doe, MCD), mientras que el libreto del disco, muy currado, todo hay que decirlo, ha corrido de manos de Jorge (MDH). Vamos, que todo ha quedado en familia, como quien dice.
Básicamente a uno no le queda más remedio que remitirse una y otra vez a la presentación y recordar a todo el mundo lo que dicen en su particular danza de los suburbios: "Alerta, despierta, ecualiza tu frecuencia. Sintoniza tu conciencia en la onda rebelde".
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