Cuando uno lleva ya una amplia trayectoria en esto de la música puede seguir haciendo el mismo estilo que lleva practicando o bien dar un giro al mismo para adentrarse en otros caminos; esta segunda opción, normalmente la menos escogida, puede hacerse de manera radical o bien simplemente dar otra vuelta de tuerca y hacer variaciones más o menos marcadas en tu sonido.
A grandes rasgos esto es lo que han hecho los torrelaveguenses Cuatro de Copas para su sexta obra, "A fuego", con un sonido más rockero que sus discos precedentes, arriesgando, ya que venían de editar unos muy buenos trabajos, y con algunos importantes cambios en su formación.
Para quien no los conozca, la historia de la banda se remonta a 1998 en que se fundan, estando el grupo actualmente integrado por Javi Andrés y Mario Fernández a las guitarras y Miguel Revuelta al bajo, a los que se han unido hace 3 años Nancy García a la voz y Sergio Leñero a la batería que han sido los encargados de grabar este disco.
Como ya nos comentaron en la entrevista que les hicimos a principios de este 2021, el disco fue grabado en los mese de marzo y junio del pasado 2020 en los estudios R5 de Orikain (Navarra), producido y masterizado por Kolibri Díaz de Marea, siendo el muy logrado diseño gráfico obra de Fernando Martínez, con las fotografías exteriores a cargo de Chema Pacheco, y saliendo todo ello nuevamente bajo el sello Rock Estatal Records.
Y este disco, que se publico a finales del 2020, consta de 11 temas en los más de 42 minutos de duración que tiene y que ya hemos podido degustar en su integridad en la presentación oficial del mismo que tuvo lugar en julio de este 2021, donde se pudo observar lo bien engrasada que está la formación pese a ser el primer concierto de la misma.
Comenzamos este viaje por esta obra con la inicial "Acompáñame" y ese explosivo arranque, con la voz asomando a los pocos segundos para mostrar al nuevo vocalista, siguiendo con un sonido potente y cañero de manera constante, notándose también la pegada de la batería, con diferentes cambios de ritmo antes de ese pegadizo estribillo que te engancha rápidamente, dando paso a un buen y efectivo solo de guitarra, para dar entrada de nuevo a la voz, siguiendo con ese ritmo constante que contrasta de nuevo con una parte más acelerada y otra más lenta y que nos introduce de nuevo en el mencionado estribillo, llevándonos a otro solo de guitarra que se une con el estribillo y con el que vamos llegando al final, no sin antes toparnos con otro gran solo de guitarra con el que finiquitar el corte. Muy directo y una buena muestra de lo que la banda nos quiere proponer.
Vamos ahora con "Al mejor postor" en la que cuentan con la colaboración de ese genio de la guitarra que es Jorge Salán, comenzado con un sonido de guitarra que nos adentra en un ritmo muy lento y pesado, con una buena presencia de la batería, mientras, al surgir la voz, la canción va aumentando en velocidad, con una gran estribillo, con mucho mensaje y que no podrás parar de cantar, siendo seguido por un rápido y gran solo de guitarra, relajándose la pieza cuando aparece la voz, con una importante presencia del bajo, volviéndose a acelerarse hasta llevarnos al estribillo, tras el que el tema baja la velocidad pero no la intensidad, para, tras un brevísimo parón, dar paso al estribillo que nos va a acompañar hasta el final, con un genial solo de guitarra del invitado y que sirve de extraordinario broche de oro. Un temazo de los de cantar puño en alto en sus conciertos.
Más invitados, ahora por partida doble, y es que tenemos en "Prefiero cantar" a Kutxi Romero a la voz y Kolibri Díaz a la guitarra, ambos de Marea aunque no hace falta ni decirlo, un tema donde la voz de Nancy es la que da entrada al mismo, con un sonido intenso y potente que va ganando fuerza y velocidad para dar paso a un quedón estribillo con el que te entran ganas de cantar, para de nuevo relajarse y surgir la voz de Kutxi dando ese sello personal que tiene, mientas la pieza va ganando fuerza y rapidez a medida que se va acercando el estribillo que también canta él, tras el que surge un buen y breve solo de guitara antes de que la canción se ralentice brevemente, encontrándonos una alternancia de las voces, primero en las estrofas y luego en el estribillo, que queda muy bien, con otro gran solo de guitarra que suena de fondo, para dar paso, ya sin las voces, a ese magistral solo final de Kolibri. Mostrándonos ese poso más rockero y guitarreo que le han dado a su música y del que tenemos aquí un gran ejemplo.
