Estamos ante un eufónico álbum que oscila entre el hard rock melódico y el rock duro, una extensa variedad que provoca que se escuche en un suspiro y sea apropiado para animar la noche más alicaÃda. Las lÃneas rÃtmicas vuelven a adquirir un carácter ascendente, buscando en ocasiones el liderazgo melódico y modelando un paquete de vistoso contenido, pese a que sea la modulación de la voz de Nieves Lucerón la que verdaderamente otorgue una tonalidad sorprendente y una fuerza brillante a las canciones, matices vocales inasequibles con una profundidad, intensidad y emoción que te embarcan literalmente en un camino sin retorno, similar a emprender un viaje al recuerdo de lugares agradables. Una innata capacidad de acercamiento en primera persona a las vidas de otros, como sucede en "Alicia (en el paÃs de las mentiras), "Viejos Recuerdos" y "Tu y Yo" que hacen que nos doblegarnos como consecuencia de estar ante una aún mayor opulencia vocal, que hoy por hoy cuesta encontrar.