Hay motivos para que las palabras tiemblen. Y hay motivos para seguir teniendo esperanza en el punk actual, gracias a discos como el que nos presenta Delabruja. Doce temas representados en poco más de media hora, donde los madrileños plasman toda su rabia.
Tengo que decir que esta es una de las reseñas que más me está costando escribir, y que, pese a que ahora estaréis leyendo estas primeras lÃneas, por aquà ya han pasado muchas palabras que finalmente se han quedado en el olvido. Y no, no es porque el disco no guste, o no tenga detalles remarcables. Más bien, es todo lo contrario. PodrÃa desglosaros todos los toques que me encantan de este disco, que lo hacen diferente, pero estarÃa quitándole la magia, pues me fascina cada uno de los temas. Asà que, me voy a aventurar con un nuevo estilo de reseña, escribiendo los doce motivos por los que deberÃais escuchar (y si está dentro de vuestras posibilidades, comprar) este gran trabajo.
1. La evolución de la banda es más que evidente, y parece que aún queda mucho para que dejen de sorprendernos.
2. La aportación de Sandra al bajo no se queda ahÃ. Su voz en los coros son un gran activo que convierte estos en melodÃas adictivas. Ojalá la presencia femenina en estos estilos no haga más que crecer.
3. El sonido ya es muy caracterÃstico de Delabruja, gracias en parte a una distorsión de guitarra marca de la casa. Escuchar los primeros acordes de cada tema empieza a ser suficiente para saber quién está tras ellos.
4. Si bien es cierto que son estilos con bastante afinidad, la combinación del punk y del hardcore de este disco dejará contentos a los seguidores de ambos estilos.
5. Las letras del grupo siempre dan que pensar. Muy elaboradas y siempre buscando transmitir un mensaje que nos ayude a liberarnos de las cadenas de este mundo cada vez más injusto.
6. Mencionamos la aportación de Sandra a los coros, pero debemos dar el mismo mérito a los coros en los que ella no participa, porque también son brutales.
7. La formación es dueña del tiempo, y juega a la perfección con los cambios de ritmo. Eso sÃ, me costará perdonarles que "Nadie" te deje con tantas ganas de explotar después de un crescendo que pone los pelos de punta.
8. Si algo es meritorio en la actualidad entre los grupos de punk, es defender tus letras también fuera de los escenarios. Y Delabruja puede colgarse esa medalla porque sus palabras siempre van acompañadas de actos.
9. El nombre del álbum fue elegido porque a Miguel le molaba la idea de un nombre tan largo que tuviera que verse acortado por puntos suspensivos. Lejos de esto, los doce temas que forman este pueden realmente hacer temblar a las palabras.
10. Solamente un par de canciones excede los tres minutos de duración. Rápido y conciso.
11. "En nombre de la paz". Este tema es un motivo en sà mismo.
12. Y los otros once temas son otros once motivos más. Contundentes, marcados, definidos y controlando muy bien los tiempos. Discazo de principio a fin.