Seguimos el recorrido por el sexto trabajo de Cuatro de Copas con "Tan sutil como un misil", que se inicia con ese sonido marcial de la batería, entrando después el resto de instrumentos y la voz, llevando un ritmo más lento y pesado en su inicio para luego ir empezando a meter velocidad a medida que llegamos a ese estribillo que desemboca en un rápido solo de guitarra, volviendo a surgir la voz con ese ritmo constante e inquietante que luego baja de velocidad, para llegar a ese estribillo, muy elaborado aunque quizás no tan pegadizo como los anteriores, que de nuevo da entrada a un gran solo de guitarra, antes de que la pieza recupere ese ritmo que ha llevado, adentrándonos de nuevo en ese estribillo que ya nos va a llevar hasta el final. Gran tema y otra muestra más de ese sonido más crudo que le han dado a su música.
Llega el momento de "Entre mi espada y tu pared" que arranca con ese sonido guitarrero que tan bien queda y engancha, para dar paso a la voz principal, con ese sonido martilleante de la guitarra y la música mostrando muchos y buenos detalles mientras la canción no pierda esa intensidad, para dar entrada a ese estribillo pegadizo pero bastante elaborado, tras el cual hay un mínimo parón que nos lleva a un breve pero efectivo solo de guitarra, antes de que, de nuevo, recuperemos ese sonido que ha llevado previamente la pieza, con la voz teniendo mucho protagonismo, dando paso a ese estribillo, tras el que la pieza alterna parones y la presencia de la voz, encarando la recta final con el estribillo como compañero de viaje. Una muestra de cómo hacer buenos temas y que a la vez sean pegadizos.
El bajo y la batería son los que dan entrada a "Al son de tu luna", con ese arranque tranquilo, en donde la voz toma protagonismo y las guitaras están en un segundo plano, para luego coger más fuerza cuando llega ese estribillo tan quedón, donde los coros de nuevo tienen una fundamental presencia, retomando ese sonido inicial pero con las guitarras mostrándose más, llevándonos de nuevo a ese pegadizo estribillo, antes de que el ritmo cambie con una parte más relajada pero que es rápidamente interrumpida por la fuerza del estribillo que nos va a seguir acompañando hasta el final, en que retomamos ese sonido inicial y con Nancy recordando el nombre de la pieza como colofón final. Más relajada que las anteriores pero sin perder la esencia del resto del disco.
Más guitarrera es desde su comienzo "Complejo de tipejo", haciéndonos mover la cabeza desde ese eléctrico inicio, con cierta rapidez hasta que la voz de Nancy surge y la pieza se ralentiza levemente pero con ciertos guiños guitarreros que nos llevan a ese pegadizo estribillo aunque con fuerza, para, después de un brevísimo parón, recuperar ese sonido previo que de nuevo desemboca en ese logrado estribillo, tras el que la canción se frena y solo se oye la voz y la sección rítmica, retomando la esencia del corte en ese estribillo que nos va a llevar al final, mientras van recordando palabras y frases sueltas. De nuevo han conseguido que este tema les quedé muy bien, con ese toque ameno y al mismo tiempo macarra que tiene.
En casi todo disco de rock and roll que se precie tiene que haber una balada y aquí tenemos "Juez y parte", que se inicia con esa guitarra relajada que parece querer hablar, para asomar la voz de Nancy, cantando relajado pero con la fuerza que tiene y cogiendo la pieza más fuerza en ese estribillo que en otras épocas sería de los de sacar los mecheros, tras el que surge un bello solo de guitarra, recuperando después ese sonido previo al estribillo, con ese aire calmado que es interrumpido por algún guitarrazo y por la fuerza de ese estribillo, tras el que la canción cambia levemente el ritmo con la voz y esa guitarra que nos va adentrándonos de nuevo en ese estribillo, con el que viajaremos hasta el final, con algún buen detalle de las guitarras, relajándose de nuevo todo en la parte final. Un bello tema que nos recuerda, para bien, a aquellos que se ponían en los lentos hace ya unas cuantas décadas.
