COLABORACIONES
 Reseña
 
Aphonnic "Héroes"
  12/12/2013     
  Mikel García
 
¡Vientos de cambio!
 
Es un hecho constatado el asentamiento del nuevo Rock/Metal alternativo gracias a una joven generación de bandas que, jugando con distintas variaciones entre agresividad y melodía, está consiguiendo que el estilo se renueve y se revalorice. A nuestros protagonistas, los vigueses Aphonnic, no sólo habría que incluirlos en la lista, sino son, en la actualidad, quienes están empezando a sobresalir por encima de todas ellas. Si ya con su anterior disco "6 Bajo Par" dejaron a más de alguno sin habla, por su irresistible mezcla de brutalidad y melodía, en este cuarto disco "Héroes" han optado por caminar en la fina línea que separa lo pretencioso de lo excéntrico, adentrándose en los meandros de la experimentación más arriesgada, recayendo gran parte del cometido en el fuerte magnetismo de su vocalista Chechu, en su increíble gusto por juguetear de forma sublime con las melodías en los estribillos y los arreglos vocales de las canciones, conformando un universo propio de correcto entallado, un equilibrio total entre vanguardismo, complejidad en lo instrumental y la intensidad emocional característica de sus textos.
 
Es difícil describir un disco como éste, la cantidad de variables que incurren en él no se pueden sintetizar en unas pocas líneas, no obstante, será lo más conciso posible. "Héroes" es un artefacto sonoro bien nutrido de intensidades, abriendo nuevas puertas sin perder la buena dirección o cambiar de bando y atando al oyente al vagón delantero de una montaña rusa, con la intención que después de múltiples escuchas éste continúe experimentando la misma sensación de sobrecogimiento y sorpresa que la primera vez, sin llegar a perder nunca ni un gramo de intensidad. En general, todos los temas parecen grabados en un ambiente de total libertad creativa, bañados bajo una vivacidad llamativa y una emoción espontánea que las hace inevitablemente especiales. Una mayor exigencia a nivel personal reflejada en los arreglos, realizados con determinada intención expresiva y los diversos matices que fluyen de forma colosal, arropando la atrayente voz de Chechu, quien en esta ocasión se ha aventurado en una batalla diabólica, dar todo de sí, arriesgando con distintos registros vocales pero respetando la melodía básica inicial y preocupándose, ante todo, que sus letras profundas y reflexivas lleguen con todo el sentido literal.
 
En cortes como "58 Hombres y 14 Mujeres" y "Luz y Fer" rinden a plena potencia, dejando cientos de detalles, los cuales van remarcando aún más toda su amplia riqueza musical, una base rítmica más elaborada, con programaciones que empastan de maravilla, ahuyentando de un portazo la mínima posibilidad de una profunda sensación de familiaridad, un "Deja Vu" flotando en el ambiente, un "Esto ya lo había escuchado antes pero no me acuerdo bien donde", a raíz de la premisa de no partir de ninguna estructura musical utilizada anteriormente. De hecho cada tema tiene su correspondiente personalidad, por ejemplo "Esclavos De La Diversión" es una de esas cápsulas de energía encauzada que enderezan la espina dorsal, por el contrario "Ahora Que Tengo 33" es mucho más melódica, manteniendo el temple con una sonoridad efectiva y "Mala Virgen" es uno de esas composiciones que nada más terminar de oírla por primera vez, tienes que volver a escucharla de inmediato, melodía genial, unas guitarras atómicas y un estribillo memorable.
 
La verdad es que lo tienen todo para gustar a prácticamente todos los sectores, a los buscadores de lo más arty del metal, a los amantes del rock potente y sombrío y a los que, como yo, las etiquetas les importan un carajo pero saben disfrutar de un buen disco venga de donde venga. No solamente se limitan a turbar al oyente por la vía directa con canciones que aúnen exclusivamente la dicotomía de unas guitarras salvajes y nítidas con unas voces al límite del dolor y la paranoia, por citar alguna "Alimentando Ignorancia" o "Mi Capitán", sino que ahondan en nuevos elementos, en contrastes melódicos y añadidos electrónicos, traducida en una expresividad más libre, sin caer en obviedades ni aferrarse imperecederamente a lo genérico, gracias a la ayuda del grandísimo productor Vasco Ramos. Una innata capacidad imaginativa en el apartado de las melodías vocales y unos punteados de guitarra de relevante visión poliédrica en "Celos", "Amore" o "Amarga Despedida".
 
Aphonnic nos ofrecen algo interesante, dentro de un estilo en el que poco queda por inventar, puro néctar de rock atemporal, cuyo subidón conduce a un mundo de increíbles sensaciones, sin verse matizado posteriormente, en las sucesivas escuchas, como una botella de Coca Cola que se deja demasiado tiempo abierta. Una vez más, sobresaliente.

www.aphonnic.com
 
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