Parece mentira que
El Vicio Del Duende esté presentando su segundo disco, y digo esto porque a pesar de ser una banda novel tienen un nombre bastante consolidado y ya son bastante conocidos.
Ahora nos presentan "HUMO", un disco de pop-rock en el que se incluyen 11 temas que destilan sensibilidad a la par que energía, y que dejan un sabor de boca excelente.
La grabación destaca por su nitidez y por su excelente sonido, obtenido gracias al trabajo de
Javier San Martín en los estudios Sonido XXI. Otra vez se confirma la regla de que es imprescindible acudir a Navarra para seguir engrosando la lista de grandes éxitos que consiguen los hermanos San Martín.
"HUMO" abre con "
Sigo", un gran tema que nos descubre a una banda que brilla por las guitarras, por la voz cálida y melódica, por la fuerza de los estribillos y por su temática poética, intimista y bastante cuidada.
En cierto modo el disco sigue la onda del pop-rock estilo
Despistaos, pero no sé que tienen que consiguen enganchar en todos los temas y no resultan repetitivos ni aburridos.
Seguimos avanzando y nos sumergimos "A contrarreloj", aderezada por las voces de Rulo y Nando de La Fuga. Y se agradece que aunque tengan su protagonismo no hagan perder a la banda su esencia, no les eclipsan, les complementan. Para mí esa es la función perfecta de una buena colaboración.
Nos continúan enganchando con "Y tú, vacío", para después ponerle un punto de inflexión al disco con la preciosa y delicada balada "Batallas perdidas". Para alejarnos de la tranquilidad llega "Quisiera", más acelerada y con la voz de
Kutxi Romero de Marea. Este hombre debería sacar un disco con todas las colaboraciones que ha hecho, la verdad es que no queda mal, pero le vemos hasta en la sopa.
Y el ritmo sigue subiendo de las manos de "Mi verdad", la más rockera y de las que más me han gustado de "HUESOS".
Y para ir cerrando nos topamos con "Sentado en mi sombra" del grupo Opción Cero, con el que El Vicio Del Duende ha compartido baterista.
Como broche final nos dejan "Por fin...", otra balada muy diferente y especial, condimentada con el acordeón, la trompeta y el trombón de Miguel, Laita y Rober.
La guinda al pastel la pone la versión de "Y nos dieron las diez" de Joaquín Sabina. Siempre es un placer escuchar algo así, y últimamente el cantante parece estar de moda. Y por cierto lo hacen bastante mejor que algún otro grupo, porque la última adaptación que escuché era como para tirarse de los pelos.
Después nos dan las once, porque es inevitable volver a escuchar el disco otra vez.
El Vicio del Duende ha conseguido que su último trabajo sea mucho más que humo que se escapa y se diluye entre las nubes.
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