La siguiente canción es un viejo clásico de la banda, "Bukkake", ya publicado en su álbum del 2008 "Sin mirar atrás", un tema muy vacilón y desenfadado, que comienza con esa guitarra que da paso rápidamente a la voz para luego sonar de golpe el resto de los instrumentos, entrando ese pegadizo y coreado estribillo, tras el que de nuevo la guitarra, bien arropada por una gran batería, nos lleva a la voz que nos sigue narrando las peripecias del protagonista, ganando intensidad hasta dar de nuevo paso al estribillo que es sucedido por un gran y rápido solo de guitarra, con la batería pidiendo protagonismo, para luego aparecer la voz de Nancy con un registro diferente, dando entrada de nuevo a ese estribillo, tras el que la pieza se relaja con esa cachonda parte más tranquila, para, tras un parón, ser Sergio el que de nuevo nos lleve a ese pegadizo estribillo hasta el final del corte. Una nueva y acertada vuelta de tuerca para uno de sus mayores éxitos.
El último invitado de este disco es Fito Garmendia, guitarrista de Rulo Y La Contrabanda, pero que aquí se hará cargo de la voz en "Con ganas de morder", que comienza con la de Nancy y que es rápidamente secundada por una guitarra y luego por el resto de instrumentos, para dar entrada a ese potente y pegadizo estribillo, siendo después el invitado el que canté la siguiente estrofa, por cierto haciéndolo muy bien, antes de recuperar ese estribillo que tan bien ha quedado, para luego surgir un buen solo de guitarra con diferentes intensidades, dando entrada a las dos voces que empastan muy bien, para que, tras un breve parón, recuperemos ese estribillo, acercándonos al final, con un último cambio de ritmo final. Muy buena canción y una más que acertada colaboración.
Y llegamos a la conclusión de este trabajo con la genial "Torrelavega (Himno)", la que fue primer adelanto de este disco y que, como su nombre indica, es un himno a dicha ciudad, comenzando con ese bello sonido de guitarra inicial que da paso al resto de los instrumentos, con la voz relatándonos las virtudes de nuestra ciudad y con un ritmo más lento pero intenso, para coger más fuerza en el estribillo, uno de esos temas que te llegan muy dentro por los recuerdos que te evocan, con un buen solo de guitara, para luego relajarse la pieza, con la voz en primer plano e ir cogiendo velocidad y llegar a esas estrofas previas al estribillo, ambas muy emotivas, con el estribillo jugando con diferentes intensidades, recuperando ese solo de guitarra inicial y con esos coros en la parte final que tanto pie dan para el directo. Un auténtico temazo.
Y así, casi sin darnos cuenta, hemos llegado al final de este "A fuego" de los torrelaveguenses Cuatro de Copas, un trabajo que puede que no entre a la primera, sobre todo si estabas acostumbrado al sonido y las voces de los anteriores discos, pero que, a poco que le des un par de oportunidades, te va a gustar, con temas más rockeros, sin por ello perder su estilo personal.
Las canciones se notan más elaboradas y con ese toque diferente que han dado los nuevos integrantes, que han sabido amoldarse al estilo que buscaba la banda, con esas voces más rudas y viscerales, y unas baterías más contundentes, unido todo ello a la labor ya conocida de esas guitarras tan rockeras y ese bajo que funciona como la pieza de unión de todo ello.
Cuatro de Copas han sabido reinventarse y lo han hecho para bien y buena muestra de ello es este "A fuego", el cual os recomiendo que escuchéis si os gusta el rock and roll y, si tenéis la ocasión, id a verlos en directo que nunca fallan.
12/10/2021 
Txutxy Cano 
