Probablemente me voy a meter en un jardín a la hora de comentar este disco, ya que es una obra de una calidad que me sobrepasa y de un estilo que no suelo escuchar, pero me apetecía mucho que conocieseis este trabajo, ya que me parece de los más original que he escuchado en tiempo.
 
La Sombra de Andrómeda es un grupo cantabro fundado hace ya 5 años, que combina diferentes estilos como el rock, el jazz, el funk, entre otros y que está integrado por Juanma Llano y Juan Carlos Pascual a las guitarras, Carlos Gutiérrez al bajo, Fernando Calderón a la batería y Jan Bellut al didgeridoo, músicos todos ellos con bastante trayectoria dentro de la escena cantabra y foránea y que nos vienen presentando lo que es su primer trabajo, un Ep titulado "De principio a fin", el cual ha salido publicado en enero de este 2020.
 
El disco, con cuidada maquetación de Carlos Fuertes y con la pintura que le ilustra a cargo de Javier Andrada, ha sido grabado en los últimos días de septiembre del pasado año en los estudios Cubex, corriendo la mezcla y la masterización a cargo de Javier G. F. Escudero, que también fue el ingeniero de sonido.
 
Todas las canciones han sido compuestas por Juan Carlos Pascual, con arreglos de toda la banda, y ha salido editado por Fak Records, consiguiendo un excelente resultado, donde la música cobra una personalidad tal que los instrumentos parecen hablar.
 
Esta obra, de 5 temas y una duración aproximada de 27 minutos, se inicia con "La mirada disimulada" y el sonido del didgeridoo y el bajo en primer plano, introduciéndose después el resto de los instrumentos en una combinación de sonidos, siempre muy relajados pero consistentes, con cierta base jazz, donde las guitarras toman una parte importante, pero sin dejar atrás ni una fenomenal sección rítmica ni al didgeridoo, con sendos solos de guitarra, uno más rockero y otro con un aire más flamenco, por decirlo de alguna manera, y que dan mucho color a un corte que se pasa en un suspiro y que nos deja noqueados ante la calidad de lo escuchado. Muy bueno.

Muy tranquila y pausada es la guitarra que da inicio a "Cruce de caminos", donde el didgeridoo va cobrando un poco más de importancia tras una base más funky y movida, con el bajo apareciendo en primera línea en la parte inicial de un tema que se va intensificando, surgiendo esa guitarra más potente y rockera que parece querer incendiarlo todo, para que sea el didgeridoo el que tenga su papel con un solo que da al corte una magia especial, pasando a ese sonido más limpio y que nos puede hacer casi bailar de la otra guitarra, consiguiendo los músicos en su conjunto trasportarnos a otro dimensión y que, en cierta manera, refleja esa unión de diferentes mundos que su música nos ofrece. Preciosa.
 
Más movida aún es la pieza que da nombre a esta obra, "De principio a fin", que te obliga casi a bailar, con una guitarra muy encendida y que se ve muy reforzado por el resto de los instrumentos, con el didgeridoo apareciendo primero de manera solitaria para luego hacer un duelo con la guitarra rockera de Juanma, siendo uno de los momentos estelares del disco, para que sea después la guitarra de Juan Carlos la que se bata en duelo con Jan, recordando esas clásicas interacciones entre teclado y guitarra tan de los años setenta, sin que, en ningún momento tanto el bajo como la batería queden apartados, demostrando constantemente que todos ellos forman un gran conjunto donde la música está al servicio de la canción. Impresionante.
 
Turno ahora para "Vas en mí", una canción donde la guitarra suena con una limpieza y una elegancia especial, pero con el bajo apareciendo también con importancia, sucediéndose los solos de guitarra, primero el de Juan Carlos y luego el de Juanma dando más fuerza a un tema que transita relajado pero con mucho cuerpo, para que sea el didgeridoo el que tenga de nuevo su papel estelar, siguiendo con un duelo entre la guitarra de Juan Carlos y el bajo, que brillan con mucho esplendor, mostrándonos una música que parece trasportarnos hacia un mundo de mucho color. Dulce y brillante.
 
Y llegamos al final de esta obra casi sin darnos cuenta con "Olas de azul" y esas juguetonas guitarras que nos animan a movernos, con ese bailable sonido que desde atrás empuja la sección rítmica, mientras las guitarras van luciéndose pero sin tapar al resto de los músicos, combinado esas partes guitarreras más eléctricas y rockeras con otras más dulces y jazzísticas, para dejar paso a la presencia del didgeridoo y luego al bajo que tienen una parte esencial en dicho corte, con el que concluye este disco. Para animarse a bailar con ella.

Y de esta manera concluye este gran disco de La Sombra de Andrómeda que han publicado una gran obra, seguramente no para todos los públicos, pero repleta de calidad y de brillantez, tanto en la parte musical como en la composiciones de unos temas que en ningún momento se hacen densos, sino que, al contrario, fluyen con una naturalidad realmente especial.
 
Todos los músicos están sencillamente magistrales, cada uno en su papel pero todos con el peso que cada canción demanda, tarea nada fácil ya que el didgeridoo es un instrumento en principio ajeno a la raíz de esta combinación de músicas que practican, pero ellos han conseguido que se empaste como una pieza más tan esencial como cualquiera de los demás.
 
Déjate llevar por este "De principio a fin" y ese mundo tan especial y mágico que no brindan La Sombra de Andrómeda, pero sumérgete con calma y sin prisa, ya que este disco necesita de tiempo y una escucha en profundidad para captar todos los detalles.
 
¡Sensacional debut!
 
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